El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha confirmado este jueves que España mantendrá el contrato de venta de 400 bombas de precisión láser a Arabia Saudí. En una entrevista en Onda Cero, Borrell ha asegurado que el Gobierno “no ha encontrado ninguna razón” para incumplirlo, “no se ha encontrado ninguna irregularidad”, ha añadido.
Defensa había avanzado que se cancelaría el contrato y que se devolverían los 9,2 millones de euros abonados por este material, aunque posteriormente el Gobierno subrayó que se trataba de una declaración de intenciones y que la decisión definitiva no estaba adoptada“.
Preguntado por si existe alguna garantía de que ese material no se utilice contra la población civil, el ministro socialista ha afirmado que “esa clase de armamento es de precisión, no produce efectos colaterales, no se pueden producir esos bombardeos que producen esa clase de tragedias”.
Sobre las diferencias entre su ministerio y el de Defensa sobre este asunto, Borrell ha evitado hacer comentarios: “La última cosa que voy a hacer es polemizar con un compañero en público”.
Robles anunció la paralización de la venta, cerrada en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy, por el riesgo de que fuesen usadas para cometer crímenes de guerra en Yemen. El anuncio del Ministerio de Defensa provocó la semana pasada una crisis política a Pedro Sánchez y su primer problema diplomático. El Gobierno se vio obligado a rectificar y a abrir la puerta a una marcha atrás en esa decisión ante la reacción del reino absolutista y la presión iniciada por los trabajadores de Navantia por la posibilidad de perder el proyecto para la construcción de cinco navíos que suponen unos ingresos de alrededor de 1.800 millones de euros y 6.000 empleos.
Ayer, fuentes diplomáticas apuntaban a que la venta se había reactivado. Finalmente, la confirmación oficial llegó horas después en boca del responsable de Exteriores, que aseguró que el Gobierno no había encontrado ninguna razón para detener esa operación.