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CRÓNICA | La historia de un fracaso
El Gobierno descarta una coalición con Unidas Podemos: “No hay vía en esa dirección”
La investidura fallida de Pedro Sánchez está teniendo sus primeras consecuencias en el tablero político, especialmente en Unidas Podemos, donde los aliados de Pablo Iglesias comienzan a plantear alternativas al Gobierno de coalición encaminadas a evitar una repetición electoral el 10 de noviembre. Además de IU y la corriente Anticapitalistas, que reclaman un pacto programático que no implique la entrada de la formación en el Gobierno, los sindicatos mayoritarios instan a PSOE y Unidas Podemos a retomar las negociaciones para llegar a un entendimiento comenzando esta vez por el programa.
24 horas después del fiasco de la investidura, que acabó con una propuesta de Iglesias desde la tribuna y con el grupo confederal solicitando un receso para abordarla in extremis que fue rechazado por el PSOE, la organización de Alberto Garzón envió un comunicado en el que instaba a PSOE y Podemos a retomar el diálogo para alcanzar un acuerdo programático. Para ese momento, el Gobierno en funciones había descartado la “vía” de la coalición que exploraron en los cinco días anteriores.
IU planteó el viernes a Iglesias rebajar su exigencia de entrar en el Gobierno para centrarse en intentar alcanzar un acuerdo programático. En el comunicado publicado el viernes, el partido que lidera Garzón, y que forma parte del grupo confederal, planteaba a Unidas Podemos “exigir un acuerdo en torno a las bases programáticas establecidas en el Acuerdo de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, aun en el supuesto de que no existiera acuerdo para constituir un gobierno de coalición con el PSOE”.
Esa fue la primera opción que defendió Garzón tras las elecciones, que estuvo apartado de las negociaciones con el PSOE por parte de Unidas Podemos. El líder de IU entró en juego el miércoles por la tarde, cuando recibió la llamada de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ante la imposibilidad de los socialistas de contactar con los negociadores de la otra parte, Pablo Echenique y Ione Belarra. Fue en esa conversación en la que el PSOE se mostró dispuesto a ceder la cartera de Igualdad y así se lo hizo saber Garzón a sus compañeros de filas.
A ese planteamiento se ha sumado este lunes la corriente Anticapitalistas de Podemos, que siempre ha sido partidaria de quedarse fuera de los ejecutivos liderados por el PSOE (así se pronunciaron, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana). “Seguir con la mente puesta en un acuerdo sobre la formación de un gobierno mediante el reparto de ministerios, sería incurrir de nuevo en una estrategia fracasada y nociva para la mayoría social y, desde luego, para el propio futuro de la izquierda política”, dice en un comunicado el sector del que forman parte el eurodiputado Miguel Urbán o la líder en Andalucía, Teresa Rodríguez, entre otros.
“Nuestra posición ha sido y es negociar desde la izquierda un acuerdo programático de investidura (...) a cambio de permitir el gobierno de Sánchez y pasar a la oposición, condicionar con los votos la acción legislativa y gubernamental, organizar y movilizar a la sociedad y levantar pacientemente la alternativa a la hegemonía social liberal”, rematan.
También los 'comuns' eran partidarios de llegar a un acuerdo programático más que de centrarse en la presencia de los de Iglesias en el Consejo de Ministros. La dirección del partido de Jaume Asens, que es el portavoz en el Congreso y se ha convertido en uno de los dirigentes más próximos a Iglesias, y Ada Colau son de los que más han presionado para intentar que se cerrase un acuerdo de investidura y siguen sin tirar la toalla aunque sean pesimistas respecto al desenlace y no descarten que el final sea una repetición electoral. “Si se pierde esta oportunidad histórica nos arrepentiremos todos mucho”, advierten en la cúpula de los 'comuns'.
Los 'comuns' fueron los primeros en pedir perdón públicamente a los votantes de izquierda y de asumir que PSOE y Podemos debían hacer autocrítica. “Hemos abusado de la paciencia de la ciudadanía”, dijo Asens. No obstante, cargan duramente contra los de Sánchez. En las filas de En Comú Podem molestó mucho que el PSOE, tanto por boca de Sánchez como de Adriana Lastra, cuestionasen la capacidad de Podemos para asumir responsabilidades de gestión y, en este sentido, recuerdan que la pasada legislatura tanto Barcelona como Madrid y otras ciudades importantes estuvieron gobernadas por alcaldesas y alcaldes vinculados a la formación de Pablo Iglesias. Los 'comuns' reconocen que el salto a las instituciones les ha obligado a “afrontar contradicciones” y “dilemas”, pero que eso demuestra que están preparados para asumir responsabilidades gubernamentales.
