El grupo parlamentario de Ciudadanos en Valencia sigue siendo un peligroso polvorín para Albert Rivera. La escalada de tensión con los críticos, grupo que abandera Alexis Marí, ha ido estos últimos días en aumento tras la publicación de varios tuits incendiarios del exportavoz en Les Corts arremetiendo contra algunas de decisiones del partido y atacando directamente al diputado Toni Cantó, que previsiblemente será el próximo cartel autonómico de Ciudadanos en 2019.
Pese a que son muchos los dirigentes del partido que reconocen que el malestar contra el exsíndic es profundo, la Ejecutiva que lidera Rivera no acaba de decirse a prender la mecha, es decir, abrirle un expediente de expulsión ante el temor a convertirle en un “martir” y provocar con ello una nueva desbandada de cargos en esa Comunidad que ha vivido ya varias crisis internas.
Marí fue despojado de su cargo hace escasamente dos meses alegando “falta de confianza”. Desde entonces –aunque las discrepancias venían de antes– el exportavoz valenciano ha estado utilizando su cuenta de Twitter para hacer patente su enfado contra algunas decisiones de su partido, al que reprocha haberse “entregado al PP” y no estar defendiendo bien los “intereses de los valencianos”.
Una de sus principales dicrepancias ha estado en torno de los Presupuestos Generales del Estado de 2017, que considera que “maltratan” a su tierra sin que la dirección de Ciudadanos haya luchado por defenderla. La decisión de Marí de sumarse a un acto de protesta con Compromís y el PSPV por las escasas inversiones que estos presupuestos suponen para la Comunidad fue la gota que desbordó el vaso y que provocó que Rivera decidiera sustituirle en la portavocía.
Marí arremetió en Twitter al ver cómo el PP y su propio partido tumbaban varias enmiendas que iban a suponer un ayuda de 37 millones para el transporte metropolitano de València. “¿Todo en orden, no? Albert Rivera”, le espetó en un tuit. Muchos de sus comentarios en la red los remata con un “Luis sé fuerte”, en alusión al apoyo que da Ciudadanos a un Rajoy acosado por la corrupción.
Sus declaraciones contra Rivera han bordeado lo permitido al hacer algunas insinuaciones poco elegantes. “El día que Rivera invitó a los díscolos a que se fueran se tomó una sobredosis de colacao tremenda por la mañana, iba muy cargao”, afirmó a los periodistas poco después de ser destituido de su cargo.
Con todo, lo que más ha irritado a los dirigentes de la dirección ha sido que Marí confesara, también en un tuit, que cuando se sube a un ascensor da la vuelta a la carpeta de Ciudadanos porque le da “vergüenza” que se vea que forma parte de ese partido.
La reacción de Toni Cantó no se hizo esperar y en una entrevista con el periódico Las Provincias, le invitó a marcharse y hacer lo mismo que él hizo cuando creyó no sentirse “representado” por su antiguo partido, UPyD, “entregar el acta de diputado”. Y ahí se desencadenó una nueva tormenta. Marí lanzó una docena de nuevos mensajes en la red contra el diputado, todos acompañados con el hashtag #SinTrampasniCantó.
Además de llamarle “jeta” por haber abandonado UPyD en 2015 “por un sillón” en Ciudadanos, señaló que había acordado “previamente con mi primo el de Zumosol” –en irónica alusión a Rivera– que fuera el próximo candidato a la Generalitat.
A pesar de reconocer que su comportamiento es merecedor de la apertura de un expediente con sanción disciplinaria –que podría acabar en expulsión–, Arrimadas aseguró que no se había tratado este asunto en la Permanente, que emplazó a la próxima reunión de la Ejecutiva.
Y eso que el portavoz del partido en Valencia, Fernando Giner, que es miembro de la Ejecutiva, ha trasladado a José Manuel Villegas el hondo malestar que hay contra Marí y le ha pedido que tomen cartas en el asunto. Pero la dirección sigue sin mover ficha con la esperanza de que sea el propio Marí el que dé el portazo.
“Temen abrir esa espita porque ello supondrían convertirle en un martir y provocar una desbandada de cargos críticos”, aseguran fuentes cercanas al exdirigente en Les Corts
El propio Marí, en declaraciones a eldiario.es, adelanta que no piensa “ni dejar el acta, ni el partido”. Al menos, puntualiza, “por ahora”. “Estoy dispuesto a mantener el discurso con el que me comprometí el 25 de mayo de hace dos años (fecha de las elecciones autonómicas)”.
Ante las críticas que le sitúan más cercano a Compromís o al PSOE que a Ciudadanos, el exportavoz invita a Arrimada a “que revise mis intervenciones en los Plenos y mis declaraciones en los medios de comunicación”.
“Contra el independentismo desde que llevo chupete”
“A lo mejor ella [por Arrimadas] no ha atacado con la misma decisión que yo al nacionalismo ni una tercera parte. Llevo desde que me pusieron chupete peleando contra el independentismo”, añade, mientras afirma: “Mi referente en eso es Girauta [portavoz en el Congreso del partido], algunos compañeros que cambian de criterio político como de chanclas de playa no me preocupan cuando lanzan comentarios en los medios”.
Tanto Marí como su pareja, la eurodiputada naranja Carolina Punset, han mantenido muy alto el listón de las críticas al partido. Pero a ninguno de los dos se les ha abierto nunca un expediente por ello. El malestar interno creció cuando Punset acudió y firmó el manifiesto de la Plataforma Ahora del ex lider de UPyD, Gorka Maneiro.
Ciudadanos tienen 13 diputados en Les Corts Valencianas. Pero al menos cuatro de ellos pertenecen al ala crítica. Además de Marí, Alberto García, David de Miguel, y Domingo Rojo.
El partido ha sufrido numerosas bajas en la región. Una de las más importantes ha sido la de José Enrique Aguar, exportavoz de Ciudadanos en la Diputación de Valencia. La semana pasada, Aguar junto con algunos de estos excargos de Ciudadanos, registraron un nuevo partido, Contigo Somos Democracia (CSD), con el que concurrirán a las próximas autonómicas. Sus promotores aseguran que cuentan ya con 400 simpatizantes, que se convertirán en afiliados a partir de julio. Incluso han cifrado en más de 200 los miembros que se han ido del partido naranja, entre diputados, alcaldes y concejales.
Ciudadanos, sin embargo, cifra en algo más de un centena las fugas de cargos, muchos de los cuales han terminado pasándose al grupo de los 'no adscritos', lo que ha provocado que la dirección quiera reactivar el Pacto Antitransfuguismo para sumarse a él y aislar a los disidentes.
Una de las próximas pruebas de la división que hay en el grupo parlamentario de Ciudadanos en Valencia podría evidenciarse esta misma semana cuando la dirección fije la postura de voto ante la reprobación que ha presentado Podemos contra Mariano Rajoy. Marí no descarta romper la disciplina de voto si no está de acuerdo con la postura oficial.