Las playas de Sant Sebastià y de Sant Miquel en la Barceloneta han reabierto y recobrado la normalidad poco antes de las 17.00 horas, una vez que la Armada ha detonado sin incidencias a una milla de la costa y a 40 metros de profundidad la bomba de la Guerra Civil con 70 kilos de TNT localizada ayer en la zona.
Artificieros de la Armada han detonado hacia las 15.35 horas de este lunes la bomba, encontrada a unos 20 metros de la playa de Sant Sebastià de Barcelona, con 70 kilos de trilita (TNT) altamente volátil, en un dispositivo que se ha llevado a cabo según lo previsto, sin incidentes relevantes.
El proyectil, un artefacto de 1936 que se denomina 'bomba catalana', se encontraba a una profundidad de tan sólo tres metros y en una zona cercana a tuberías que llevan gas a Barcelona.
Para evitar riesgos, buceadores expertos en desactivación de explosivos han hecho una primera inspección en la zona, lo que ha permitido corroborar que se trataba de una bomba sin detonar de 1,10 metros de alto y 80 centímetros de diámetro.
Mediante la ayuda de boyas o globos de elevación sumergidos en el mar, el proyectil ha sido trasladado por la Armada a un sitio seguro, situado a una distancia de una milla náutica de la playa, que desde ayer permanecía cerrada y sus accesos precintados como medida de precaución.
En declaraciones a los periodistas, el teniente de navío de la Armada Juan Pedro Saura Navas ha detallado que, al estar tan cerca de la línea de la playa y a tan poca profundidad, y además muy cerca de una tubería de gas, han optado por proteger la playa, la tubería y la vida marítima y han trasladado la bomba a una milla de la costa, hacia un fondo de arena de unos 40 metros de profundidad, donde la vida marina es menor.
Una vez en el fondo del mar, se ha procedido a su detonación controlada, que ha sido imperceptible a nivel de tierra y que únicamente ha sido visible desde el exterior al levantarse una pequeña columna de agua en el mar.
Saura ha destacado que su objetivo ha sido en todo momento garantizar la seguridad en la playa, ya que había el riesgo de que saliera despedido un pequeño fragmento, lo que podía suponer un peligro, aunque finalmente no ha habido ninguna incidencia.
La Armada también estaba pendiente de asegurar que no había ninguna embarcación en la zona, pese a que alguna ha accedido a la zona prohibida, aunque finalmente a la hora de la detonación el área estaba despejada.
Una vez detonada la bomba, la Armada ha comprobado que no quedaban restos del proyectil por explotar y que la playa ya era segura, por lo que minutos antes de las 17.00 horas se ha levantado el precinto en la zona y las playas de la Barceloneta han recuperado la normalidad, tras un día sin bañistas.
Esta bomba, de un modelo que se elaboraba en varias fábricas catalanas, tenía el cuerpo en muy buenas condiciones -aunque deteriorado por el paso de los años-, y le faltaban las aletas estabilizadoras y un molinillo delantero, lo que podría suponer que no fuera arrojada en un bombardeo, según fuentes del dispositivo.
En este sentido, según las fuentes, una posibilidad sería que alguna fábrica que las elaboraba se deshizo de la bomba arrojándola al mar y que el proyectil haya sido arrastrado por la marea con el paso del tiempo hasta el punto donde se localizó ayer, más de 80 años después de su fabricación.