Lisboa, 15 nov (EFE).- La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, afirmó en una entrevista con EFE en Lisboa que actualmente hay una guerra regional en Oriente Medio, que podría tener estallidos de violencia, “incluso peores”, en más lugares fuera de Israel, Palestina o el Líbano.
“Se libra una guerra regional, sabemos que EE.UU. y el Reino Unido están también implicados, el Yemen está involucrado. Irán es básicamente contra quien se está yendo a través de guerras subsidiarias, por lo que el potencial para erupciones (de violencia) incluso peores está ahí”, dijo la activista.
Sobre Gaza e Israel, Callamard indicó que la manera de mejorar la situación sería “un alto el fuego” acordado por el Ejército israelí, el grupo islamista Hamás y otras facciones armadas palestinas.
En la franja, “no hay otra manera de aliviar o mitigar el sufrimiento más que detener los bombardeos, parar los ataques, dejar que entre la ayuda humanitaria y permitir que todos los rehenes vuelvan con sus familias”, aseguró.
Agregó que AI lleva documentando abusos desde el 7 de octubre del año pasado. En esa fecha se produjo el ataque de Hamás contra territorio israelí, en el que fallecieron unas 1.200 personas y más de 200 fueron secuestradas, lo que motivó la ofensiva de Israel contra Gaza.
Callamard destacó que las fuerzas armadas israelíes libran “una campaña de castigo colectivo contra los palestinos”, caracterizada por el bombardeo “deliberado e indiscriminado” de civiles e infraestructuras palestinos.
Unas 45.000 personas han muerto por esa ofensiva en la Franja, de las que el 70 % son menores, subrayó la responsable de AI, quien señaló que “la lista de crímenes de guerra cometidos por Israel es muy larga”.
Respecto a la situación de los rehenes capturados por Hamás y otras milicias palestinas, Callamard recordó que todavía hay unos 100 que permanecen en Gaza.
“No hay duda de que están detenidos bajo condiciones horribles: torturas, un tratamiento inhumano degradante que probablemente sea rampante, aparte del hecho de que pueden ser bombardeados en cualquier momento debido a los ataques incesantes de Israel”, dijo.
A su juicio, la mejor opción para su liberación es “un alto el fuego”, aunque insistió en que los rehenes deberían ser puestos en libertad “independientemente” de si hay un cese de las hostilidades.
“La captura de rehenes es un crimen de guerra, retener a esos rehenes es un crimen de guerra”, apuntó.
En cuanto al Líbano, Callamard lamentó que Israel posiblemente esté aplicando “algunas de las técnicas adoptadas en Gaza”. “Está teniendo como blanco a civiles o los está bombardeando de forma indiscriminada”, remarcó.
Israel “reivindica que va contra Hizbulá -destacó-, pero las pruebas en pueblos, ciudades y barrios que han sido bombardeados parece que indican que los civiles y las infraestructuras civiles han sido atacados también”.
Callamard mencionó que “otro crimen de guerra cometido por Israel ha sido el ataque al sistema bancario, presuntamente porque está gestionado por Hizbulá, pero esto debe ser investigado como crimen de guerra porque esta es una infraestructura civil que tiene un impacto desproporcionado en la gente del Líbano”.
Por contra, la secretaria general de AI hizo alusión al disparo de cohetes por parte del grupo chií libanés contra Israel, donde “también han muerto civiles”.