Alberto Garzón ha formalizado este viernes su dimisión como coordinador federal de Izquierda Unida. Ante los miembros de la ejecutiva del partido, el exministro de Consumo ha hecho un breve balance de sus ocho años al frente de la organización que culmina con éxito, según ha defendido. Con el partido en el Gobierno una legislatura más y como una de las piezas fundamentales con las que Yolanda Díaz cuenta para la construcción de Sumar, Garzón ha vaticinado que la formación es “imprescindible para el futuro de la izquierda”.
Garzón ha afirmado en su discurso de despedida que su marcha se ha dado “por fases”. En verano, anunció que no repetiría como candidato en las listas de Sumar para el 23J y durante estos meses ha ido madurando una despedida definitiva de la primera línea política que anunció hace apenas unas semanas en una carta a la militancia. “Se trata de una decisión muy meditada y que formaba parte de la hoja de ruta que personalmente asumí hace tiempo. He esperado a este momento para sincronizar mi decisión final con el cambio de fase política”, describía en ese texto.
El ya exlíder de Izquierda Unida ha esbozado un repaso somero a su etapa al frente de la organización, que tuvo momentos “muy difíciles”, ha dicho. “IU ha vivido momentos políticos muy complicados, de dificultad económica, de poder armar equipos, de sumar fuerzas suficientes para las tareas que teníamos por delante. Lo hemos conseguido. Culmina una etapa que culmina con éxito”, ha defendido ante la coordinadora federal este viernes, que tiene previsto ratificar la creación de una gestora para la preparación de la próxima asamblea, donde se renovarán los liderazgos.
Garzón ha recordado la etapa en la que llegó a la coordinación en un momento político complicadísimo para Izquierda Unida en el que la irrupción de Podemos amenazaba con relegar al partido a la irrelevancia. En las elecciones de diciembre de 2015, Podemos se hizo con 69 diputados, mientras que IU logró dos a duras penas. En los siguientes comicios, Garzón llegó a un pacto con Pablo Iglesias para ir en una coalición que se repetiría también en 2019, y que daría pie al primer gobierno de coalición de la democracia. El líder de IU entró en ese ejecutivo como ministro de Consumo.
Hoy la situación es bien diferente. Dentro de la coalición Sumar, IU y Podemos tienen el mismo peso, cinco diputados, y los de Ione Belarra ya no está en el Gobierno, mientras que Sira Rego cuenta con la cartera de Infancia y Juventud. “Recuerdo esa campaña [de 2015]. Rompimos las predicciones de que íbamos a desaparecer. Hemos conseguido que IU con muchas dificultades, desde esa humildad, modestia, sea una fuerza que contribuya a transformar este país”, ha dicho hoy Garzón.
“Siempre hemos sabido que éramos necesarios pero que solos no podíamos. Lo hicimos con Podemos. Ahora en el marco de Sumar. Siempre hemos defendido esa filosofía y ello nos ha permitido tener bastantes éxitos como país. Sin esa contribución modesta pero imprescindible hoy no tendríamos un país con un gobierno de coalición progresista”, ha subrayado. “Hay que estar profundamente orgullosos del resultado al que hemos llegado”, ha reiterado.
El exministro ha dicho estar “honrado” por haber ejercido el cargo de coordinador federal que ahora abandona y ha vaticinado que “cambian las trincheras pero no las luchas”. “Nos vamos a seguir encontrando en todas las luchas. Es una causa la nuestra que podemos etiquetar como queramos pero nos vamos a encontrar en las calles, movilizaciones, en las instituciones defendiendo la mejora de vida de la clase trabajadora, la protección del planeta, la lucha contra el patriarcado y la paz”, ha sostenido.
Y ha lanzado un último mensaje: “Vamos a ser una pieza indispensable para el futuro de la izquierda. Izquierda Unida puede jugar un papel ensamblando las piezas de la diversa izquierda que no siempre parecen encajar bien pero que tienen que hacerlo para que la sociedad encuentre un instrumento que pueda mejorar sus vidas”.