Hace solo mes y medio, Albert Rivera acaparaba la portada de Esquire en el número de junio, con un titular que explicaba bien sus planes a medio plazo: “Antes veía Borgen, ahora disfruto con Sucesor Designado”. Era una de esas entrevistas que los medios conceden a un candidato presidenciable, Rivera definía a su partido como “una start up para el futuro de España y Europa”. El clima político era propicio para ese tipo de afirmaciones: cuando tuvo lugar la cita con la revista no había a la vista ninguna moción de censura y todas las encuestas situaban a Ciudadanos en primer lugar, con el PP hundido de escándalo en escándalo.
Solo seis semanas más tarde, Rivera compite por liderar la oposición con un PP todavía en ruinas, el PSOE es primera fuerza en los sondeos y todos los focos se han desplazado hacia el nuevo presidente, Pedro Sánchez. Rivera, al que muchos veían camino de La Moncloa, con un partido llamado a heredar la hegemonía del centro-derecha en pleno desplome del PP, busca ahora su sitio en un contexto mucho más difícil. El partido ha desplegado una frenética agenda política y legislativa para tratar de mantener la atención de los medios.
La nueva estrategia del partido es no dejar pasar un solo día sin una o varias comparecencias públicas en las que se multiplican las iniciativas parlamentarias. A veces, ese afán por lograr la atención mediática les ha llevado a presentar por partida doble o triple una misma propuesta. Pasó entre el 12 y el 15 de junio con la proposición de ley sobre conciliación de la vida laboral y familiar, la igualdad entre hombres y mujeres y el apoyo a las familias: la avanzó el martes Rivera en su comparecencia ante su grupo parlamentario, abierta a los medios; la presentó el siguiente jueves el propio Rivera en un acto en Madrid, y la registró ese viernes la portavoz de Educación, Marta Martín, en el Congreso.
Las agendas de los dirigentes de Ciudadanos, a tope
Para comprobar la intensa actividad que está desplegando el partido desde que triunfó la moción de censura de Pedro Sánchez solo hay que echar un ojo a las previsiones y convocatorias informativas de todos estos días. Los principales dirigentes han intensificado su presencia en actos públicos y han concedido numerosas entrevistas a medios de comunicación. Rivera se ha vuelto omnipresente, especialmente en estos días que han transcurrido del mes de julio.
El mismo día de la moción, y tras constatar que gracias al PNV había prosperado, en el partido se anunció que saldría a hacer las primeras valoraciones el secretario general, José Manuel Villegas. Pero al final, al ver que iba a ser el único líder que no iba a comparecer, Rivera decidió salir él. Y lo hizo para adelantar que a partir de ese momento haría “una oposición firme y leal con los españoles, contra el bipartidismo y el Gobierno Frankestein” que iba a formar Sánchez.
Unos días después, Rivera presentaba a Inés Arrimadas en un desayuno informativo organizado por El Economista y celebrado en un hotel de Madrid. Aunque la protagonista era la dirigente catalana, el titular se lo llevó él al afirmar que no va a cambiar “de criterio” y pelearía para “sacar adelante” los Presupuestos de 2018, que estaban aún en fase de tramitación, “a pesar de Sánchez y su 'no es no'”.
Las comparecencias de los martes ante su grupo
Tras estas dos apariciones Rivera se replegó unos días y dejó el protagonismo mediático a otros dirigentes de su partido. Pero lo que no descuidó fueron sus intervenciones en abierto de todos los martes ante su grupo parlamentario, en las que fija postura sobre la actualidad política, y sobre los asuntos que se debaten esa semana en los Plenos del Congreso, anunciado en muchas ocasiones las iniciativas que presentará su grupo.
El líder de Ciudadanos también ha querido mantener viva la Plataforma 'España Ciudadana' que había lanzado a bombo y platillo a finales de mayo en Madrid. con la presencia de la cantante Marta Sánchez, y tratar de sacar partido al debate territorial, uno de los que más réditos ha dado a Rivera, que le llevó a ser primera fuerza en Catalunya relegando al PP a ser última fuerza en el Parlament.
