Las cacerolas resonaron este jueves en diversas partes de Brasil contra el presidente Jair Bolsonaro en protesta por la destitución de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, defensor de las cuarentenas impuestas por gobernadores regionales y a las que el mandatario se opone.
Los cacerolazos comenzaron poco después de que se conociera la salida del ministro y se intensificaron durante un pronunciamiento protagonizado por el presidente brasileño en el que justificó su decisión y anunció al sustituto de Mandetta, el oncólogo Nelson Teich.
El ruido se escuchó en diversas ciudades de Brasil, entre ellas Río de Janeiro, Recife o Sao Paulo, donde ciudadanos salieron a sus balcones y ventanas para golpear sartenes y cacerolas al grito de “fuera Bolsonaro” y “fascista”.
Los cacerolazos contra el presidente brasileño resuenan en Brasil desde que comenzó la crisis del coronavirus, a finales de febrero, aunque desde entonces también se han registrado actos de apoyo al propio dirigente, aunque más tímidos.
Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad del coronavirus SARS-CoV-2, se ha opuesto frontalmente a las medidas de restricción impuestas por los gobernadores de Brasil y respaldadas por el hasta hoy ministro de Salud.
Las divergencias entre Bolsonaro y Mandetta se intensificaron en los últimos días, a medida que la crisis del coronavirus se agravaba en Brasil, país donde ya hay cerca de 2.000 muertos y más de 30.000 casos de la enfermedad del COVID-19.
Tras varias semanas de especulaciones, Mandetta anunció hoy que fue destituido por el jefe de Estado, quien volvió a expresar su deseo de “abrir” “gradualmente” el país y ponerle fin a las cuarentenas adoptadas por la mayoría de los gobernadores y alcaldes, dentro de sus atribuciones constitucionales.