La coalición ha abierto una nueva bronca interna por las palabras de Alberto Garzón sobre la producción de carne en España que la derecha ha utilizado, manipulándolas, en contra del ministro de Consumo y, de paso, contra el Gobierno en su conjunto. A pesar de que el sector socialista reconoce que el revuelo tiene su origen en la manipulación y el “bulo”, Moncloa mantiene la distancia con el líder de IU, al que Pedro Sánchez evitó respaldar más allá de un agradecimiento genérico a todos los miembros del gabinete. Y esa respuesta, ante el ataque continuado desde hace unas semanas por unas palabras que resumen la política medioambiental y alimentaria del Gobierno ha ido incrementando el malestar en Unidas Podemos. La tensión ha escalado hasta llegar al Congreso, donde la Mesa ha permitido la tramitación de preguntas parlamentarias a instancias de PP, Vox y Ciudadanos sobre el asunto con el voto favorable del PSOE, al que el grupo confederal acusa de “bajar los brazos frente a la política del bulo”. Fuentes socialistas apuntan a que no apoyarán esas iniciativas llegado el momento.
A pesar de que las diferencias son más de forma que de fondo, el Gobierno no ha logrado aplacar la tensión interna. El sector socialista apunta a Garzón por haber generado una polémica al considerar que ha puesto en “tela de juicio a los ganaderos”. La utilización que ha hecho la derecha de la transcripción de la entrevista en The Guardian, en la que el ministró habló de carne de peor calidad pero fue traducido como “de mala calidad”, hizo saltar las alarmas en Moncloa, que se afanó en mostrar su respaldo absoluto a un sector cuya aportación al PIB es importante y en alabar la calidad de la carne española ante el temor de una crisis reputacional que afecte a las exportaciones.
“Esta es una polémica no por unas declaraciones desafortunadas. Es la manipulación de las declaraciones manipuladas la que crea ese ruido. No nos equivoquemos. Esto es una manipulación por la campaña de Castilla y León. El PP ha tomado este tema como una bandera”, reconoció el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que recorrió estudios de radios y platós este martes para dejar clara la posición de Moncloa, que sostiene que llevó a cabo esa estrategia para contrarrestar la insistencia de Garzón. “Primero hay una confusión entre ganadería intensiva y extensiva. Aquí no hay conflicto, hay diversidad. España es potencia ganadera. (...) Y luego hay una confusión entre la identificación de la ganadería intensiva con las macrogranjas”, agregó Planas en Onda Cero durante una de las cuatro entrevistas que concedió este martes. En ella Planas se quejó de que Garzón no le hubiera consultado siendo él el responsable de la materia -ambos han mantenido una breve charla este martes tras la reunión del Consejo de Ministros- e insistió en que la carne que exporta España es de “máxima calidad y seguridad”.
Sigue el enredo
Para Moncloa, la de Planas es la posición del Gobierno frente a la de Garzón. “El ministro por supuesto puede tener sus ideas y su posición. La posición del Gobierno se manifiesta en el Consejo de Ministros y ya hemos sido suficientemente elocuentes acerca de nuestra posición”, expresó la portavoz, Isabel Rodríguez. “Frente a las palabras, frente al ruido, hechos y compromisos del Gobierno con el sector ganadero. Nuestro sector ganadero cumple con los estándares de calidad de la UE, pero no solo con los estándares sino los que estamos en esta sala coincidimos con que es un sector de excelencia”, apostilló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
No obstante, el titular de Consumo en la entrevista cuestionó únicamente las macrogranjas, a las que señalaba por no ser sostenibles medioambientalmente y producir carne de peor calidad que la ganadería extensiva. Los socialistas, entretanto, evitan entrar en el fondo de la cuestión y aclarar en qué difiere exactamente lo que dice Garzón de la posición del Ejecutivo en su conjunto que apuesta, en documentos oficiales como la Agenda 2030, por la ganadería ecológica. También el PSOE, en el marco de su 40º Congreso, abogó por la ganadería sostenible y familiar así como por dar un “apoyo diferenciado” a la ganadería extensiva por “los beneficios ambientales que genera y por su importancia social y económica en zonas con limitaciones naturales y otras dificultades”.
Eurodiputados del PSOE cuestionaron en dos ocasiones en 2020 ante la Comisión Europea la existencia de macrogranjas precisamente en Castilla y León, un territorio en el que ahora preocupa a los socialistas que la polémica les afecte por ser un sector clave de su economía.
Desde Unidas Podemos recuperaban esta tarde un vídeo del propio presidente de Gobierno en el que apostaba por “alimentos seguros, mejores, más sanos y más respetuosos con el medioambiente”, al ser preguntado en 2019 en una campaña de Unicef sobre las medidas qué implantaría para disminuir la contaminación por la producción de carne.
“Debemos reflexionar sobre la reducción del consumo de carne, apostar por la ganadería ecológica: una ganadería a menor escala, de gran valor ambiental y social, que genere empleo en el medio rural”, destacaba Sánchez. Ante estas declaraciones y las criticas del PP —llegando a asegurar que “no existen las macrogranjas”—, fuentes de la dirección de Izquierda Unida defienden que “ya se está comprobando cómo la realidad se les está volviendo en contra a algunos y se ven obligados a una huida hacia adelante”.
