El fiasco de los socialistas en las elecciones andaluzas del pasado domingo ha llevado a Pedro Sánchez a cambiar de nuevo sus planes: el presidente del Gobierno anuncia que presentará los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso en enero tras aprobarlos en el Consejo de Ministras ese mismo mes.
“El Ejecutivo va a hacer su tarea”, ha dicho nada más comenzar una entrevista en Informativos Telecinco. Esa ha sido la primera respuesta del presidente a la pregunta de cómo queda el Gobierno tras el panorama que ha quedado en Andalucía, donde los socialistas se han hundido, la derecha pugna por arrebatarle la Junta por primera vez y Vox ha irrumpido con fuerza.
Precisamente el batacazo en Andalucía ha alejado aún más la posibilidad de que Sánchez optara por un adelanto electoral, un fantasma que reaparece periódicamente desde que llegó a Moncloa y que siempre ha descartado a pesar de que en su equipo hay dirigentes que consideraban que sería adecuado para evitar el desgaste. Pero el presidente pretende recuperar la iniciativa y dejar patente que su intención es seguir adelante con su agenda.
El principal escollo que tiene Sánchez en su plan de alargar al máximo la legislatura son precisamente los Presupuestos Generales del Estado, según reconocen fuentes gubernamentales, por la beligerancia con la que el hoy presidente mostró con Mariano Rajoy cuando retrasó la presentación de las cuentas de 2018. El socialista le emplazó entonces a convocar elecciones si no los sacaba adelante.
Fuentes próximas al presidente habían reconocido recientemente que no llevaría los presupuestos al Congreso si no contaba con los apoyos suficientes para sacarlos adelante. Sánchez quería evitar una derrota parlamentaria. Sin embargo, ahora quiere que las cuentas se debatan en el Parlamento independientemente de tener amarrados o no los apoyos y exponer su programa, tal y como adelantó este martes Libertad Digital.
Sánchez busca que el resto de partidos se retrate
“Vamos a trabajar hasta entonces [enero] para tener esos apoyos, pero en todo caso el poder ejecutivo va a hacer su tarea que es presentar los presupuestos. Si el poder legislativo los bloquea y los rechaza tendrán que explicarlo ante los ciudadanos que se van a beneficiar de esas políticas”, ha zanjado. El presidente pretende tener un relato contra el resto de partidos si no le aprueban los presupuestos que amplían el gasto social o sacar adelante los presupuestos que le permitan agotar la legislatura.
Sánchez ha mostrado confianza en alcanzar un acuerdo con el PNV -aunque los nacionalistas vascos mostraron su negativa para no 'quemarse' ante unas cuentas que nacen ya con el 'no'- y ha asegurado que tenderá “las manos y puentes” con los independentistas para que las apoyen: “Van a tener que explicarlo”, ha dicho sobre la posibilidad de que se mantengan en el 'no'.
Desde el Ejecutivo presionan a esos partidos para que apoyen las cuentas, que le dan un mayor margen de gasto para Catalunya, y han redoblado de la presión tras las protestas en la comunidad por los recortes la semana pasada.
La fecha de las elecciones en el aire
Una negativa de sus aliados parlamentarios también le permite marcar distancias con los independentistas en un momento en el que dentro del PSOE cunde la preocupación por el castigo electoral en Andalucía que, Susana Díaz y otros barones achacan al apoyo que le brindan ERC y PDeCAT en el Congreso. PP y Ciudadanos han explotado en la campaña el discurso contra Sánchez por su pacto con el independentismo. Desde el PSOE insisten en que no tienen ningún pacto con los independentistas y Sánchez ha recordado en la entrevista que si Quim Torra “quiebra la legalidad, el Gobierno actuará con contundencia” en referencia a una aplicación del artículo 155 de la Constitución para la intervención de Catalunya.
¿Si fracasan los presupuestos, habrá elecciones, como Sánchez le exigió a Rajoy? “El Gobierno tendrá que replantearse muchas cosas”, ha afirmado el presidente, que ya reconoció que un fracaso “acorta” su objetivo de acabar la legislatura. “No especulo”, ha dicho el presidente, que ha dejado claro, no obstante, que todavía tendría por delante camino por recorrer para aplicar su “agenda social” que se llevaría a cabo a través de la aprobación de decretos ley que pongan en marcha las medidas que recogen los presupuestos, según ha explicado antes de insistir en que va a trabajar por conseguir los respaldos suficientes.
La tramitación parlamentaria de las cuentas se prolongará unos meses por lo que Sánchez también gana tiempo frente a los partidos que le reclaman constantemente elecciones. En el caso de que fracase, a Sánchez le quedan dos escenarios: celebrar las generales junto a las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo -una opción que disgusta a la mayoría de barones socialistas- o alargar la legislatura hasta otoño por la vía de los decretos, que hasta ahora era la opción favorita en Moncloa.