Albert Rivera nunca se había visto ante una situación parecida en los 13 años que lleva al frente de Ciudadanos. Hasta ahora en casi todas las citas electorales, especialmente en Catalunya, su partido ha conseguido crecer, tanto en porcentaje de votos como en número de escaños. La única excepción fue cuando en las generales de 2016 bajó de los 40 escaños con los que había irrumpido en 2015 en el Congreso a 32. Tres años después, en los últimos comicios del 28 de abril, consiguió remontar y subir hasta los 57, todo un éxito que Rivera interpretó como el inicio de una imparable carrera hacia la Moncloa convencido de que en poco tiempo sería capaz de dar el sorpaso al PP.
Pero su estrategia le ha fallado y ahora el líder de Ciudadanos se enfrenta a la campaña electoral más difícil de su corta vida política. Esta vez, además, se juega su futuro como líder del partido si los expertos en demoscopia aciertan en sus pronósticos y Ciudadanos se hunde y se deja más de una veintena de escaños el 10N. Los sondeos más pesimistas apuntan a que puede dejar de ser la tercera fuerza política y que podría ser superada no solo por Unidas Podemos, sino también por Vox.
Fuentes de la dirección del partido, sin embargo, aseguran que sus trackings internos no son tan dramáticos y les mantienen en la tercera posición, tras el PSOE y el PP, pero “prácticamente empatados con la cuarta fuerza” -Unidas Podemos-, y “no demasiado lejos de la quinta”, Vox. Además, insisten en que aprecian una “tendencia al alza”, sobre todo tras el “efecto” de las numerosas entrevistas que ha aceptado Rivera estos días en programas de varias televisiones. Algunos de gran audiencia, como El Hormiguero, de Pablo Motos, una de las intervenciones de las que están más satisfechos a pesar de que ha levantado polémica.
Este miércoles, en un almuerzo informativo que protagonizó en Madrid, organizado por el Foro ABC, Rivera quitó hierro a los malos augurios: “Soy optimista por naturaleza. Yo nací contra las encuestas, lo único que existe es el trabajo, yo soy un fan del trabajo. Tengo más ganas que nunca y tengo mejor equipo que nunca”, aseguró.
Arranque de campaña en Cádiz y cierre en Barcelona
Con esa agobiante presión encima, Rivera ha arrancado este jueves la semana de campaña en Cádiz, en donde ha protagonizado un acto junto al líder regional, Juan Marín, tras el que ha presentado el cartel del 10N en el que se le ve a él en movimiento liderando a un grupo de ciudadanos con el lema de “España en Marcha”. El 28A apareció un holograma de Rivera, saludando desde Pedraza (Segovia), como ejemplo de la “España Vaciada”. El lugar elegido esta vez tiene también su simbolismo: Cádiz como cuna del constitucionalismo y “símbolo del liberalismo español”, según señalan en el partido.
Rivera no ha dudado en afirmar que está convencido de que le van “a dar la vuelta al partido”. “¿A nosotros nos van a decir que tiremos la toalla?. No nos conocen”, ha afirmado.
“Algunos quieren que Ciudadanos no existan y sigamos con los de la Gürtel y los de los ERES, por eso cuanto más fuertes seamos menos chorizos habrá”, ha añadido mientras pedía el voto para su partido adelantándose a la medianoche, hora oficial del comienzo de la campaña. “Rebelémosnos con el voto naranja”, ha pedido a los suyos. “Os prometo que vamos a dar la campanada y vamos a sorprender a muchos”, ha animado a sus militantes que no han parado de jalearle con gritos de “¡presidente, presidente!”.
En Ciudadanos han vuelto a confiar en el hiperliderazgo de Rivera con el objetivo claro de reactivar a los votantes de su partido. Pero también contarán con Inés Arrimadas como otro de los grandes activos. La portavoz parlamentaria y cabeza de lista por Barcelona se centrará en Catalunya, donde el partido teme sufrir una sangría de votos y perder varios diputados en esa circunscripción y el único que tiene en Tarragona. Tanto es así que por primera vez el cierre de campaña será en Barcelona rompiendo la tradición de hacerlo en Madrid.