A pesar de la bronca, Garzón no se siente desautorizado por Sanchez. “Lo que ocurre es que gran parte de lo que estamos debatiendo tiene que ver con lo que no dije”, aseguró en una entrevista en El Intermedio (La Sexta) el martes a última hora. “Lo que dije no es nada innovador, traduzco al discurso político la evidencia científica”, afirmó el ministro, que también atribuyó las críticas de algunos barones del PSOE a las suspicacias que les generó la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno.
En Unidas Podemos todas las formaciones han cerrado filas con Garzón. Este martes el conflicto entre los socios de Gobierno llegaba al Parlamento, después de que a primera hora el portavoz de Unidas Podemos en la Cámara Baja, Pablo Echenique, pidiese a los socialistas que votasen en contra de las iniciativas contra el ministro de Consumo presentadas por Ciudadanos, PP y Vox en la Mesa del Congreso.
Tras la reunión del órgano de gobierno del Congreso, el diputado de Unidas Podemos Javier Sánchez aseguraba que estaban “preocupados” porque los socialistas habían apoyado calificar varias preguntas de las derechas sobre las declaraciones del ministro de Consumo. “Parece que el PSOE ha bajado los brazos frente a la política del bulo”, ha denunciado. Fuentes socialistas aseguran que en este caso “la Mesa no tiene capacidad de veto” de esas iniciativas, pero que no apoyarán ni las solicitudes de comparecencia de Garzón ni la reprobación planteada por la derecha por lo que decaerán.
Unidas Podemos sube el tono contra el PSOE
Desde el grupo confederal defienden que la polémica gira alrededor de un “bulo creado por la derecha y la extrema derecha” y sostienen que el PSOE “tendrá que responder” por su utilización. También ha acusado de forma velada de falta de lealtad a los socialistas. En Unidas Podemos sentaron mal las palabras de Sánchez al respecto en una entrevista en la Cadena SER en la que lamentó “las declaraciones [de Garzón] porque han generado una polémica que no se compadece con la realidad del sector”. El presidente evitó respaldar al ministro de Consumo más allá del agradecimiento genérico a todos los miembros del gabinete.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz esquivó las preguntas directas sobre la confianza en Garzón. “Lo relevante del Gobierno de coalición y del estado de salud del mismo es que efectivamente el Gobierno de coalición y sus acuerdos se traducen en decisiones que se publican en el BOE”, respondió en una de las ocasiones. “En relación con la potestad del presidente y la consideración que tiene de su gabinete, él mismo se expresaba con rotunda claridad en forma de agradecimiento a todos los miembros del Ejecutivo, a todos los ministros por nuestro compromiso y trabajo diario en dignificar la vida de los compatriotas”, agregó en otra. “Ningún comentario por mi parte”, fue la respuesta de Planas en Onda Cero a la pregunta de si Garzón debía continuar.
“Nosotros, siempre que algún ministro del Gobierno de España ha sufrido ataque por la derecha y la extrema derecha, nos hemos comportado con extraordinaria lealtad y hemos defendido al Gobierno en su conjunto”, apuntó el portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, este lunes. Para Podemos las declaraciones de Sánchez se enmarcan en un intento de PP y PSOE de “volver” al bipartidismo, con las elecciones del 13 de febrero en el horizonte.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, también apoyó a su ministro, tras las declaraciones de Sánchez. Para la líder del grupo confederal “el foco” no debería estar puesto en su compañero de Consejo de Ministros, porque sostiene que el líder de IU “no ha hecho más que mostrar la evidencia científica y los compromisos” del Ejecutivo central. “Deberíamos ser muy cuidadosos y defender las posiciones del Gobierno. Yo a veces defiendo muchas cosas que no comparto. Soy una demócrata y me debo a lo que señala el Gobierno de España”, ha añadido la ministra de Trabajo este miércoles en una entrevista en TVE, poco dada a entrar públicamente en polémicas con los socialistas. El exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha ido más allá y se ha mostrado muy contundente con las palabras de Sánchez. “Es un error gravísimo y lo va a pagar”, ha apuntado en los micrófonos de la Cadena SER.
“Desde Unidas Podemos llevamos años defendiendo la ganadería, la ganadería extensiva, semiextensiva y explotaciones familiares –pequeñas y medianas–, que son a las que creemos que hay que ayudar desde las administraciones”, apuntó Fernández, que es también el candidato de la coalición para las elecciones de Castilla y León, en una entrevista en Onda Cero. Y añadió que las declaraciones de Garzón iban en la línea de los que “recoge” la Agenda 2030 del Gobierno: “Las macrogranjas y la macroindustria crea enormes problemas medioambientales y la eliminación de cientos de explotaciones de ganaderos y de agricultores”.
A poco más de un mes de los comicios en Castilla y León, una comunidad donde tiene mucho peso la ganadería extensiva, fuentes del grupo confederal reconocen que asumen con “incertidumbre” el impacto que esta polémica pueda tener en la campaña electoral, barajan que les pueda reforzar entre su electorado o que la difusión de las críticas hacia el ministro les pueda perjudicar. El PSOE quiere zanjar la polémica y distanciarse de la posición de Unidas Podemos precisamente para evitar el coste electoral en la región. El candidato socialista, Luis Tudanca, fue uno de los primeros en posicionarse en contra de lo expresado por Garzón, aunque en un tono más suave que presidentes socialistas como Javier Lambán o Emiliano García-Page. “No se pueden sembrar dudas generalizando sobre un sector que es muy importante”, dijo tras asegurar que el ministro de había equivocado, aunque le dio la razón en algunas de las críticas a las macrogranjas.