- “A nadie se le ocurriría eliminar el agravante en los casos de terrorismo”, compara la responsable socialista de Igualdad sobre la propuesta de Rivera de eliminar las penas específicas para la violencia machista
Carmen Montón (Valencia, 1976) es desde julio la consellera de Sanidad de la Comunidad Valenciana y una de las referencias del feminismo en el PSOE como responsable de igualdad. Califica de “escándalo” que Ciudadanos plantee eliminar las penas específicas para los casos de violencia machista y asegura que el “neomachismo” de Albert Rivera es “igual que el machismo rancio” del PP. Como el resto de dirigentes socialistas, se muestra “optimista” ante el 20D pese al hundimiento que pronostica la encuesta del CIS. “Rajoy, Rivera e Iglesias atacan a Pedro Sánchez. Por algo será”, dice en esta entrevista telefónica.
¿Qué le parece que Ciudadanos quiera acabar con las penas específicas por violencia de género?
Muy peligroso. Se está revelando como un partido peligroso para la igualdad y las mujeres. Es evidente que la violencia de género tiene un componente de género porque se ejerce sobre las mujeres por ser mujeres. Hablar de reformar la ley es retroceder a antes de 2004 cuando las mujeres estaban desprotegidas y había impunidad para los maltratadores.
¿Por qué es importante que existan esas penas específicas?
Lo avala Naciones Unidas, la UE... Es importante que se lance el mensaje de que es una violencia que se ejerce sobre las mujeres por ser mujeres. A nadie se le ocurriría eliminar el agravante en los casos de terrorismo. Al contrario, hay un consenso importante en ese respecto. En la violencia de género sucede lo mismo: hay un agravante machista porque negar la marca de género de la violencia es limpiarla de esa ideología machista que la sustenta. Es también confundir los orígenes y las consecuencias y, por tanto, también los métodos adecuados para combatirla. Si eso sucede, las mujeres estarán peor protegidas y habrá mayor impunidad a los maltratadores.
¿Qué pasaría si se eliminaran?
Lo que pasaba antes de 2004, que había impunidad ante el maltrato. La ley de violencia de género protege más y mejor a las mujeres, a sus hijos y a sus hijas. No es casualidad el número de asesinatos que hay al cabo del año. Ayer tuvimos que condenar dos. No es casualidad que la ONU hable de que la principal causa de muerte para las mujeres entre 15 y 44 años es la violencia de género por encima del cáncer y de los accidentes de tráfico. Es una violencia constante y hace falta darle este rango de protección. La ley de violencia de género es referente en el mundo y ha sido premiada por la ONU. Intentar atacar la línea de flotación de esa ley es intentar atacar a la lucha contra la violencia de género.
En el debate de este miércoles, la número 3 de Ciudadanos por Madrid dijo que no hay un componente de género en la violencia machista, ¿hay riesgo por decir esto ante millones de personas en prime time?no hay un componente de género en la violencia machistaprime time
Claro. Lo que demuestran es que esa pretendida nueva derecha se nutre del neomachismo, que es igual que el machismo rancio que venimos conociendo de la derecha tradicional del PP. Al final tanto la nueva como la vieja derecha se demuestran partidos peligrosos para la igualdad y las mujeres. Rivera demuestra que sus propuestas van a marcar un panorama nefasto para las mujeres. No solo quieren deshacer el núcleo central de la lucha contra la violencia de género sino que legalizan la prostitución o apuestan por la custodia compartida impuesta cuando sabemos que el 73% de las mujeres que salen de la violencia lo hacen a través del divorcio, no de la denuncia. Defender estas opciones es entregar a los niños a los maltratadores. El neoliberalismo va de la mano del neomachismo y en España tiene la cara de Rivera.
En el tema de la prostitución hay debate. ¿Cuál es la postura definitiva del PSOE?
No es nueva: abolir la prostitución, hacer el modelo sueco en España, combatir la trata y el tráfico de mujeres, penalizar el proxenetismo con y sin consentimiento, añadir en el Código Penal el alquiler de habitaciones y sancionar a los que demandan y consumen prostitución.
¿Con ese modelo se va abolir o siempre va a existir?
En Europa vemos los modelos alemán y sueco. El alemán no está dando resultados, las mafias engordan y las mujeres son más vulnerables. El modelo sueco es el camino que queremos marcar porque da más protección a las mujeres, elimina la normalización de la explotación sexual de nuestra sociedad y el que lanza el mensaje de una sociedad decente en la que la igualdad entre hombres y mujeres no pasa por comprar a un ser humano.
