El canal de Telegram de Alvise Pérez está más hiperactivo que de costumbre. El asesinato de un niño de 11 años en Mocejón ha servido como excusa al agitador de extrema derecha para una práctica habitual en sus redes: vincular sin datos delincuencia, violencia e inmigración. Este tipo de mensajes de contenido racista han aumentado desde que tomase posesión de su acta como eurodiputado, hace ahora un mes, que le blinda ante los tribunales ordinarios al ser aforado.
Este domingo, en un pueblo de la provincia de Toledo, un niño fue asesinado mientras jugaba con unos amigos. Apenas unas horas después, cuando todavía no circulaba un solo dato del presunto autor, el agitador publicaba un post en su canal del Telegram en el que se hacía eco de la noticia, hablaba de “decapitaciones y puñaladas diarias” y colocaba otro titular del día: “Otro chico de 16 años ha resultado herido de gravedad al ser apuñalado por la espalda por 5 MENAS en una calle de San Blas-Canillejas”.
Es una práctica recurrente. Convertir un suceso aislado en una realidad extendida. Pero con un añadido problemático: en ninguno de los dos casos hay información que sitúe como autores a personas migrantes. Para Pérez, sin embargo, la realidad es otra, ficticia, que vende a sus casi 700.000 seguidores para sus intereses políticos.
El eurodiputado no se ha quedado ahí. Ha difundido la supuesta matrícula del coche del supuesto asesino y ha publicado una captura de Google Maps en la que aparecía una mezquita cerca del campo de fútbol en el que el niño fue asesinado. “Los vecinos de Mocejón: ‘El pasado lunes 5 de Agosto llegaron al pueblo 50 africanos en un autobús que los dejó en el Hotel Pattaya. Somos menos de 5.000 personas y vivíamos tranquilos. Ahora hay violaciones, robos y el asesinato de este niño de 10 años’. Medios VS Realidad”, ha escrito en Twitter.
Los datos policiales que han trascendido sobre el presunto autor, que ha confesado los hechos, hablan de una persona de nacionalidad española, que vive en Madrid y con familiares directos en el pueblo.
Pero Pérez insiste en acomodar su prejuicio a lo sucedido. En un post posterior citaba unas fuentes de la Guardia Civil que “especulaban” con que el asesinato fuese en realidad una “prueba de acceso a una banda latina”. ¿Qué hay entonces de la mezquita y ese supuesto autobús con 50 africanos que llegó al pueblo hace unos días?
El eurodiputado nunca ha escondido la xenofobia de su propuesta política. En su programa electoral llevaba la creación de una gran cárcel en la que meter a políticos, criminales y también migrantes. En su canal de Telegram suele aprovechar este tipo de sucesos para agitar sus discursos de odios contra las personas migrantes.
Pero en las últimas semanas, su actividad se ha intensificado, precisamente en verano, en el que los sucesos suelen cobrar más relevancia informativa ante el parón de la política y tras unas semanas en las que ha aumentado la llegada de migrantes a Canarias y a Ceuta.
Alvise Pérez cuenta desde el 9 de junio con una ventaja para esparcir sus bulos y sus mensajes de odio: inmunidad parlamentaria. El eurodiputado ya ha tenido problemas con la Justicia por la información que sale de su canal. Hace dos meses, el Supremo lo condenó por difundir en Twitter fotos de la periodista Ana Pastor cenando con su marido, Antonio García Ferreras, afirmando que forman parte de una “mafia”. El Alto Tribunal le obligó a pagar 7.000 euros a la presentadora.
El registro de su Telegram en los últimos días es elocuente: un vídeo en el que señala a un grupo de personas únicamente por el color de su piel; un mensaje en el que habla de la “peor década de inmigración masiva magrebí de la historia de España” y otro mensaje en el que habla de un “supuesto tiroteo” en un centro de menores migrantes a pesar de que esos disparos se produjeron contra el edificio y no dentro de él, como intenta deslizar.
Bulo contra el periodista Raúl Solís
El agitador de extrema derecha publicó en las últimas horas otro bulo, esta vez contra el periodista Raul Solís, al que acusó de estar “envuelto en presuntas conversaciones de índole sexual con niños y menores de edad”. La información falsa la acompañó de capturas de pantalla burdamente manipuladas para sostener su infundio y que también ha publicado su jefe de prensa, acreditado como periodista en el Congreso, Vito Quiles.
Solís, que fue jefe de prensa de Podemos en Andalucía y actualmente trabaja como redactor en Diario Red, el medio del exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, recibía el apoyo de la secretaria general de ese partido, Ione Belarra. “Esto es de lo más asqueroso que he visto nunca. Todo mi apoyo @RaulSolisUE. Los poderes públicos que no hacen nada para pararles los pies a estos odiadores profesionales que intoxican a nuestra sociedad son los responsables de esta situación”, escribió, en un mensaje en redes sociales.
Tras los mensajes de Quiles, Belarra ha enviado este martes una petición al Congreso de los Diputados para que retire al jefe de prensa de Alvise Pérez su credencial de acceso a la Cámara Baja. “Quiles se vale de la condición de supuesto periodista que le brinda el Congreso para desinformar, llegando en este caso a verter mentiras extremadamente graves -publicadas también por Alvise- contra otro periodista y desatando una campaña de acoso, insultos y amenazas contra su vida”, argumentan fuentes del partido, que afirman que Solís ha recibido amenazas de muerte tras la publicación de esos bulos.
La secretaria general de Podemos recuerda en su carta a la Mesa del Congreso las “continuas interrupciones y faltas de respeto a los periodistas que realizan su labor en la cámara” por parte de Quiles, al que acusa de publicar una información “manifiestamente falsa y difamatoria” contra Solís, “que ha provocado que este reciba graves insultos y amenazas públicas”, según la carta a la que ha tenido acceso este diario.