El partido de extrema derecha Vox ha enviado este lunes a sus cargos públicos una circular interna con el argumentario con el que la formación de Santiago Abascal quiere reventar los actos del 25N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. El documento, al que ha tenido acceso eldiario.es, recoge una serie de pautas para los dirigentes de Vox en ayuntamientos y parlamentos autonómicos que tienen como objetivo negar la violencia de género, con argumentos plagados de falsedades y manipulaciones.
En uno de los argumentos negacionistas de esta circular interna, la dirección de Vox asegura que la violencia de género “busca la guerra de sexos” y quiere “destruir el núcleo familiar, base de nuestra nación y de toda sociedad civilizada”. También recomienda que sus dirigentes sigan la línea política marcada por el partido y por Santiago Abascal en redes sociales, y les pauta a que eviten “las opiniones personales y los casos particulares”.
Entre sus falsedades está el argumento que asegura que la Ley Integral contra la Violencia de Género “ha resultado un completo fracaso” porque “hay más mujeres asesinadas que antes”, una aseveración que Santiago Abascal ya hizo en el debate de candidatos previo a las elecciones generales del pasado 10 de noviembre. No obstante, a la luz de las estadísticas oficiales, el número de víctimas mortales sí se ha reducido desde la aprobación de la norma.
La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género contabiliza estos crímenes desde 2003, año en el que fueron asesinadas 71 mujeres. El año pasado se registraron 50. En este sentido, si comparamos la media del número de mujeres víctimas mortales por violencia de género en los seis primeros años, esta cifra asciende a 69 mujeres; mientras que, en los seis últimos (excluyendo 2019 al no haber terminado), el número se reduce a 53 mujeres.
Vox además reitera en el documento el tan manido argumento de que la ley “es contraria” a la igualdad consagrada en el artículo 14 de la Constitución y que “vulnera al derecho de presunción de inocencia al convertir al hombre en culpable por el hecho de serlo”, un extremo que fue empleado en varias de las cuestiones de inconstitucionalidad planteadas por sectores conservadores tras la aprobación de la ley y que posteriormente fueron tumbadas por el Tribunal Constitucional.
En una sentencia de 2008 el tribunal señaló que no existe discriminación hacia los hombres porque hay violencias que “son más graves y reprochables socialmente a partir del contexto relacional en el que se producen”. En concreto, la violencia de género responde a conductas que reproducen la desigualdad en el ámbito de la pareja entre hombres y mujeres, “de gravísimas consecuencias para quien de un modo constitucionalmente intolerable ostenta una posición subordinada”.
De hecho, el Tribunal Constitucional avala que una agresión supone un daño mayor en la víctima cuando el agresor actúa conforme a una pauta cultural, la desigualdad en el ámbito de la pareja, porque dota de “un efecto añadido a los propios (daños) del uso de la violencia en otro contexto”.
En el documento interno de la formación, Vox llega a poner en duda incluso el concepto de violencia de género y el de violencia machista porque, dicen, sirven “para criminalizar al varón haciéndole sospechoso de ser un maltratador y un violento por el hecho de ser hombre”.
Vox también afirma que “no existe ninguna ley tan radical en Europa ni en ningún país democrático”, pero lo cierto es que, al contrario, España ha sido pionera en un tipo de legislación aplaudida por expertas y que incluso la comisaria europea de Igualdad de Género puso como ejemplo en 2015. Por su parte, organizaciones internacionales como Amnistía Internacional también han destacado la importancia de abordar la violencia sobre las mujeres como algo específico, como se hace en nuestro país, ya que la sufren de manera “desproporcionada” y por “el mero hecho de serlo”. “El problema de la violencia contra las mujeres es de tal magnitud que obliga a tratar de manera diferente a quienes sufren violencias diferentes y por tanto a desarrollar leyes específicas”, ha afirmado.
Además, son varios los instrumentos que muestran el consenso que a nivel internacional existe respecto al tratamiento de la violencia machista. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas reconoce desde 1979 expresamente esta discriminación y en Europa existe el Convenio de Estambul, ratificado por España en 2014, que exige un marco integral a los Estados como respuesta ante la violencia contra las mujeres.
La formación ultraconservadora también ordena que sus cargos en ayuntamientos y parlamentos voten en contra de las declaraciones institucionales que “contradicen el argumentario de Vox” y en caso de duda dejen la decisión a la dirección que preside Santiago Abascal.
A este argumentario para reventar los actos del 25N y que la formación ha enviado a todos sus cargos públicos, se suma al discurso del diputado nacional y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, en el Consistorio de la capital en el que ha negado que la violencia machista exista. Un discurso al que se ha enfrentado Nadia Otmani, superviviente de la violencia machista, que en declaraciones a eldiario.es ha criticado que la extrema derecha esté “declarando una guerra a las mujeres”.