A mediados de junio Rivera se desplazó a Málaga para protagonizar el segundo acto de este foro en el que estuvo rodeado, entre otros, por el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa -sobre el que se especuló que podía ser el candidato a la Comunidad de Madrid-, el empresario hotelero Kike Sarasola y el exseleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda, que ya está confirmado que será el cabeza de cartel por esta circunscripción en las próximas elecciones andaluzas.
Otra de sus apariciones públicas en junio fue con motivo de la reunión del Consejo Consejo General de Ciudadanos, máximo órgano entre Asambleas del partido, en la que protagonizó la única intervención que hubo abierta para la prensa. Allí Rivera aprovechó para cargar contra Sánchez por su política de “cesiones a los independentistas” en Catalunya y por haber impulsado el decreto ley para renovar RTVE, que calificó de “dedazo” y “cacicada”.
Rivera, además, ha tenido a lo largo de este mes y medio que ha transcurrido desde la moción de censura varias intervenciones en los Plenos del Congreso, en donde no ha escatimado corrillos con los periodistas ni declaraciones improvisadas para comentar asuntos de actualidad.
En junio tuvo oportunidad de replicar desde la tribuna de oradores a Pedro Sánchez que había acudido a la Cámara a explicar la posición de España ante la crisis migratoria antes de participar en la cumbre de Bruselas. En una crítica intervención, Rivera alertó de que su “buenismo” del líder socialista con la inmigración alimentaba el “populismo”.
Ese mismo día, en la sesión de control, mantuvo un tenso rifirrafe con el presidente del Gobierno al que acusó de estar dispuesto a romper “la caja única de la Seguridad Social” para contentar al PNV.
Rivera ha ido dosificando sus anuncios más relevantes, aunque a veces ha dejado esa tarea en manos de su número dos, José Manuel Villegas, o de la portavoz nacional, Inés Arrimadas, cuyas agendas no tienen mucho que envidiar a la de Rivera. Como el lanzamiento de una segunda Plataforma, esta vez para las europeas, en alianza con el partido de Emmanuel Macron, En Marché, y el Partido Demócrata del italiano Matteo Renzi, que corrió a cargo de su número dos.
El mes de junio lo cerró con un viaje relámpago a Bruselas para asistir a la reunión del grupo ALDE y participando al día siguiente en Madrid en la II Edición de la Escuela de Verano 'Liberalismo es progreso', organizado por Ciudadanos y al que fueron invitados diversas personalidades. Entre ellos el filósofo Fernando Savater -uno de los impulsores de UPyD- al que el líder de Ciudadanos invitó a sumarse a la citada plataforma que quiere liderar con Macron y Renzi.
Rivera también fue el encargado de clausurar esos cursos de verano del partido ese sábado. Para entonces la mayoría de los sondeos empezaban a indicar que Ciudadanos había dejado de ser el partido favorito de los españoles y bajaba varios puntos en intención de voto, mientras el PSOE, gracias al 'efecto Sánchez, se colocaba a la cabeza.
Prácticamente desde que nació, Ciudadanos vive pendiente de las encuestas. La última publicada por eldiario.es, de Celeste -Tel, ratifica que el regreso de los socialistas al Gobierno sigue aupando al primer puesto al PSOE, mientras el PP se mantiene en segundo lugar.
El discurso oficial de todos los dirigentes de Ciudadanos pasa por restar importancia a esos datos, afirmando que son “tendencias” y fruto “momentos coyunturales”. “Nosotros no trabajamos con encuestas lo hacemos con un proyecto”, insisten los dirigentes consultados.
Un mes de julio mucho más intenso
El mes de julio la actividad de Rivera ha tomado aún más impulso. El líder de Ciudadanos decidió protagonizar la primera rueda de prensa del mes tras la reunión del lunes -2 de julio- de la Ejecutiva Nacional. Y lo hizo, entre otras cosas, para anunciar que su partido se autoexcluía del acuerdo alcanzado para renovar la cúpula de RTVE tras el “decretazo de Sánchez”.