Precisamente el pacto entre Colau y Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona es el que esgrimen en los 'comuns' para insistir en que ya hay precedentes de acuerdo y que hay que seguir insistiendo en que existe margen para evitar unas nuevas elecciones generales. El portavoz de Catalunya En Comú, Joan Mena, ha reclamado este lunes al líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que se implique en la negociación.
Mena ha apostado por dejar de lado “los reproches” y “pasar página” para volver a negociar un acuerdo de gobierno de coalición. Los 'comuns' insisten en que hay que aprovechar el mes de agosto para retomar las conversaciones y evitar llegar de nuevo al último día con las negociaciones abiertas. “Si el objetivo a alcanzar es tan importante como garantizar un Gobierno de progreso y resolver el diálogo con Catalunya, nadie entendería que se pusiera de excusa que es agosto”, ha resumido Mena.
Podemos ya ha rechazado el planteamiento de quienes abogan por limitar el acuerdo a un entendimiento programático con el PSOE e insiste en negociar una coalición a la que el Gobierno en funciones cerró la puerta el viernes. “El problema es que eso ya lo probamos. Fracasó”, ha zanjado Echenique en una entrevista en La Sexta en referencia a los meses de Gobierno de Sánchez desde la moción de censura. Para el dirigente de Podemos, el fracaso en los Presupuestos Generales del Estado que precipitó las elecciones fue responsabilidad de los socialistas: “El motivo por el que no salió es el mismo, que el Gobierno no supo recabar los apoyos para una mayoría de escaños a favor”.
El responsable de Acción de Gobierno de Podemos, que ha intensificado su presencia mediática, ha mostrado el “máximo respeto” hacia las “posiciones” de IU y Anticapitalistas, pero ha mantenido su intención de negociar un acuerdo que pase por la entrada del grupo confederal en el Ejecutivo. Echenique ha aprovechado para cargar contra el PSOE por “emitir mensajes a través de los medios en los que piden el apoyo a dos formaciones que son aliadas de Vox” en referencia a PP y Ciudadanos, a los que Sánchez reclama la abstención. “Es una mala noticia, esperamos que rectifiquen”, ha sentenciado.
El resto de partidos que pueden secundar un Gobierno de Sánchez con Unidas Podemos –bien sea dentro o fuera del Ejecutivo– también les emplazan a llegar a un entendimiento. Lo hicieron desde la tribuna Gabriel Rufián –que llegó a intentar interceder la noche anterior a la votación definitiva– y el portavoz de PNV, Aitor Esteban. En la misma línea se pronunció el diputado de Compromís, Joan Baldoví.
“Reconociendo que Podemos tienen toda la legitimidad del mundo para reclamar una coalición, entiendo la petición de IU porque los ciudadanos no buscarán quién tiene razón. El desencanto será para todos”, explica a eldiario.es Baldoví, que añade que “las declaraciones del PSOE del día después no ayudan a ser optimistas”.
Los sindicatos mayoritarios también emplazan a PSOE y Unidas Podemos a llegar a un acuerdo que al menos empiece por los contenidos. El líder de CCOO, Unai Sordo, ha pedido un “consenso en el programa” a la vez que ha calificado de “frivolidad” que alguien piense en la repetición electoral –una opción a la que animan dirigentes del PSOE antes que a intentar un entendimiento con Unidas Podemos si se antoja imposible como hasta ahora–.
También el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reclamado “reanudar las negociaciones cuanto antes por el programa político”. El responsable máximo del sindicato hermano del PSOE ha emplazado a ambas formaciones a “sentarse a negociar un programa porque es ahí donde va a estar el futuro de este país”, aunque también ha abogado por no descartar “ningún escenario”.
El PSOE, mientras tanto, permanece con un perfil bajo. Por el momento, “ningún movimiento”, coinciden varias fuentes consultadas. Por un lado, en Moncloa esperan que la presión sobre Iglesias abra un nuevo escenario y no descartan que a lo largo del mes de agosto se retomen las conversaciones. Mientras que algunos dirigentes que creen que en unas elecciones los socialistas mejorarían su resultado, hay otros que consideran que deben evitarse a toda costa porque sería una “ruleta rusa” en la que no tendrían ninguna certeza sobre las posibilidades de retener el poder.
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