Delegaciones de los talibanes y de políticos y figuras afganas de relevancia comenzaron hoy la primera jornada de un diálogo de dos días que por primera vez en cuatro años incluye a representantes del Gobierno de Kabul.
“Los próximos dos días suponen una oportunidad para construir entendimiento mutuo, identificar problemas a resolver y allanar el camino hacia unas negociaciones intra-afganas”, indicó al inicio de la sesión el representante especial de Alemania para Afganistán, Markus Potzel.
El representante de Berlín, que media junto a Doha en el encuentro, advirtió de que todos los participantes se reúnen a título personal en una oportunidad “única” para tornar una “confrontación violenta en una debate pacífico”.
“Entendemos que lograr la paz no será fácil, vuestro país es una encrucijada de intereses regionales e internacionales, pero los factores externos sólo pueden resultar en conflicto si los afganos están divididos”, concluyó el representante alemán.
Hasta ahora los talibanes se habían negado a reunirse con cargos gubernamentales afganos y ya el pasado abril había fracasado una iniciativa similar, después de que los insurgentes del mulá Haibatullah rechazaran una lista de 250 participantes propuesta por Kabul al considerarla desmedida.
A pesar de que los representantes gubernamentales asisten a título personal, esta es la primera vez que ambas partes se sientan a la mesa desde que mantuvieron en 2015 su primer y último encuentro en casi 18 años de conflicto, un proceso suspendido días después al conocerse la muerte dos años antes del fundador del movimiento insurgente, el mulá Omar.
El movimiento insurgente también mantiene estos días en la misma ciudad su séptima ronda de negociaciones con Estados Unidos, que ha sido suspendida durante dos días para la celebración del diálogo intra-afgano.
Los talibanes han afirmado que están “satisfechos” con el progreso de las conversaciones con Washington, que continúa en Afganistán en el marco de la misión de la OTAN de capacitación a las tropas locales y en tareas antiterroristas.
Sin embargo, el inicio de la reunión intra-afgana en Doha se ha visto empañado por un atentado suicida reivindicado hoy por los talibanes en la provincia de Ghazni, en el sur de Afganistán, donde al menos una docena de personas murieron y otras 179 resultaron heridas, entre ellas un gran número de menores.