Ábalos se resiste a abandonar el Congreso y se enfrenta a la ruptura con el PSOE
El PSOE sigue sin adelantar aún si el partido expulsará del Grupo Parlamentario socialista a José Luis Ábalos o será el exministro quien renuncie. En rueda de prensa en el Congreso posterior a la Junta de Portavoces, el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, ha instado a esperar a la comparecencia prevista para este mismo martes del que todavía es su compañero de filas.
“Nos está provocando mucho dolor, no hay nada que soportemos y entendamos menos que la falta de ejemplaridad de quienes se acercan a nuestras filas”, ha lamentado el portavoz socialista. Salvo sorpresa que nadie esperaba ya a última hora de este lunes, José Luis Ábalos no acatará la decisión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido y no entregará su acta de diputado. Una decisión que acarreará automáticamente la suspensión de militancia y la expulsión del grupo parlamentario del que fuera 'número 3' de Ferraz.
En paralelo al recorrido judicial del denominado 'caso Koldo' , el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de mascarillas en el seno del ministerio que dirigía Ábalos y con la implicación de uno de sus principales asesores se ha convertido ya en una auténtica tormenta política.
Quien fuera secretario de organización del PSOE y titular de la cartera de Transportes durante buena parte de la pasada legislatura recibió este lunes el ultimátum de su partido para entregar el acta y abandonar la vida política en un plazo de 24 horas. Pero al cierre de esta edición Ábalos seguía aferrado al escaño a pesar de las presiones de Ferraz. Una postura que pocos en el partido guardaban esperanzas que fuera a variar en las próximas horas.
“La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha decidido por unanimidad solicitar a José Luis Ábalos la entrega de su acta de diputado al grupo parlamentario socialista”, anunció la portavoz del partido, Esther Peña, en rueda de prensa este lunes tras la reunión de una Ejecutiva que no contó con la presencia de Pedro Sánchez, de viaje en Barcelona y París.
Esther Peña puso el énfasis en que, por ahora, Ábalos “no está investigado ni señalado”, pero aún así su partido considera que existe una responsabilidad política que debe asumir. “Por ello, esperamos que la entrega del acta se produzca en las próximas 24 horas y así se lo hemos comunicado”, añadió.
Ese plazo comenzó a correr a las once de la mañana pero, a última hora de este lunes, quien fuera 'número tres' de los socialistas no había cumplido con la exigencia de su propio partido. Los contactos entre la cúpula de Ferraz y el propio Ábalos fueron constantes durante toda la jornada en una comunicación establecida, principalmente, mediante María Jesús Montero y Santos Cerdán, los máximos dirigentes orgánicos de los socialistas tras Pedro Sánchez.
Según fuentes socialistas, tanto la vicesecretaria general como el secretario de organización intentaron sin éxito convencer a su compañero de filas de la conveniencia, tanto para el partido como para sus propios intereses personales, de dar un paso al lado y esquivar el maremoto político que se cierne ahora mismo en torno a él.
“José Luis Ábalos es el mejor ejemplo de la ortodoxia de partido, del puro compromiso y respeto a la historia y militancia de este partido, por eso no tengo ninguna duda de que actuará en consecuencia por un bien mayor, que es el PSOE”, dijo la portavoz del partido, en un intento de empujarle a la renuncia.
Pero los intentos de Ferraz no dieron sus frutos este lunes. Tal y como adelantó elDiario.es, Ábalos sí renunció a la única responsabilidad que aún ostentaba en el Congreso además de la de ocupar su escaño y presentó su dimisión como presidente de la Comisión de Interior. Pero no accedió a entregar su acta.
En el PSOE no descartan que la situación pueda acabar de la peor manera posible una vez cumplido el plazo de 24 horas y si no se producen novedades respecto a su renuncia: la suspensión de militancia y la integración en el Grupo Mixto del Congreso. Un escenario que un alto dirigente socialista calificaba este lunes como “traumático” por tratarse de alguien de tanto peso para el PSOE y para el Gobierno de Pedro Sánchez, como todo un secretario de organización que compatibilizó su cargo orgánico con el de ministro de Transportes, una de las carteras más poderosas del Ejecutivo.
Si nada hace a Ábalos cambiar de opinión, permanecer en su escaño desde el Grupo Mixto le abocaría directamente a la ruptura con su partido, un horizonte que quebraría el deseo de los socialistas de dar carpetazo cuanto antes a un escándalo que monopoliza desde hace una semana la vida política del país.
En un claro intento de marcar distancias con la actitud del PP, el PSOE quiso lanzar este lunes un mensaje de contundencia ante los casos de corrupción con una actitud ejemplarizante incluso hacia quienes no están implicados desde un punto de vista penal, como es el caso de Ábalos. “Colaboración con la justicia, transparencia y asunción de responsabilidades”, enfatizó la portavoz, que quiso destacar la disposición de su partido con la justicia. “Si algo queda por saberse, en lo que podamos ayudar las puertas de esta sede estarán abiertas de par en par, aquí no escucharán ustedes ruidos de martillazos de ordenadores ni discos duros”, dijo.
A última hora del lunes, en el PSOE no había demasiadas expectativas sobre la renuncia de Ábalos. Creen en el partido que, más allá de las especulaciones respecto a su situación económica, lo que frena realmente al exministro a abandonar su puesto es el temor a perder un aforamiento que le pueda dejar “al pie de los caballos” de cualquier denuncia de la derecha o la extrema derecha para continuar con “la cacería”. Y por eso, admiten en Ferraz, el margen para convencerle de su marcha se estrechaba únicamente a apelar a la responsabilidad con el que ha sido su partido de toda la vida.
“Yo soy diputado ahora, no soy ministro. Si esto se hubiera producido siendo yo ministro, es evidente que tendría que haber dimitido”, defendió el sábado en una entrevista en la Sexta. “Pero ministro y diputado no es la misma responsabilidad. Ahora se me está planteando que me quede inhabilitado políticamente por confiar en personas que me decepcionaron y que incluso me inhabilita de por vida porque quedo estigmatizado”, añadió.
A la espera de que transcurran 24 horas y expire el plazo, en el PSOE se afanan ahora por escenificar su compromiso contra la corrupción. El Grupo Socialista en el Congreso registró este lunes, de hecho, una comisión de investigación sobre la compra de material de protección durante la pandemia, empezando por el conocido como 'caso Koldo' pero haciéndolo extensible también al resto de administraciones, muchas gobernadas por el PP.
Pero tanto esa comisión como el conjunto de la actividad parlamentaria y política, incluida la tramitación de la ley de amnistía, continúan opacadas por la posible caída política de José Luis Ábalos, o por la traumática ruptura con el partido del que fue secretario de organización.
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