Hoy el Ayuntamiento de Madrid es más débil que ayer. Y Cristóbal Montoro está más feliz.
La disputa por cómo hacer frente al techo de gasto; la regla de gasto y, en definitiva, el marco de política económica dictado por el Gobierno central a los Ayuntamientos ha terminado en una crisis de Gobierno en Madrid.
Manuela Carmena ha destituido a primera hora a su concejal de Economía, el dirigente de IU Carlos Sánchez Mato, después de que este domingo por la noche la organización reclamara a la alcaldesa que retrasara el Pleno para que decidieran las bases de Ahora Madrid sobre los recortes de Montoro. De lo contrario, sus tres ediles se ausentarían del pleno.
IU de Madrid no quería votar el recorte de inversiones para 2018 impuesto por Montoro; Carmena pedía disciplina de voto. IU y sus tres ediles no estaban solos en eso: les acompañaban activistas sociales y movimentistas agrupados en torno a Ganemos Madrid, y también los concejales Pablo Carmona, Rommy Arce y Montse Galcerán.
En conclusión: el Ayuntamiento se fractura; Ahora Madrid se erosiona; la apuesta por la confluencia y las candidaturas de unidad popular suspende un examen clave; las relaciones de IU Madrid con la alcaldesa pasan por su peor momento. Y, mientras, tanto, Cristóbal Montoro se frota las manos.
Montoro se frota las manos porque ha conseguido que el Ayuntamiento de Madrid, el principal exponente de contrapoder municipal, haya estallado en una crisis interna. Y, también, porque el PEF y su marco económico, de una manera o de otra, terminará siendo aplicado: la victoria es doble.
Queda menos de año y medio para las elecciones municipales de 2019, y el camino se presenta duro para Manuela Carmena y Ahora Madrid. ¿Cómo afectará esto en la decisión de Carmena de repetir? ¿Qué consecuencias tendrá en la capacidad de repetir el desborde de 2015 que llevó a Carmena a Cibeles? ¿Será posible coser las relaciones entre IU Madrid, los sectores de activistas y movimentistas y Ganemos que compartían la oposición frontal a Montoro, Carmena y Podemos?