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Albert Rivera se erige en mediador del primer acuerdo con PP y PSOE para la Mesa del Congreso

El exlehendakari socialista Patxi López tiene ya asegurado el apoyo de Ciudadanos y del PP para convertirse este miércoles en el próximo presidente del Congreso en sustitución de Jesús Posada. Así lo ha confirmado Albert Rivera que ha destacado su papel mediador para lograr el acuerdo, que ha cerrado él personalmente este mismo martes por la tarde hablando con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, para la composición de la Mesa del Congreso, que será votada este miércoles. El PSOE, además de la presidencia de la Cámara Baja, tendrá la vicepresidencia segunda; el PP dos vicepresidencias y una secretaría; Podemos, una vicepresidencia; En Comú Podem, una secretaría; y Ciudadanos, dos secretarías.

En representación de Ciudadanos estarán en la Mesa, el asturiano Ignacio Prendes, el primer exdirigente de UPyD que fue expedientado y abandonó el partido de Rosa Díaz para pasarse a Ciudadanos; y la diputada por Madrid, Patricia Reyes que ocuparán sendas secretarías.

Rivera se ha mostrado satisfecho del acuerdo alcanzado porque ha asegurado que la composición de la Mesa refleja “la pluralidad” de la Cámara que ha salido de las elecciones generales, tal y como decidió la ciudadanía el pasado 20D. Además, desbloquea, a su juicio, el primer escollo político que había para que los partidos pueden empezar a trabajar por las “reformas estructurales” que a su entender necesita España en estos momentos. Una de ellas, la propia reforma del Reglamento del Congreso para evitar que a partir de ahora un solo grupo obstaculice la posibilidad de que salgan adelante las iniciativas de otros grupos -como comisiones de investigación-, o abuse de su superioridad parlamentaria en los órganos de gobierno de la Cámara, como ha ocurrido hasta ahora con el PP.

A pesar del estar satisfecho, Rivera ha afirmado que López “no es nuestro candidato ideal”, pero ha reconocido que el socialista vasco reúne el perfil “constitucionalista” que se buscaba y ha destacado que incluso el PP le apoyó en el País Vasco para ser lehendakari. El líder de Ciudadanos ha aprovechado para alertar sobre la necesidad de cerrar filas entre los tres partidos que defienden la unidad de España –PP, PSOE y el suyo– ante la gravedad de la situación creada en Cataluña, una vez investido presidente de la Generalitat el independentista Carles Puigdemont.

Rivera ha lamentado que Podemos no se haya sumado a este primer gran acuerdo sobre la Mesa y a la “foto global”, pese a que tanto ellos como el PP y el PSOE han aceptado que tengan dos representantes en este órgano. “A Podemos les pido que aparquen sus intereses de partido y que renuncie a sus reivindicaciones de tener cuatro grupos parlamentarios”, ha dicho el dirigente de Ciudadanos, que en ningún caso va a apoyar que los de Iglesias se salgan con la suya.

El líder de la formación naranja también ha aclarado que ellos no ofrecieron al PNV nunca entrar en la Mesa porque, ha insistido, este ógano debe reflejar las “mayorías” salidas de las elecciones generales y los nacionalistas vascos son un grupo minoritario.

Rivera ha querido dejar claro que este primer acuerdo, así como el hecho de que el PP haya renunciado a presentar su propio candidato alternativo a López, presuponga que haya algún “pacto secreto” con el partido de Rajoy sobre una posible negociación en torno a su futura investidura. “No hay que precipitarse ni sacar conclusiones erróneas”, ha reiterado Rivera, que no ha avanzado ninguna posición nueva a ese respecto en la rueda de prensa. A su juico, este acuerdo únicamente sirve para desbloquear una situación que había sobre la composición de la Mesa del Congreso y no hay que ver más allá de ello.

El presidente de Ciudadanos ha desvelado que el pacto se ha negociado por separado porque “ha sido imposible” sentar juntos en una misma mesa a populares y socialistas, como a él le hubiera gustado.También ha dicho que no hay “ningún papel firmado”, de modo que si el PSOE lograra fraguar un acuerdo para que Pedro Sánchez gobierne, no hay ningún compromiso para que Patxi López renuncie a la presidenia del Congreso. Algo que deja en sus manos, siempre que se den esas condiciones en las que él tampoco ha querido adentrarse. Ellos mantienen que el partido que gobierne debe tener un color distinto al que presida la Mesa de la Cámara.