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El alcalde de Alsasua habla de “desproporcionalidad judicial” ante el tribunal que juzga a los jóvenes de la localidad

Javier Ollo (Geroa Bai), alcalde de Alsasua, ha asegurado este viernes que la atención del ayuntamiento de la localidad navarra ha estado centrado en denunciar la “desproporción judicial” que a su juicio ha caracterizado el proceso abierto contra ocho jóvenes de la localidad por la supuesta agresión que sufrieron dos guardias civiles y sus parejas durante la noche del 14 al 15 de octubre de 2016 en el bar Koxka del pueblo. Esas afirmaciones las ha realizado precisamente ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a esos jóvenes y donde ha declarado como testigo.

En su opinión, se ha llegado a “un punto” en el que “todas las personas” afectadas por ese suceso, tanto los agredidos como los procesados, “lo están pasando mal”, y por ello ha considerado que el consistorio que él preside no debe posicionarse a favor de ninguna de las partes. “Esto no es estar con unos o con otros”, ha señalado ante las preguntas de la acusación.

Ollo ha explicado que se enteró del altercado sucedido en el bar Koxka a las siete de la mañana del 15 de octubre de 2015 cuando una joven que no se identificó le llamó para contarle que la Policía Foral se había personado a las puertas del local tras producirse una pelea. “Había habido un jaleo importante en el Koxka”, ha asegurado. A continuación, ha explicado, recibió un mensaje a través de Facebook por parte de Iñaki Abad, uno de los acusados que se encuentra en libertad provisional. En dicho mensaje, Abad le informaba de que se había producido un “momento de mucha tensión” y posteriormente, se reunió con él a las puertas del ayuntamiento, donde le relató lo sucedido y la implicación de dos guardias civiles.

Después, el regidor se trasladó tanto a la comisaría de la Policía Foral en la localidad como al cuartel de la Guardia Civil para solicitar información de lo ocurrido, aunque ningún cuerpo le facilitó ningún dato del altercado.

Ollo ha recordado que a las horas de producirse la supuesta agresión el ayuntamiento aprobó una declaración institucional rechazando esas agresiones y manifestando su solidaridad con los agredidos. Y ha reconocido también haber participado el pasado sábado en la manifestación que tuvo lugar en Pamplona para pedir justicia para los acusados. “Fue una manifestación a favor de la proporcionalidad judicial”, ha remarcado.

Respecto al clima que se vive en Alsasua, Ollo ha querido dejar claro que “actualmente” no existe ningún tipo de actividad violenta o de kale borroka en la localidad y ha explicado que la “realidad social” del pueblo“ es ”mucho mejor“ que la de ”hace diez o veinte años“. Ha señalado, además, que ”se están dando pasos en pro de la convivencia“ en la localidad que ”es muy plural“ y donde ”se convive en esa pluralidad“.

El alcalde ha acudido a declarar a la Audiencia Nacional a petición de la defensa del acusado Iñaki Abad, del que ha dicho no tener la sensación de que sea una persona “irascible”. Respecto al movimiento Ospa que defiende la salida de la Guardia Civil de Alsasua, Ollo ha asegurado que al ayuntamiento “no le constan” actuaciones violentas y ha explicado que siempre se han autorizado sus actos porque “no había motivos” para no autorizarlos.

Además de una docena de testigos amigos o conocidos de los acusados, que han negado la participación de éstos en ningún enfrentamiento aquella noche del 15 de octubre de 2016, este viernes también ha declarado la madre de uno de los principales encausados, Adur Ramírez –en prisión provisional–, que ha confirmado que, el día de los hechos, su hijo regresó a casa mucho antes de que se produjera la supuesta agresión a los guardias civiles. Isabel Pozueta ha protagonizado la anécdota de la jornada al pedir al tribunal permiso para besar a su hijo, en el banquillo de los acusados. La presidenta del mismo, Concepción Espejel, ha accedido y ambos se han dado un fuerte abrazo.