Francisco Correa y Pablo Crespo trabajaron juntos durante años al frente de la empresas de la trama Gürtel. Parte de los ingresos que consiguieron organizando actos del PP y convirtiéndose en los proveedores de las administraciones controladas por este partido se controlaban desde sociedades radicadas en Nevis, una pequeña isla del Caribe que funciona como un paraíso fiscal.
Según desvelan El Confidencial y La Sexta en los conocidos como Papeles del Paraíso, Correa creó su primera empresa en la isla de Nevis en 1997, un mes antes de la campaña de las elecciones gallegas, que organizó para el PP. Morning Star Holdings, el despacho de Nevis especializado en crear sociedades offshore, registró Pacsa, Limited a nombre de Correa.
Al cabecilla de la trama le siguió su número dos, Crespo, quien creó en la isla de Navis la empresa Midcourt Limited poco después de abandonar el PP. Crespo, que fue secretario de organización del PP gallego, se incorporó a las empresas de Correa, donde acabó dirigiendo todo el entramado.
Según la información de los Papeles del Paraíso, Correa colocó a José Luis Izquierdo, el contable de Gürtel, al frente de Pacsa, su firma en Nevis. A partir de ahí colgó el resto del entramado societario offshore, con nuevas compañías creadas en este mismo paraíso fiscal.
En este complejo entramado de empresas también aparece el abogado Luis de Miguel, considerado como uno de los arquitectos financieros de la Gürtel. Sus diseños societarios eran tan complicados que Crespo se vio obligado a hacerse un esquema en uno de sus cuadernos, que luego fue intervenido por los agentes.
Los cabecillas utilizaron algunas de estas compañías para controlar su dinero en Suiza. Ahí destinaban lo que sacaban de los negocios de la trama, que organizaba mítines para el PP y viajes para el partido, además de lo que salía de los pelotazos inmobiliarios de la trama, la principal vía de ingresos.
En los Papeles del Paraíso también aparece otro implicado en Gürtel. Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda, donde la Gürtel planeó su mayor pelotazo, creó tres empresas opacas en Nevis a poco de acceder a la alcaldía.
Las compañías ocultaban la titularidad de las cuentas que Ortega tenía abiertas en Suiza, y a donde transfería los ingresos derivados de las comisiones que le pagaba la trama Gürtel.