La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, asegura que el 27S no solo se escenificó la división en dos bloques a favor y en contra de la independencia de Cataluña. Para ella lo que se demostró es que hay “una mayoría democrática” que exige “un referéndum vinculante” para decidir el futuro de la comunidad. Además, en una entrevista en Carne Cruda, acusa al presidente Mariano Rajoy de haber “negado el diálogo” y, por tanto, haber provocado el “bloqueo” que existe ahora entre el Gobierno en funciones de Artur Mas y el del resto de España.
La alcaldesa sostiene que en las elecciones catalanas “más allá del bloque independentista y el del no” lo que se puso de manifiesto fue lo que “muchos hemos reivindicado”: “Una mayoría democrática que exige un referéndum vinculante”. “Basta ya de inmovilismo y de amenazas. No se le puede tener miedo a la democracia -expresa Colau en la entrevista conducida por Javier Gallego-. Hay mucha gente que nunca hemos sido independentista pero nos parece incontestable que se pueda hacer un referéndum”.
No obstante, a quien Colau reprocha la situación a la que se ha llegado en Cataluña es a Mariano Rajoy. “Hay una situación de bloqueo que no produce el independentismo sino el presidente del Gobierno”, sostiene la regidora de Barcelona en Comú, que asegura que la “única respuesta” han sido “amenazas” y “groserías”.
Sobre la 'guerra de banderas' que se produjo en el balcón del consistorio en la celebración de las fiestas de la Mercè, cuando un concejal de ERC sacó una estelada y le respondió con la bandera de España otro del PP, Colau asegura que fue un “espectáculo” que le produjo “vergüenza ajena”. Además, ha negado que hubiera inacción por su parte ni la del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que intentó frenar al edil conservador en la colocación de la bandera española. Según Colau, intentó convencer a Alfred Bosch de que retirara la bandera catalana porque estaba “fuera de lugar” pero en ese momento Alberto Fernández Díaz colocó la rojigualda en el balcón sin que su compañero de filas lograra evitarlo.
También ha defendido la retirada del busto del rey Juan Carlos del salón de plenos del consistorio, aunque ha admitido que pudieron cometer un error de comunicación en la manera en que se llevó a cabo. Colau sostiene que se modificará el reglamento del Pleno para que se muestre la “soberanía” de la institución.
Colau hace un balance positivo de sus 100 días al frente de la capital barcelonesa, aunque reconoce que no quiere ser “autocomplaciente” puesto que las medidas para arreglar los problemas estructurales se tomarán en el “medio y largo plazo”. Sin embargo, recalca que las “prioridades” de la coalición Barcelona en Comú ya se han puesto en marcha.
Interrogada por la contratación de su pareja, Colau defiende que “no trabaja para el Ayuntamiento”, sino que le fichó el grupo municipal de Barcelona en Comú para que desarrollara oficialmente las tareas de “relaciones institucionales” que hasta entonces había desempeñado.