Begoña Gómez niega ante el juez el tráfico de influencias: “Las cartas que firmé apoyaban un programa, no a empresas”
Begoña Gómez cambia de estrategia. La esposa del presidente del Gobierno ha respondido este miércoles a las preguntas realizadas por su abogado sobre los extremos que le imputa el juez Juan Carlos Peinado. Ha ocurrido durante su tercera comparecencia ante el magistrado. Gómez ha negado todas las acusaciones, incluida la que dio origen al caso, un supuesto tráfico de influencias por interceder a favor del empresario Juan Carlos Barrabés. “Las cartas modelo que firmé no apoyaban a las empresas [de Barrabés]. Apoyaban la importancia del proyecto que se licitaba”, ha afirmado Gómez, según avanzan a elDiario.es fuentes jurídicas.
La investigada ha defendido que no participó en ningún proceso de licitación y que ni siquiera tuvo conocimiento de esos procedimientos de adjudicación. Es más, asegura que solo supo de las adjudicaciones a las empresas de Barrabés –quien participó en el curso que codirigía en la Universidad Complutense– cuando se abrió la causa judicial que la mantiene imputada desde abril.
Gómez ha explicado que los dos papeles que firmó son cartas modelos, de las que dijo son habituales en los procesos de contratación pública. Ha dicho que esos escritos tipo fueron remitidos al máster de la Complutense que ella codirigía y que ni siquiera se solicitaba su firma. Para apoyar su tesis de que no recomendaba adjudicar contratos a las empresas sino apoyar el programa que se licitaba, Gómez ha dicho, sobre las cartas, en un momento de la declaración: “Basta con leerlas”.
En la misma línea, la esposa del presidente ha recordado que otras instituciones, como el Ayuntamiento de Madrid, firmaron la misma carta modelo y que además, con independencia de ese proceso, esas administraciones adjudicaron contratos a empresas de Barrabés.
La cátedra fue idea del rector
Sobre la acusación de haberse apropiado ilegalmente de un software elaborado por Indra para su cátedra de la Complutense, Gómez ha negado haberlo puesto a su disposición de manera ilegal. Su registro en una página web, ha defendido, era un paso necesario para su puesta en funcionamiento y era algo conocido por la UCM. Gómez ha recordado que así consta en los correos incorporados por su defensa a la causa.
Gómez ha aprovechado su comparecencia de hoy para explicar que comenzó a colaborar con la Complutense seis años antes de que Sánchez fuera presidente, en 2012. Comenzó con un diploma técnico y dos años después, en 2014 se convirtió en codirectora del primer máster. Su retribución era de 15.000 euros al año. En octubre de ese mismo año, 2020, fue nombrada directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva, sin cobrar retribución por ello.
En este punto, Gómez ha explicado cómo se gestó la cátedra. La esposa del presidente ha atribuido la idea a Juan Carlos Goyache, rector de la Complutense que también ha sido imputado por el juez Peinado. Gómez ha asegurado que en una reunió en julio de 2020 –celebrada en Moncloa, según ha trascendido– trasladó al rector la invitación a un Congreso para impulsar el segundo máster. “Él me sugirió incorporar los dos másteres bajo la denominación de 'cátedra extraordinaria'”, ha dicho Gómez. La mujer del presidente ha añadido que ella desconocía tal posibilidad y que finalmente se materializó en octubre de 2020.
La imputada ha querido destacar que la cátedra se financió con recursos privados, nunca públicos y que tanto esta, como el máster, solo tuvieron como objetivo la difusión de los “Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En esta línea ha destacado que las iniciativas formativas nunca tuvieron ánimo alguno de lucro, ni por su parte ni por la de sus compañeros o las empresas que colaboraban.
Respecto a la acusación de intrusismo laboral, por firmar los pliegos de un contrato vinculado a la cátedra y para el que no tendría capacitación, Gómez ha defendido que lo hizo siguiendo instrucciones de la propia Complutense. En la universidad le traslaron que era su responsabilidad firmar por ser directora de la cátedra, ha añadido.
Gómez ha acudido esta mañana a declarar como imputada en su tercera citación en la causa que dirige el juez Juan Carlos Peinado. El magistrado, raíz de una querella de la asociación ultracatólica HazteOir, indaga en si la esposa del presidente del Gobierno se apropió de manera irregular de un software que Indra creó para su cátedra. La propia UCM ha reconocido por escrito ante el juez que Gómez nunca llevó esta herramienta al Registro de la Propiedad y ella siempre ha alegado que se limitó a alojar el software en una página web que ella pagó de su bolsillo siguiendo, además, instrucciones de la propia universidad.
Al término de la declaración, el abogado de Gómez, Antonio Camacho, ha atendido a los medios. Sobre su relación con la Complutense y la firma de unos pliegos, que según HazteOir puede llegar a constituir un delito de intrusismo profesional, el abogado ha explicado que lo hizo siguiendo las instrucciones de la propia universidad: “Todos los procesos en la UCM son guiados y recibió al menos dos correos donde se instaba a firmar ese pliego de prescripciones técnicas”. Tampoco se apropió ilegalmente del software: “La UCM tuvo perfecto conocimiento de la inscripción de esas marcas y no se han utilizado nunca fuera del ámbito de la universidad”.
Güemes ya pensó en contratarla en 2017
La declaración de Begoña Gómez se ha prolongado por espacio de unos cuarenta minutos que han arrancado con un repaso suciento a su carrera profesional. Gómez respondía a su abogado después de anunciar que solo contestaría a sus preguntas. Tras su declaración ha llegado el turno de Juan Jesús Güemes, ex consejero de Sanidad con el PP y quien contrató a Gómez para el África Center. Güemes fue citado como testigo por el juez Peinado, quien interrumpió la declaración para citarle hoy ya como investigado.
En el escrito por el que le cita , el juez no explica los motivos de la imputación de Güemes. Esta mañana, el investigado ha vuelto a negar, como ya hiciera en su declaración como testigo, que no contrató a Begoña Gómez por ser la mujer del presidente, informan fuentes presentes en la declaración.
Begoña Gómez ha explicado que conocía a Güemes desde hacía tiempo y que en 2017, mucho antes de que su marido se convirteira en presidente del Gobierno, ya hablaron de colaborar profesionalmente. Gómez ha defendido que nunca fue contratada para el Instituto de Empresa –al que pertenece el Africa Center– por ser esposa de Sánchez, como indica que ya hablara de esa posibilidad mucho antes de que el PSOE llegara a gobernar.
31