Iñaki Urdangarin no sólo organizó eventos turístico-deportivos durante los años de bonanza de su pretendida ONG, Instituto Nóos. En mayo de 2006, el yerno del rey acompañó al promotor Enrique Bañuelos, entonces propietario de Astroc, a una reunión con un alto cargo de la Generalitat valenciana. Y allí ambos le formularon una propuesta sorprendente: recalificar parte del Parque Natural de El Saler (Valencia), cuyos terrenos gozan de protección ambiental por su alto valor ecológico, para levantar una urbanización. Si la Generalitat accedía a ello, Bañuelos ofrecía dos posibles contrapartidas: limpiar la Albufera y hacer en esa área un campo de golf; o, más importante aún, construir un puerto deportivo para los Juegos Europeos. El plan cayó en saco roto.
Precisamente en las fechas de aquella reunión, Instituto Nóos tenía encomendado el diseño supuestamente altruista de esos mismos Juegos Europeos, entonces publicitados como el futuro gran proyecto deportivo para Valencia tras la Copa del América. Como siempre que intervenía Instituto Nóos, el encargo se canalizó mediante un convenio sin concurrencia pública. Pese a que la competición deportiva nunca llegó a celebrarse, la entidad que dirigían Urdangarin y su entonces socio, Diego Torres, cobró de la Generalitat 382.000 euros de los seis millones comprometidos en el acuerdo. El hecho de que, cinco meses después de la firma del convenio, el marido de Cristina de Borbón acompañara a Bañuelos en su proyectada aventura urbanística para El Saler sugiere que ambos veían los Juegos Europeos como una espléndida oportunidad de negocio.
Pero la idea no llegó a fraguar: el alto cargo con quien se entrevistaron el promotor y el aristócrata consorte desechó en ese mismo encuentro la recalificación del parque natural. Levantar en el Saler una urbanización era “una barbaridad”, aseguran fuentes conocedoras de aquel episodio. En 2007, Astroc se convirtió en la primera víctima del vaciado de la burbuja inmobiliaria y terminó arrastrando en su caída a miles de accionistas. Ahora, y de la mano de la Generalitat catalana, Bañuelos promueve el Barcelona World, el complejo de ocio y juego destinado a competir con Eurovegas y cuya inversión prometida supera los 4.700 millones.
Por qué acompañó Urdangarin a Bañuelos a aquella reunión continúa siendo un misterio, dado que los datos de Hacienda no reflejan ningún pago de Astroc a Instituto Nóos ni a ninguna de las empresas de Urdangarin y/o Torres que prosperaron a la sombra de la supuesta ONG. Ayer, fue imposible contactar con el abogado del duque de Palma, Mario Pascual. Sí atendió las llamadas la portavoz de Bañuelos, quien admitió que el fundador de Astroc mantuvo en 2006 “contactos” con Urdangarin “como todos los empresarios importantes de Valencia” aunque nunca “formalizó nada ni tuvo ninguna relación comercial” con él o sus sociedades.
A la pregunta de por qué Bañuelos formó equipo con el yerno del rey para aquella cita con la Generalitat, la portavoz respondió así: “[Bañuelos] no va a pronunciarse sobre reuniones de empresa ni sobre temas confidenciales”. ¿Significa lo anterior que el empresario desmiente la existencia de aquella reunión a dos bandas? “Ni vamos a confirmar ni a desmentir, no nos pronunciamos sobre eso”, fue la respuesta.
Fianza para el duque en cuestión de semanas
Los manejos económicos de Instituto Nóos con la Generalitat valenciana y el Govern balear centran las pesquisas judiciales del caso. Salvo imponderables, Anticorrupción pedirá antes de fin de mes una fianza civil millonaria para Urdangarin y Torres. El importe no se conoce hasta la fecha. Pero algunas fuentes no descartan que Anticorrupción termine solicitando una fianza equivalente no al sobreprecio cobrado sino al total abonado por la Generalitat y el Govern balear a Instituto Nóos entre 2004 y 2006: 5,8 millones. De cumplirse esa hipótesis, y dado que en las fianzas se añade un tercio de lo supuestamente malversado, Iñaki Urdangarin y Diego Torres tendrían que abonar conjuntamente hasta nueve millones. Para afinar el cálculo de la fianza, el fiscal y la policía interrogarán entre hoy y mañana en sede policial en Barcelona a una tanda de nuevos testigos: entre 15 y 20 empresarios y autónomos que cobraron de Instituto Nóos por supuestos servicios relacionados con las cumbres turístico-deportivas pagadas por la Generalitat, las Valencia Summit.