El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, trata de zanjar la polémica en torno a su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el avión en el que viajaba rumbo a Turquía y con el que hizo una escala en Madrid. El ministro de Transportes se desplazó al aeropuerto a recoger a su homólogo de Turismo del país latinoamericano con quien mantiene una relación de amistad desde hace años. Ábalos ha asegurado que informó al Gobierno de su intención y que fue el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien le comunicó que en el aparato viajaba la número dos de Nicolás Maduro, que tiene prohibido pisar suelo de la UE por las sanciones impuestas por la vulneración de derechos humanos del régimen, y que le pidió que se cerciorara de que no pisaba suelo español.
“Evité un conflicto”, ha resumido Ábalos en una entrevista en El Objetivo (La Sexta) en referencia a la posible intención de Rodríguez de pisar suelo español: “No solo no he hecho malo sino que en todo caso he prestado un servicio a este país”. El Gobierno asegura que la vicepresidenta venezolana no pisó suelo español al no traspasar la frontera, a pesar de que Rodríguez estuvo en una sala en la terminal ejecutiva del aeropuerto, lo que Ábalos ha denominado “salas de frontera”.
“Lo que me dice Marlaska es que le llega información de que en ese avión parece que viaja la vicepresidenta”, ha expresado Ábalos, que ha manifestado que fue el titular de Interior el que le dijo que se “asegurara” de que no pisaba suelo español. No obstante, Ábalos ha reconocido que esa no es su potestad sino la de los agentes de policía que estaban en el aeropuerto y que son los que determinaron en todo momento qué es lo que tenían que hacer Rodríguez. “Hicieron una escala para coger otro avión -ha relatado-. Lo hicieron donde la policía de fronteras determinó donde podía esperar”.
El número tres del PSOE ha insistido en que Rodríguez estuvo en todo momento supervisada por los efectivos policiales, en concreto por el comisario de fronteras, según ha explicado. No obstante, este agente no subió al avión cuando Ábalos lo hizo para saludar a la vicepresidenta invitado por el ministro de Turismo, Félix Plasencia, tal y como explicó el viernes. Ese encuentro duró, según sus cálculos, 25 minutos y lo ha denominado como “violento” al tener que conocer y saludar a Rodríguez al tiempo que le recordó que no podía entrar en España. El socialista ha reiterado que sus compañeros del gabinete estaban al tanto de su traslado al aeropuerto: “Yo lo había comunicado obviamente porque sé que hay cierta sensibilidad con el tema de Venezuela”.
Ábalos ha restado importancia a ese encuentro que reitera no se trató de una reunión puesto que, según su versión, no estaba organizada previamente y no se trató ningún asunto concreto. “Si yo quisiera reunirme hay otros sitios en que hacerlo, no en España sabiendo que no puede entrar en España. ¿Por qué voy a tomar ese riesgo?”, se ha preguntado Ábalos, que también ha señalado que si quisiera privacidad no elegiría el aeropuerto en el que hay muchas personas presentes, entre ellos los integrantes del dispositivo policial.
Ante las críticas que ha recibido -la oposición reclama su dimisión-, Ábalos ha subrayado el trabajo que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez respecto a Venezuela. “España ha hecho por Venezuela y por la democracia en Venezuela muchos gestos. Fue Pedro Sánchez el que propuso el grupo de contacto, el que animó al reconocimiento de Juan Guaidó, mantiene en la embajada a Leopoldo López”, ha resumido antes de repetir que él se ha reunido “muchas veces” con la oposición venezolana.
La polémica por su encuentro con la vicepresidenta venezolana estalló la víspera de que Guaidó visitara España y Moncloa se puso de perfil. La derecha ha aprovechado para cargar doblemente contra Sánchez: por un lado para reclamarle el cese de Ábalos y, por otro, para afearle que no le haya recibido él sino la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. Guaidó no ha trasladado ninguna queja ni sobre el incidente ni sobre el trato que ha recibido“, ha sentenciado Ábalos.
El secretario de Organización del PSOE no ha querido posicionarse sobre la disputa que han protagonizado los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero sobre el conflicto en Venezuela al decir que “respeta todas las opiniones”. Pero ha justificado la posición que ha mantenido Sánchez y también el hecho de que no recibiera al presidente reconocido. “El vínculo de España es mayor que otros países para conseguir la democracia, para que haya elecciones libres observadas internacionalmente. Y para que se produzca tenemos que conseguir que se produzca una negociación entre las partes”, ha aseverado.