Ciudadanos no las tiene todas consigo de cara al 26J. Aunque el discurso oficial de Albert Rivera es que van a crecer y a ser “decisivos” a la hora de formar Gobierno, en el cuartel general del partido se ha instalado la prudencia. Hay cierto temor a un pinchazo en estas nuevas elecciones generales. Las encuestas son muy dispares y cambiantes. Unas vaticinan que el partido naranja se estanca, e incluso que podría bajar en número de escaños, mientras otras les dan diputados suficientes para poder acercarse junto al PP a la mayoría absoluta.
Ante esta incierta situación, el comité de campaña de Ciudadanos ha diseñado un programa para afianzar el voto del 20D y rascar algún escaño más donde no lo lograron entonces. Para ello van a volver a tirar de la figura de Rivera como principal activo del partido. Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia serán sus principales objetivos.
El partido de Rivera también se ha marcado el reto de conseguir representación en algunas de las 26 circunscripciones donde no lo consiguieron el 20D. Estas provincias fueron: Huelva, Jaén, Huesca, Teruel, Ávila, Burgos, Palencia, Segovia, Zamora, Soria, Ciudad Real, Cuenca, Lleida, Girona, Badajoz, Cáceres, Lugo, Ourense, Pontevedra, Navarra, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, La Rioja, Ceuta y Melilla.
Algunas plazas de este listado pueden darse por perdidas. De hecho, Rivera no acudirá ni a Navarra ni al País Vasco. A La Rioja -en donde el partido anda muy revuelto- no iba a ir, pero al final ha programado un acto en Logroño para recalar luego en Santander. Allí su gran apuesta va a ser el actor Felisuco, tras forzar la retirada del anterior candidato, el polémico Carlos Pracht, que pese a todo consiguió ser diputado.
Pero el líder de Ciudadanos se volcará principalmente en Madrid donde el pasado 20D logró 7 diputados, un excelente resultado ya que se colocó como tercera fuerza política por encima incluso del PSOE, que solo consiguió 6 actas, y a solo una de diferencia de Podemos, que sacó 8. Ahora, tendrá que pelear por mantenerse en la capital ya que la confluencia con IU, en cuya lista figura Alberto Garzón, va dejarse la piel para crecer a costa de los demás partidos, principalmente del PSOE.
En Cataluña Ciudadanos consiguió el 20D 5 escaños: cuatro por Barcelona y uno por Tarragona. Pese a ser la cuna de Rivera, el partido no ha conseguido rentabilizar su discurso contra el nacionalismo y se quedó sin representación en Lleida y Girona, dos provincias en donde tiene complicado rascar votos, sobre todo en la última. Por ello, Rivera acudirá en varias ocasiones a Barcelona aunque el debate a cuatro del día 13 le va a obligar a modificar sus planes iniciales y podría suspender el mitin que tiene ese día allí programado. Su idea también era ver en la capital catalana el debut de la selección española en su primer partido de la Eurocopa contra la República Checa.
No obstante, Rivera va a dejar también que en Cataluña recaiga gran parte del protagonismo en la portavoz de su partido en el Parlament, Inés Arrimadas, una de las líderes mejor valoradas pese a que el número uno de la candidatura es el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta. En la capital catalana Rivera sabe que le va a ser imposible rivalizar con En Comú Podem, la plataforma de Ada Colau, así que su objetivo va a ser robar votos tanto al PP como al PSC, al que atacará por su repentina decisión de “subirse al carro del independentismo”.
En la Comunidad Valenciana, el partido de Rivera consiguió cinco actas en el Congreso: dos por Valencia, dos por Alicante y una por Castellón. Allí esperan que el discurso anticorrupción contra el PP les funcione y les haga crecer, no solo mantenerse, con Toni Cantó como cabeza de lista en Valencia. En Murcia saben que podría peligrar alguno de los dos escaños que obtuvieron el 20D, aunque el escándalo que ha afectado al actual presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez, podría salvarles en esta región. Rivera también pretende prestar atención a Aragón, en donde solo tiene un diputado por Zaragoza. No lo consiguió ni en Huesca ni en Teruel, en donde Podemos tiene buenas perspectivas.
En Castilla-León Ciudadanos consiguió tres diputados: uno por León, otro por Salamanca y uno más por Valladolid. En esta comunidad, aspiran a mantenerse frente a su principal rival, el PP. Muy difícil lo tienen en Ávila, en donde Pablo Casado -la figura emergente del partido- está echando el resto. Rivera irá Valladolid y a Salamanca.
En Castilla La Mancha los de Rivera obtuvieron tres actas al Congreso, una por Albacete, otra por Guadalajara, y otra por Toledo, en donde el PP estuvo a punto de arrebatársela así que van a tener que luchar. Extremadura es otro de los hueso duros de roer. Ni en Cáceres ni en Badajoz consiguieron representación y ahora tampoco se vislumbra que tengan muchas posibilidades.
Pero donde lograron muy buenos resultados fue en Andalucía, con 8 diputados, dos por Sevilla, dos por Málaga y uno respectivamente por Almería, Cádiz, Córdoba y Granada. No logró representación en Huelva y Jaén, dos circunscripciones en las que el voto va a estar ahora muy disputado. En Andalucía el partido naranja da sustento al PSOE pero sabe que el caso de los EREs va a pasarle factura.
En Galicia Ciudadanos sufre un conflicto importante por lo que temen perder incluso el único diputado que consiguieron por A Coruña, donde ha dimitido la cúpula del partido en bloque y el anterior cabeza de cartel, Antonio Rodríguez, se ha ido. El dirigente ha abandonado tras ser defenestrado de la candidatura y ha acusado a Rivera de haber utilizado el “dedazo” y de cometer “una cacicada”. No obstante, el líder de Ciudadanos no quiere tirar allí la toalla y tiene proyectados dos mítines en Santiago y Vigo.