Este congreso extraordinario, que se debía haber celebrado presencialmente en Madrid el 14 y el 15 de marzo, fue aplazado como consecuencia de la pandemia del coronavirus y finalmente tendrá lugar entre el 30 de abril y el 3 de mayo. En los debates y las votaciones de los documentos participarán más de 500 compromisarios.
La Asamblea General fue convocada a raíz de la dimisión de Rivera, que, tras liderar Cs durante trece años, dimitió el día después de las elecciones del 10 de noviembre, donde el partido perdió más de 2,5 millones de votos y 47 escaños en el Congreso.
Ahora, Ciudadanos ya tiene una nueva presidenta elegida en primarias, Inés Arrimadas, y tanto ella como los miembros de su Ejecutiva tomaron posesión de sus cargos telemáticamente a mediados de marzo.
TAMPOCO PARTICIPARÁ VILLEGAS
El congreso podría haber sido la ocasión para simbolizar la despedida definitiva de Rivera y el relevo en el liderazgo del partido. Sin embargo, el expresidente ha declinado la invitación de la dirección de Cs --que le propuso asistir cuando el evento iba a ser presencial-- y no hará ningún discurso ni participará de ninguna manera.
En la formación naranja respetan esta decisión de Rivera, que enmarcan en la “normalidad absoluta”. Según han recordado, el expresidente dijo el 11 de noviembre que renunciaba a su cargo y abandonaba la política: “Se iba de verdad y se ha ido”.
Tampoco participará en el congreso el que fuera 'número dos' de Ciudadanos, José Manuel Villegas, que, como anterior secretario general, era quien debía presentar el informe de gestión del Comité Ejecutivo saliente. Villegas, convertido en vicepresidente ejecutivo del despacho de abogados que preside ahora Rivera, ha decidido no estar y el informe se expondrá mediante un vídeo con una voz en off.
En la dirección de Cs aseguran que la inmensa mayoría de los afiliados entienden que el cónclave de esta semana se celebre por medios telemáticos, pese a las dudas expresadas en el pasado por algunos militantes y los problemas técnicos ocurridos en la votación para elegir a los compromisarios el pasado febrero.
ACTUALIZACIÓN DE LOS ESTATUTOS Y LA ESTRATEGIA
La Asamblea General comenzará el jueves con un breve discurso de bienvenida del presidente del Consejo General, Manuel García Bofill, y la presentación del informe de gestión de la Ejecutiva saliente, del estado de las cuentas del partido --que correrá a cargo del secretario de Finanzas y ahora vicesecretario primero, Carlos Cuadrado-- y del informe de la Comisión de Garantías.
Posteriormente, los dos primeros informes serán sometidos a votación y aprobados por los compromisarios, que previamente habrán podido plantear sus preguntas.
El viernes, una parte de los delegados debatirán la ponencia de estrategia y quince enmiendas promovidas por los afiliados, que serán aprobadas y rechazadas, y otros compromisarios harán lo propio con los documentos relativos a los Estatutos. Para realizar estos debates se harán vídeos y preguntas por escrito.
Al día siguiente, se reunirá el plenario de la Asamblea, ya con todos los compromisarios juntos, para debatir y votar las ponencias con las correspondientes enmiendas ya incorporadas, de manera que el sábado por la noche ya estarán listos los documentos definitivos con los nuevos Estatutos y la nueva estrategia.
Por último, el domingo se renovará la composición del Consejo General y de la Comisión de Garantías, cuyos miembros serán elegidos en un sistema de listas abiertas, y Arrimadas hará el discurso de cierre del congreso en torno al mediodía.
EL NUEVO LIDERAZGO DE ARRIMADAS
El liderazgo de Arrimadas ha supuesto un cambio en la estrategia de Ciudadanos que, no obstante, comenzó antes de las primarias cuando, como portavoz en el Congreso, promovió la “vía 221”. Tras la negativa rotunda de Rivera a pactar con Pedro Sánchez, Arrimadas estuvo semanas tratando de convencer al PSOE de que no formase gobierno con Unidas Podemos y alcanzase un acuerdo con el PP y Cs.
Con la situación generada por el coronavirus, se ha visto aún más claro el estilo de la nueva presidenta, que insiste en tender la mano al Gobierno para “corregir sus errores” en la gestión de la crisis, y las diferencias con respecto a Rivera. El discurso de Ciudadanos es ahora más favorable a pactar con Sánchez y más alejado de las posiciones del PP.
El talante de Arrimadas complace incluso al que fuera su rival en las primarias, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, que llegó a decir incluso que se alegraba de haber perdido.
Desde la formación naranja aseguran que, después de la tensión que hubo entre ambos hasta principios de marzo, actualmente las fricciones han desaparecido y hay “un diálogo muy fluido” y una gestión “absolutamente coordinada” entre Igea y la nueva dirección nacional del partido.