El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy que se retomen cuanto antes las negociaciones sobre el Sahara Occidental y confió en que los enviados de la organización a la zona, Christopher Ross y Kim Bolduc, puedan ejercer sus labores.
Lo hizo a través de su portavoz, Stéphane Dujarric, un día después del discurso pronunciado el jueves por el rey Mohamed VI de Marruecos con motivo del 39 aniversario de la Marcha Verde.
“La ONU espera la rápida vuelta del proceso de negociación y del asesoramiento del enviado personal del secretario general, Christopher Ross”, dijo el portavoz en una conferencia de prensa.
Ross no viaja desde enero a la zona y ha transmitido a algunos interlocutores su pesimismo sobre una posible solución al conflicto.
Mientras tanto, Bolduc, nombrada en mayo representante de la ONU en el Sahara Occidental y nueva jefa de la Minurso, aún no se ha incorporado a su puesto, algo que Dujarric confió en que ocurra pronto.
Aunque no se han explicado las razones oficiales de la espera, el ministro marroquí de Exteriores, Salahedín Mezuar, se quejó en septiembre de que Marruecos “no había sido consultado” por la ONU y dio a entender que no aceptaría su llegada hasta que se resolvieran algunos puntos de su mandato.
Dujarric, mientras tanto, no quiso entrar a analizar el discurso de Mohamed VI y se limitó a señalar que la ONU seguirá con su trabajo para tratar de resolver el conflicto.
“Hemos visto el discurso y continuamos comprometidos con nuestro trabajo en base al mandato del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental”, señaló.
En su intervención, el monarca aseguró que la “autonomía es lo máximo que ofrecerá Marruecos” como solución al conflicto y rechazó cualquier propuesta para ampliar el mandato de la Misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso), que tiene sede en El Aaiún, capital de este territorio.
Además, rechazó cualquier plan para ampliar el mandato de la Misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso), que tiene sede en El Aaiún, capital de este territorio.
“Marruecos dispone de sus instrumentos e instituciones propias (...) para encargarse de todas las cuestiones relacionadas con los derechos humanos” apuntó el monarca, en respuesta a las propuestas en ese sentido que las Naciones Unidas han contemplado en los últimos años.