Inés Arrimadas ha vuelto a tener que enfrentarse este lunes a una dura reunión de su Ejecutiva ampliada, esta vez doble, ya que se ha extendido también al Consejo General, máximo órgano del partido entre asambleas. El objetivo era intentar analizar la nueva debacle que ha sufrido Ciudadanos en las elecciones en Andalucía el pasado 19J, en donde se han quedado sin representación, lo que ha propiciado la renuncia del candidato y hasta ahora dirigente regional, Juan Marín, a todos sus cargos.
La cita se preveía tensa, dado que han sido muchas las voces que estos días le han pedido que la líder se marchara, pero al final, según algunos asistentes, “no ha sido para tanto”. La idea era concretar en qué consistirá esa “refundación” que anunció Arrimadas la semana pasada. La líder reconoció entonces que la marca está “quemada” y ha dejado de ser “útil”, por lo que se están planteando cambiarla. Pero tampoco este lunes han salido sabiendo muchos detalles de este proceso. Arrimadas ha hecho una intervención en abierto, retransmitida por streaming, pero luego no se ha sometido a las preguntas de los periodistas, que ni siquiera han podido acceder a la sede del partido.
En su intervención ante sus compañeros, Arrimadas ha confirmado que seguirá en su cargo al igual que los miembros de su Comité Permanente, su núcleo duro. No obstante, ella misma y todos los demás dirigentes de ese sanedrín han puesto su cargo a disposición de la Ejecutiva ampliada que ha decidido rechazar dimisiones y abrir ese proceso anunciado. La disyuntiva que les ha planteado es “dimitir y convocar una Asamblea General extraordinaria para elegir nuevo líder o continuar con el proceso de refundación. Sin embargo, ha opinado que ”dimitir no es lo correcto“, aunque ha asegurado que ya tenía ”el discurso en la cabeza“. A su juicio, esa sería la decisión más ”cómoda“ así que tras consultar con el resto de dirigentes de Ciudadanos dice que todos le han pedido ”seguir fuertes“.
El proceso de refundación durará seis meses y servirá para afrontrar las elecciones de 2023 en las mejores condiciones posibles. Ella pilotará todos los trabajos para después convocar una asamblea general que será la que refrendará al proximo equipo. Su “compromiso” y el de sus fieles “durará hasta que se culmine esa refundación”, ha señalado, dejando abierta la incógnita de su continuidad o su retirada. “Nosotros no vamos a ser un problema”, ha adelantado.
Para acometer esa refundación, ha anunciado la constitución de un equipo político y otro técnico. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, jugará el papel de “enlace” entre el equipo y los órganos de dirección, mientras que el portavoz de ese equipo será el diputado Guillermo Díaz, un de los parlamentarios más fieles a Arrimadas. Junto a ellos estarán la alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masías; el candidato de Santa Coloma, Dimas Gragera; el eurodiputado Adrián Vázquez, y las coodinadoras de Baleares y Comunidad Valenciana, Patricia Guasch y María Muñoz, respectivamente. “Savia nueva” como ha señalado la líder. Además se formarán cinco grupos de trabajo en los que podrá participar la militancia y hacer propuestas programáticas y organizativas con el fin de que las conclusiones puedan conocerse el 16 de septiembre.
Este proceso es muy similar la que ya realizaron hace un año en lo que denominaron Convención Política. Entonces, como ahora, invitaron a personalidades que no militabam en el partido pero aportaron sus ideas. Ahora a ese grupo lo van a llamar consejo asesor externo.
De momento se marcan la meta de “volver a ilusionar al electorado” en las próximas citas electorales de 2023 porque el partido, ha recordado, “continúa aquí” y tiene que seguir siendo “útil”. Tras reconocer algunos errores, Arrimadas ha avisado: “Nos vamos a volcar”.