Santiago Abascal precalienta el ambiente de moción de censura contra Pedro Sánchez que aún no tiene fecha pese a anunciarla como “urgente” antes de irse de vacaciones y trata de aglutinar en torno a su partido a todo lo que sea oposición a Sánchez. Y dentro de ese todo ha decidido incluir estas últimas horas a los partidarios del franquismo, a quienes lanza guiños un día sí y otro también.
En su primer duelo con Sánchez afirmó desde la tribuna del Congreso que su Gobierno “socialcomunista” es “el peor que ha tenido España durante los último 80 años”. El mensaje, inédito en las sesiones parlamentarias de las últimas décadas, no solo ha conseguido levantar los ánimos de su grupo parlamentario, que le aplaudió con entusiasmo, sino que busca desatar una ola de simpatía entre los grupos ultras a los que Abascal alimenta con sus intervenciones sobre la unidad de España, la criminalización de los inmigrantes y últimamente también sobre la ocupación de viviendas, que trata de convertir en uno de los problemas centrales del país, pese a que ninguna estadística ampara dicha tesis.
Al oír su intervención, Sánchez quiso creer que semejantes aseveraciones constituían “un lapsus” del líder de la extrema derecha y le replicó: “Lo que ha venido a decir es que usted echa de menos algunas fórmulas de gobernabilidad en nuestro país afortunadamente superadas”. El presidente del Gobierno le recordó que se está preparando una Ley de Memoria Democrática por la cual se va “a prohibir e ilegalizar fundaciones que defienden la dictadura franquista”, como la Fundación Francisco Franco, con la que Vox mantiene vínculos.
Para que quedara claro que no era ningún “lapsus”, Abascal después se reafirmó en lo dicho. Primero, en su cuenta de Twitter en la que, a través de un hilo, desgranó su teoría. “Ni lapsus ni leches”, “es la verdad que tanto duele”: “El peor gobierno en 80 años. Formado por el socialismo corrupto y el comunismo totalitario, aupados por el golpismo separatista y el terrorismo”, y advirtiendo de que “no nos callarán”.
Y 24 horas después, Abascal subió la apuesta durante una entrevista concedida al nuevo programa de TVE, 'La Hora de la 1'. El líder de Vox reiteró la acusación a Sánchez y aprovechando la presencia en el plató como tertuliano de José María Lasalle, que fue secretario de Estado en el Gobierno de Mariano Rajoy y exdiputado, como Abascal del PP, dijo que el peor Gobierno “en 800 años” fue el de Sánchez, que “el siguiente peor fue el de José Luis Rodríguez Zapatero” y luego “el de Rajoy”.
Abascal quiso subrayar que sus afirmaciones no implicaban que estuviera defendiendo “ningún tipo de régimen autoritario y no democrático” pero dejó claro que los gobiernos de España entre 2004 y la actualidad fueron peores que los de la dictadura. “Quienes quieren convertir España en un régimen totalitario son los de Podemos e Iglesias”, sentenció. Cuando una periodista le preguntó si estaba diciendo que con Franco se vivía mejor, el líder de Vox escurrió la cuestión y se limitó a replicar: “Yo lo que considero es que con el PSOE se vive muy mal, nos lleva a la ruina y a la división de España”.
De 'el Valle no se toca' al “respeto y desagravio” a Franco
Lo cierto es que Vox siempre se ha opuesto a todo lo que suponga acabar con los vestigios del franquismo. No solo pide derogar la Ley de Memoria Histórica, sino que se opuso con energía a que se exhumaran los restos del dictador del Valle de los Caídos. En una entrevista en RNE realizada en octubre de 2019 Santiago Abascal, afirmó que con esa decisión “solo quiere enfrentar a los españoles” mientras advertía de que en realidad el objetivo último de este Gobierno es “derrocar a Felipe VI”, una teoría que sigue manteniendo.
