Podemos inicia un proceso interno para definir su estrategia y el rumbo del partido. La secretaria general, Ione Belarra, ha anunciado en un acto este sábado que abrirán un periodo de “reflexión” y “debate colectivo” con las bases para estudiar cuáles deben ser los pasos orgánicos y estratégicos que debe seguir la formación después de un cambio de ciclo político en la izquierda en el que han perdido la hegemonía del espacio frente al proyecto que lidera Yolanda Díaz.
“Quiero pediros a la militancia a los inscritos e inscritas, a todas las personas que pensáis que Podemos es la herramienta imprescindible. Quiero deciros que fortalezcamos Podemos. Necesitamos vuestra inteligencia, manos y corazón, vuestro compromiso militante, para reconstruir la militancia”, ha dicho la líder de Podemos en un acto en el círculo de Bellas Artes, ante unas 1000 personas según la organización (la mitad han seguido el evento en pantallas en salas adjuntas) con el que el partido ha querido lanzar un mensaje de rearme político.
Inicialmente, la previsión era que el acto se pudiera celebrar en la plaza Nelson Mandela de Lavapiés, como una forma de apelar al lugar donde nació el partido, hace nueve años, pero finalmente tuvieron que mover el lugar por previsiones de lluvia en la capital.
El proceso de consulta a las bases tendrá un periodo de duración de mes y medio, hasta el próximo 4 de noviembre, y se articulará alrededor de un documento político redactado por la dirección del partido. “El 4 de noviembre, Podemos votará un documento político que haremos público hoy. Con el objetivo de fortalecer política y colectivamente a la organización”, ha dicho Belarra. “Si vosotros y vosotras estáis dispuestas a pelear, nosotras también”, ha sostenido.
La propuesta servirá para empezar a definir la hoja de ruta que marcó el partido en su Cuarta Asamblea Ciudadana y que para Belarra ha quedado caduca. En ese órgano se trazaron las líneas para el ciclo político que comenzaba entonces y en el que el partido entendía, tal y como había señalado su fundador meses antes, que el liderazgo del espacio político debía quedar en manos de Yolanda Díaz.
Así figura en los documentos políticos de la cuarta Asamblea Ciudadana: “Pablo Iglesias ha sido capaz de comprender que tocaba dejar paso a nuevos liderazgos. Nuestra actividad durante 2020 ha construido el liderazgo de Yolanda Díaz en el Gobierno y en Unidas Podemos y debemos cuidarlo, consolidarlo e impulsarlo con todas nuestras fuerzas”.
Podemos entendía que había que dejar atrás una etapa “protagonizada por el liderazgo y la personalidad de Pablo” y construir un nuevo partido “con más protagonismo colectivo”, con un liderazgo “asumido mayoritariamente por compañeras” y que mirase más allá de Madrid. Esa asamblea eligió a Ione Belarra como secretaria general y sentó las bases de lo que se esperaba que fuese una suerte de bicefalia: la sucesora de Pablo Iglesias al frente de la formación y Yolanda Díaz para liderar la coalición de Unidas Podemos.
“Hace dos años y medio que celebramos nuestra cuarta asamblea y me elegisteis como secretaria general. Este ha sido y sigue siendo uno de los mayores honores”, ha recordado Belarra. “Creo que es justo reconocer que los objetivos con que nos presentamos a esa asamblea, proponer a Yolanda Díaz para competir con ser la fuerza mayoritaria el gobierno, porque nuestro objetivo siempre ha sido ganar y profundizar transformaciones... Esos objetivos no se han cumplido”, ha sostenido la líder del partido.
Belarra ha criticado en su discurso la forma en la que se ha elaborado el proceso de unidad de la izquierda para el último proceso electoral e incluso ha censurado que lo que ha ocurrido hasta ahora se pueda llamar de esa forma. “En estos años y lo digo con inmenso dolor, Podemos ha sido sometido a un proceso que no se puede llamar de unidad”, ha dicho la líder que ha advertido, de cara al futuro, que “acuerdos en estas condiciones no se pueden volver a repetir”.
