Mariano Rajoy se ha autoproclamado candidato del PP a repetir como presidente del Gobierno y basta con que él lo diga, ya que su partido no va a convocar ningún acto donde esa decisión se pueda votar. No es que las intenciones de Rajoy de optar a la reelección se discutan en el PP. El presidente añadía el 6 de diciembre en el Congreso la coletilla formal de que eso será así si su partido quiere. En realidad no habrá ocasión de comprobarlo.
El problema para el PP no es tanto que Rajoy no deba repetir como que algunos empiezan a reconocer la necesidad de democratizarse y abrirse a las bases a la hora de decidir. Son los que ven a su alrededor como la práctica de las primarias se generalizan en el resto de formaciones mientras que sigue sin contemplarse en Génova. El nuevo ministro de Sanidad y anterior portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, ya reconocía recientemente que las primarias “no tienen mucho que ver con el funcionamiento del PP”.
Aunque las normas internas indican que hay que celebrar un congreso cada tres años, que en 2015 vayan a producirse dos elecciones es la explicación que dan Rajoy y el resto de la cúpula del PP para oponerse. De esta forma, el líder del PP sigue avalado por lo que se decidió en el anterior, el que se celebró en Sevilla a principios de 2012 y donde contó con un respaldo aplastante cercano al 98%.
Convención en Madrid sin candidatos
Con este panorama, el único gran acto previsto que reunirá a todo el partido será una convención nacional los últimos días de enero en Madrid. El hecho de que se celebre en la capital hace que se espere una decisión formal sobre quién será el candidato a relevar a Ana Botella en la competición por la alcaldía y si Ignacio González lo será para seguir presidiendo la Comunidad Autónoma.
Aunque Mª Dolores de Cospedal y el propio Rajoy dicen no tener prisa, en el PP reconocen que es el escaparate perfecto para lanzar las campañas e inaugurar el año. Los que no lo tienen claro recuerdan que la anterior convención que se celebró en Valladolid tampoco incluyó la confirmación de Miguel Arias Cañete como cabeza de lista para las europeas y los nombres no se difundieron hasta el último momento.
Sin votaciones de candidatos, las convenciones sirven a los partidos para hacerse publicidad y trasladar la imagen de unidad imprescindible en un año electoral. La discusión ideológica se queda en el debate de algunas ponencias como guía para elaborar los próximos programas electorales. Por ese motivo, algunos insisten en que el PP debe cambiar y democratizarse internamente.
Apertura a los militantes
Hasta ahora, las voces que más han insistido en este asunto se han escuchado en Madrid. Esperanza Aguirre ya ha criticado a su propio partido al avanzar que “cocinará” las encuestas para perjudicarla y defiende en público y en privado que el PP necesita primarias. La presidenta del PP madrileño aduce que ella sigue siendo la preferida de los votantes y que ése es el mérito principal, aunque no ha recibido ninguna oferta por parte de Rajoy. La Operación Púnica y la detención de Francisco Granados y varios alcaldes del PP juega en contra de las aspiraciones de la expresidenta, después del episodio de su huida por las calles de Madrid para escapar de los agentes que la habían multado.
Otra de las dirigentes del PP que aparece como posible candidata bien situada, Cristina Cifuentes, también defiende el proceso de primarias. La delegada del Gobierno es partidaria de “cualquier método que se abra a la militancia” a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, Cifuentes no las ha pedido claramente sino que acepta que se harán en el PP “cuando llegue el momento”.