Bruselas dice, pero sin decir. El mismo día en que se ha conocido que Juan Carlos I retiró cinco millones de euros de la cuenta suiza en los meses previos a su cierre, la Comisión Europea presentaba una iniciativa para combatir el dumping fiscal en la UE y poner coto a las prácticas fiscales agresivas con las multinacionales de países como Holanda, Irlanda, Luxemburgo y Bélgica, por ejemplo, en un momento en el que Europa necesita recursos para afrontar la recesión económica.
Y en la presentación de ese nuevo paquete fiscal del Ejecutivo comunitario, el comisario de Finanzas, Paolo Gentiloni, ha respondido a preguntas de la Cadena SER sobre la situación del rey emérito Juan Carlos I, acechado por las sospechas de corrupción: desde el 1 de enero hasta el 11 de junio de 2012, el rey emérito ha sacado, supuestamente, 4.912.870 euros de una cuenta que durante sus años de actividad llegó a reportar grandes rentabilidades anuales.
“Sabe usted lo que pensamos, pero no podemos decirlo porque no podemos comentar algo completamente vinculado a la situación interna de un Estado miembro”, ha arrancado Gentiloni, quien ha proseguido: “Lo que pensamos del blanqueo también lo sabe usted y Valdis [Dombrovskis, vicepresidente económico de la Comisión Europea] está continuamente trabajando en esto, pero no tiene relación con su pregunta, por favor”.
El rey emérito retiró un total de cinco millones de euros de la cuenta a nombre de la Fundación Lucum en el banco suizo Mirabaud durante los meses previos a su cierre, según ha desvelado este miércoles El Confidencial. Entre el 1 de enero y el 11 de junio de 2012, Juan Carlos I sacó 4.912.870 euros en total, según figura en un informe de cinco páginas firmado por el propio monarca.
En ese documento de Mirabaud, que está siendo investigado por la Fiscalía del Cantón de Ginebra y la Fiscalía del Supremo en España, aparece el saldo al que ascendía el depósito a 11 de junio de 2012: 66.265.293 euros, de los cuales 10.602.991 euros estaban invertidos en acciones y fondos. Su rentabilidad en esos seis meses fue del 2,14%, pero en otros ejercicios había sido superior: en 2009 las inversiones generaron una rentabilidad del 7,71%. Durante los años previos, el rey emérito también habría introducido en España dinero procedente de la cuenta a través de Dante Canonica: el abogado recogía el dinero que necesitaba Juan Carlos I en la entidad bancaria y acudía a Madrid con él, pasando por los controles del Aeropuerto de Barajas en vuelos regulares. La cuenta tuvo que ser cerrada tras el escándalo de Botsuana en abril del 2012, según declararon directivos de la banca ante el fiscal, a lo que se suma un endurecimiento de la legislación suiza.