Es precisamente la forma en la que Yolanda Díaz ha construido el liderazgo del espacio, desde que Pablo Iglesias le cedió el testigo y Podemos lo asumió formalmente en sus documentos políticos, lo que ha hecho al partido separarse de la vicepresidenta segunda. Las decisiones que fue tomando, con su acercamiento a otras fuerzas políticas como Más Madrid; con la negociación de la coalición de unidad en las elecciones andaluzas y ya en el último tiempo con la gestión de algunas crisis dentro del Gobierno, han ido distanciando a las dos partes.
Por eso Podemos cree que el partido debe reflexionar sobre cuál debe ser su papel ahora, como parte de la coalición y el grupo parlamentario de Sumar pero con la expectativa de reafianzar su espacio propio y tratar de volver a ser el principal partido de la izquierda. Y es esa reflexión la que la dirección va a trasladar ahora a la bases en un proceso de debate con inscritos, cargos orgánicos e institucionales que culminará en una votación y una conferencia política posterior que servirá como puesta de largo de todo ese proceso.
El documento, que nace de la dirección y que pasará este mismo sábado por el Consejo Ciudadano Estatal, que se reúne esta tarde en Madrid, será puesto a disposición de los círculos en primer lugar para que puedan debatirlo y enmendarlo. Posteriormente habrá un tiempo para la puesta en común de ese texto con encuentros con militantes de todo el país y más tarde con encuentros autonómicos.
Propuestas para la negociación de Gobierno
En esa diferenciación que Podemos quiere exhibir frente a Sumar, este sábado ha planteado una serie de propuestas para las negociaciones con el Partido Socialista de cara a formar un nuevo gobierno de coalición progresista. En concreto, ha planteado cinco puntos en línea con las reivindicaciones que el partido viene exponiendo desde hace varios meses.
En concreto, han reclamado un acuerdo de Gobierno en el que se recoja una rebaja permanente del transporte público y un límite a los márgenes de beneficio de las empresas alimenticias; un compromiso de renovación del Poder Judicial; una moratoria de todos los contratos de alquiler durante la próxima legislatura y una subida del salario mínimo a 1.500 euros.
Como parte fundamental de esas propuestas que ya han trasladado tanto a Sumar como al PSOE, Podemos ha reclamado la presencia de Irene Montero como ministra de Igualdad en el próximo Gobierno de coalición. “Podemos piensa que el feminismo es el movimiento social más transformador. Nos propone reorganizar nuestro modo de vida para que sea compatible, vidas libres, seguras, para todos y todes”, ha defendido Belarra, que ha reivindicado que para llevar estas propuestas adelante hace falta “valentía” y “capacidad de plantarse”. “Por eso pensamos que es imprescindible que Irene sigan al frente del Ministerio de Igualdad. Lo propongo formalmente”, ha dicho.
La propia Irene Montero ha intervenido en el acto de este sábado para defender el trabajo que ha hecho en su ministerio y para reivindicar que el movimiento feminista “siga siendo el motor de las transformaciones”. Y dentro de esa reflexión también ha lanzado mensajes velados tanto al PSOE como al proyecto de Yolanda Díaz. “El feminismo en la acción institucional y de gobierno no puede ser una nota al pie; no es un complemento que te pones en campaña y te quitas para formar un gobierno. Debe ser el motor de las transformaciones”, ha defendido.
“Por eso es tan importante que les digamos con mucha serenidad pero firmeza que nosotras aquí seguimos. Sabemos lo difícil que va a ser y estamos dispuestas a pagar el coste. Merece la pena luchar sin ningún tipo de duda. Sino no nos rendimos, podemos ganar y eso es lo que estamos haciendo, ganar”, ha dicho.