Al día siguiente -3 de julio- el líder de Ciudadanos presentó a Villegas en un desayuno informativo , y después tuvo una intervención en abierto ante su grupo parlamentario pero en ella Rivera no hizo ni una sola alusión al primer caso de corrupción que le acababa de estallar en Arroyomolinos, uno de los pocos ayuntamientos de Madrid en donde en las elecciones de 2015 logró gobernar Ciudadanos.
El alcalde, Carlos Ruipérez, era detenido y salía de los juzgados en libertad con cargos. El partido le exigió su dimisión inmediata, pero, al resistirse, el partido le abrió un expediente del expulsión que aún no ha sido solventado.
Dos días después de ese suceso -el 5 de julio- Rivera clausuró en la Casa de América el XI Foro Atlántico para conferenciar sobre de nuevo junto a Vargas Llosa sobre los “populismos, los nacionalismos y los retos democráticos”. Allí no dejó pasar tampoco la oportunidad para criticar la política de Sánchez sobre Catalunya.
El viernes de esa misma semana -6 de julio- participó en la I Cumbre de Innovación tecnológica y Economía Circular organizada por Advanced LeaderShip Foundation, en la que la estrella fue Barack Obama, pero con el que no pudo charlar. No así Pedro Sánchez que se desplazó al hotel donde se celebró el acto únicamente para hacerse la foto con el expresidente norteamericano.
Rivera acudió al día siguiente -7 de julio- en Madrid a la marcha del Orgullo Gay junto con los líderes regionales del partido Ignacio Aguado y Begoña Villacís. Ajeno a los abucheos que cosechó por parte de un grupo de asistentes, el líder del partido hizo declaraciones a los medios para resaltar su apoyo a los colectivos LGTB y defender la gestación subrogada. Mientras, en las redes le recordaban unas antiguas declaraciones suyas asegurando que al matrimonio gay no se le podía llamar matrimonio.
El domingo -8 de julio- viajó a Palma para protagonizar el tercer acto de España Ciudadana en el que participó el antiguo dirigente del PSOE, Joan Mesquida - cuyo fichaje se da por seguro como candidato a la alcaldía- y Manuel Valls, del que todavía no se tienen noticias sobre si hará lo propio para Barcelona.
La última semana la arrancó Rivera -lunes 9- interviniendo en acto del Foro ABC, en el Casino de Madrid. El martes Rivera suspendió su habitual comparecencia ante el grupo parlamentario para reunirse con las asociaciones de víctimas del terrorismo en el mismo Congreso.
El miércoles se desplazó a Sevilla para participar en un desayuno informativo y posterior coloquio organizado por el Grupo Joly. Rivera volvió raudo a Madrid porque al día siguiente -12 de julio- presentaba la ley de despolitización de Poder Judicial en el Congreso junto al responsable de Justicia, Ignacio Prendes.
Entre medias de todos estos actos, Rivera ha concedido algunas entrevistas a Los desayunos de TVE (11 de junio); a Las Mañana de RNE (20 de junio) y a El programa del Verano de Telecinco (9 de julio) en donde protagonizó un tenso enfrentamiento con la periodista Esther Palomera.
La semana que empieza tendrá una nueva oportunidad para fajarse con el presidente del Gobierno, que acude al Congreso a presentar su programa de Gobierno, como le ha pedido reiteradamente Rivera.
La comparecencia de Sánchez se produce a petición propia, después de que todos los ministro hayan desgranado sus planes en las correspondientes comisiones del Congreso.
Pero además el partido mira ya a las próximas elecciones y está convencido de que la siguiente batalla se dará en Andalucía, donde dan por hecho el adelanto electoral. El lunes Rivera y Arrimadas bendecirán a los ocho cabezas de cartel en las provincias que están siendo elegidos durante el fin de semana. El actual líder del partido y portavoz parlamentario en la asamblea andaluza, Juan Marín, ha vencido en las primarias a los otros 13 aspirantes y será el cabeza de cartel en Andalucía donde el partido da por hecho el adelanto electoral.