Los virulentos incidentes desatados en ese territorio tras la sentencia del procés, que ha servido a Rivera durante la precampaña como ariete contra los independentistas y contra el Gobierno de Sánchez, seguirán siendo el centro de todas las intervenciones tanto de ella como de la candidata a la Generalitat, Lorena Roldán, y el propio Rivera.
Uno de los territorios que no visitarán ni Rivera ni Arrimadas es Euskadi, aunque fuentes de la dirección aseguran que acudirán otros dirigentes. Allí el partido, que se negó a concurrir en coalición con el PP, da por perdida la posibilidad de sacar algún escaño y pese a haber acudido a varios actos anteriormente, la corta duración de esta campaña no aconseja al líder ni a la catalana el esfuerzo de volver al País Vasco.
Presentación del programa económico en Málaga
Uno de los platos fuertes será el acto de este viernes en Málaga, donde presentarán las propuestas económicas y fiscales de Ciudadanos justo después de la polémica desatada con la enmienda que iban a incluir en el Programa para que aflore el dinero negro, que suponía una amnistía fiscal, pese a los desmentidos del partido. Rivera estará acompañado por los responsables de área: el europarlamentario Luis Garicano, su número dos por Madrid, Marcos de Quinto, y María Muñoz, también candidata al Congreso por Madrid.
Aunque De Quinto, Edmundo Bal y Sara Giménez también participarán en varios actos, ya no serán los grandes protagonistas de casi todos los mítines, como ocurrió el 28A cuando recién fichados como independientes por Rivera formaron un trío inseparable.
La agenda completa no está aún cerrada pero ya se sabe que el martes 5 de noviembre, Rivera viajará a Valencia; el miércoles, 6, irá a Sevilla, y el jueves, 7, estará en Madrid. No obstante, el partido busca huecos para estar presentes también en provincias de Castilla y León y Extremadura, dos autonomías que sufren el síndrome de la 'España Vaciada'.
El principal reto del candidato se centra en recuperar su credibilidad, muy dañada por sus cambios de estrategia: de negarse a pactar con el PSOE e instar a Sánchez a formar gobierno con Podemos, a hacerle una oferta de acuerdo in extremis a mediados de septiembre para “desbloquear” España. Y de ahí a su inesperada y sorprendente decisión de levantar definitivamente el veto que había impuesto al PSOE, como le pedían los dirigentes críticos de su partido.
Rivera acude a la contienda bajo el lema de 'España en Marcha', muy macroniano, y al grito de 'Sí se puede', que utilizó Pablo Iglesias con el fin de movilizar a sus votantes, y también Obama con su 'Yes, we can', haciendo llamamientos continuos a la movilización del electorado “de centro, moderado y liberal”. Su oferta de desbloqueo gane quien gane el 10N, con un paquete de reformas a negociar entre el PP, su partido y el PSOE, sigue encima de la mesa.
Llamamientos a la movilización de la militancia
No habrá actos multitudinarios y los dirigentes de Ciudadanos se volcarán en los llamados ‘encuentros ciudadanos’, 'De cañas con...', que les permite estar “en la cercanía con la gente”. Para ello están haciendo llamamientos constantes a la militancia -muy desencantada con Rivera y el partido- para que acuda a los mítines al constatar que ha habido algunos muy desangelados.
En concreto, la dirección se les ha pedido un “esfuerzo especial” para el acto de cierre de campaña en Barcelona para el que se van a fletar autobuses en la mayoría de las agrupaciones. Rivera afirmó este miércoles que hay “un 35 por ciento de votantes indecisos, es decir, unos dos millones y medio de españoles” que, a su juicio, “están muy cerca de votar a Ciudadanos”, por lo que animó a los suyos a dar la vuelta a los malos pronósticos.
A los que afirman que está “bajo de tono” y no le ven “en forma”, les lanzó este mensaje: “Soy una persona optimista. Me encuentro mejor que nunca y tengo el mejor equipo que nunca”, afirmó.
Pero en donde han puesto todas las esperanzas para dar la remontada es en el único debate televisado que habrá entre los cinco principales candidatos a la Moncloa, que se celebrará el lunes, 4, por la noche en la Academia de Televisión.
En el partido confían en que Rivera salga airoso de ese duelo que han empezado ya a preparar con todo detalle conscientes de que de él dependerá que esos desencantados con su estrategia vuelva a confiar en Ciudadanos.