Carlos Floriano va a tener poco trabajo de aquí a que termine la legislatura, para lo que quedan escasos meses. El que fue hasta hace poco todopoderoso vicesecretario general de Organización del PP acaba de ser incluido oficialmente en la dirección del Grupo Popular como uno más de los siete portavoces adjuntos, justo cuando ha finalizado el periodo de sesiones y han empezado las vacaciones parlamentarias.
En el escrito que Mariano Rajoy y Rafael Hernando han enviado a la Mesa del Congreso con los cambios, Floriano aparece en último lugar y no figura siquiera como uno de los posibles sustitutos de Rafael Hernando cuando el titular no pueda acudir a la Junta de Portavoces, que se reúne los martes.
El documento, fechado en el registro el 29 de junio, explica cómo queda el organigrama del Grupo Popular y especifica que quienes podrán sustituir a Hernando en la Junta de Portavoces serán los diputados José Antonio Bermúdez de Castro -que es el secretario general- y los portavoces adjuntos, Beatriz Rodríguez Salmones, Leopoldo Barreda y Marta Torrado.
Más abajo se añade que “son también portavoces adjuntos”, Matilde Asian; Agustín Conde; Antonio Gallego Burgos; Marta González Vázquez y, en último lugar, Carlos Floriano.
La caída en desgracia de Floriano no ha sorprendido a nadie a pesar de que el propio Hernando afirmó que recibía su aterrizaje en la dirección del Grupo con “gran satisfacción” porque “es un gran fichaje”. Según se informó entonces, Floriano va a ser el responsable durante los escasos meses que quedan de legislatura de “coordinar los asuntos económicos”, una tarea que se verá si cobra relevancia cuando los Presupuestos Generales del Estado lleguen a la Cámara. Floriano ya participó activamente el pasado mes de enero en la negociación parlamentaria de los proyectos de ley contra la corrupción.
Con la destitución de Floriano como vicesecretario de Organización, Rajoy parece responsabilizarle de los malos resultados electorales cosechados por el PP en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 24 de mayo. No hay que olvidar que fue el director de campaña por empeño de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que fue también su valedora cuando fue designado número tres del PP.
Como consecuencia de este “nombramiento” como portavoz adjunto, Floriano se ha visto obligado a dejar la vicepresidencia de la Comisión de Justicia del Congreso al ser incompatibles ambos cargos. Esta baja no le va a suponer, sin embargo, una pérdida de sueldo. Todo lo contrario, puesto que los vicepresidentes de Comisiones reciben, además del sueldo base como diputado (2.813,87 euros) y la asignación para “manutención” (1.823,86 por ser de diputado de fuera de Madrid), un complemento de 1.046,48 euros al mes para “gastos de representación”. Y un portavoz adjunto suma un complemento de 1.424,62 euros como “gastos de representación” y, además, otros 662,45 euros para gastos de “libre disposición”.