Ese mismo mes, poco antes de que se llevara a cabo el traslado del féretro al cementerio de El Pardo, Abascal volvió a Vistalegre para celebrar el primer año de la irrupción de Vox en la política nacional y en una encendida intervención lamentó: “Quieren desenterrar a un muerto contra la voluntad de la familia y evitar a la familia darle sepultura donde ellos quieren”, dijo, mientras alguno de los asistentes defendían esta postura bajo el grito de “el Valle no se toca”.
Este rechazo no extraña nada teniendo en cuenta que en el banquillo de Vox se sientan varios exmilitares retirados que han ensalzado al dictador Francisco Franco, a los que Abascal fichó para las listas de las elecciones del 28 de abril. Se trata del general de Brigada de Infantería de Marina Agustín Rosety Fernández de Castro, que encabezó la lista de Cádiz; y el general de división del Ejército de Tierra Alberto Asarta Cuevas, que lideró la de Castellón. Ambos suscribieron el manifiesto titulado 'Declaración de respeto y desagravio al general Francisco Franco Bahamonde' que se hizo público en julio de 2018 con el apoyo de 181 militares. En este escrito denunciaban una “campaña infame” que a su juicio estaba llevando a cabo “la izquierda política” para desprestigiar al dictador a través de la “perversa pretensión” de exhumar sus restos del Valle de los Caídos.
En el manifiesto se hace una férrea defensa de las virtudes de Franco como militar a través de un repaso a toda su carrera y se sostiene que el dictador era un hombre “disciplinado, subordinado y siempre preocupado por los soldados a sus órdenes”, por lo que siempre se prestaba a escoger los cargos de “mayor fatiga y riesgo”. Abascal no ha desautorizado nunca a sus dos diputados por adherirse a esa iniciativa.
Los vínculos de varios dirigentes de Vox con la Fundación Francisco Franco son conocidos. Otro de los diputados del grupo, Juan José Aizcorbe, colabora en ella como articulista y asistió a una misa en memoria de Franco y José Antonio Primo de Rivera en la que los asistentes acabaron entonando el Cara al sol con el brazo en alto al estilo fascista. El propio Abascal es íntimo amigo de algunos familiares del dictador, como su bisnieto Luis Alfonso de Borbón, que es presidente honorífico de la Fundación. El periodista y escritor Mariano Sánchez Soler relata todas estas conexiones en La Familia Franco S.A. (Roca Editorial): No solo hay miembros de Vox que militan o colaboran en la Fundación Francisco Franco, sino que también hay “cargos relevantes del partido cuyas empresas comparten sede con asociaciones franquistas”. “Está clarísima esa vinculación y es una vinculación que les da muchos votos”, afirmaba el autor en una entrevista en elDiario.es.
Algunas noticias que apuntan a las ayudas económicas que la formación de extrema derecha habría recibido de la Fundación ultra han terminado provocando crisis internas en Vox. Es el caso de León, donde el entonces presidente de la gestora provincial, Carlos Portomeñe, aseguró que había recibido el compromiso del patrono de la Fundación, Jaime Alonso, para financiar al partido desde este organismo. Esa conversación fue desvelada por la Cadena SER. Según esos audios, Alonso ofreció el apoyo de empresarios amigos, entre ellos del leonés José Luis Ulibarri, para mejorar el tratamiento de Vox en los medios de comunicación. El caso terminó en marzo del año pasado con el cese de Portomeñe, el nombranmiento de Elena Merino como nueva presidenta de la comisión gestora, y con una fuga de militantes a gran escala, según reconocieron dirigentes de la propia formación.
Pero las declaraciones de Abascal de la última semana van más allá de defender o no la oportunidad del traslado de los restos de Franco desde el Valle de los Caídos a un cementerio privado: no hay antecedentes de que el líder de uno de los principales partidos políticos lance el mensaje de que la dictadura gobernó mejor que los gobiernos de PP y PSOE desde hace 16 años.