Ciudadanos estaba en un punto álgido de la campaña, ¿cree que este tema le va a penalizar?
Espero que quite la venda de los ojos a muchas personas y sobre todo a muchas mujeres. Aunque hablen de nueva política, traen el viejo machismo. Tienen propuestas muy dañinas para la igualdad. En un momento de crisis económica, que la alternativa sea legalizar la prostitución me parece un escándalo. Que la violencia de género sea cuestionada, me parece un escándalo. También cómo abordan la representación de las mujeres, de la democracia paritaria, que sean contrarios a las cuotas cuando las hemos superado porque queremos la mitad del poder, la mitad de la responsabilidad... Son antiguos en cuanto a lo que se refiere a la igualdad y son contrarios a la igualdad.
¿Cómo va el PSOE? Parece que se ha quedado un poco fuera tras el debate a cuatro.
Lo que veo es que Rajoy, Pablo Iglesias y Albert Rivera atacan a Pedro Sánchez. Por algo será, porque es realmente la alternativa. Lo que explico allí donde voy es que nunca fue más útil el voto al PSOE en esta ocasión para el conjunto de la sociedad pero sobre todo para las mujeres. Solo el PSOE defiende los valores de la igualdad de manera contundente y estando en su ADN. Las políticas de igualdad no son de acompañamiento, están en el tronco del PSOE.
En Valencia compiten con sus compañeros de Gobierno. ¿Es raro?
Es distinto. La actualidad nos lleva a hacer política de otra manera y nos está saliendo bien. Es un Gobierno de progreso, que está haciendo cosas valientes, que en los primeros 15 días recuperó la sanidad universal, aunque Rajoy lo ha recurrido ante el Tribunal Constitucional, que estamos eliminando los copagos, haciendo la red de libros gratuitos... Es otra forma de gobernar, que requiere más conversación y eso es lo que constituye la buena política, que es en lo que está el PSOE.
¿Esto les perjudica a la hora de hacer campaña porque no pueden atacar a sus socios?
Las formas se mantienen pero el fondo son los que son. Si alguna vez hay que tener discrepancia, lo haremos. Eso no resta un ápice la defensa de los valores socialistas. Hay una lealtad en las instituciones pero a nivel de campaña y partido también está la libertad de cada uno de defender aquello en lo que cree.
Hasta ahora, ¿cuáles han sido esos puntos de discrepancia que se atacarían sin problema?
De momento no he encontrado ninguno. Se trata de buscar las cosas que nos unen más que las que nos pudieran diferenciar. En mi caso, que es el de la defensa de la sanidad pública universal, no hay discusión.
¿Es Podemos el socio natural del PSOE?
Podemos no hace más que reivindicar lo que hemos puesto en marcha, como la ley de dependencia, la educación pública, la educación... No sé si eso le hace estar más cercano a nosotros. En todo caso, hasta el día 20 salimos a ganar y más en la Comunidad Valenciana donde tenemos que completar el cambio porque todos los problemas que arrastramos de abandono y financiación no los podremos solucionar si no tenemos a Pedro Sánchez en Moncloa.
¿Ve algún riesgo como dicen las encuestas de que el PSOE no llegue a ser ni la segunda fuerza?
No, yo soy optimista. En este momento parece que la pieza clave es el PSOE, que está unido, fuerte y con ganas de salir a ganar. Invito a todo el mundo a que compare y sea consciente de que para sacar a Rajoy de la Moncloa hay que votar a Pedro Sánchez. No hay otra alternativa. En esa lógica es en la que estamos trabajando.
¿Cree que hay una campaña mediática contra el PSOE como denuncian algunos de sus compañeros?
No sé si campaña mediática. Lo que veo es que parece que siempre nosotros tenemos una lupa más grande pero es un nivel de exigencia mayor que estamos dispuestos a ofrecer y eso al final lo que hace es ser más autoexigente y ser más serio en las propuestas que hacemos. El objetivo lo estamos cumpliendo.
Todos coinciden en que tras el 20D vendrá un tiempo nuevo en la política, ¿cuáles serán los principales cambios?
Ya han empezado con las elecciones municipales y autonómicas. Hay mucho color socialista pintado en el mapa de España y ese color se va a completar en la Moncloa. Los cambios fundamentales son en la buena política. Hablar de vieja y nueva política poco nos va a ayudar. Hay que hablar en términos de transparencia, participación y de crear una sociedad que no deje a nadie al margen, por supuesto que no deje al margen a las mujeres. Eso es la buena política y lo que el PSOE tiene tradición de hacer y por lo que pedimos el voto para cumplir todas las promesas que estamos haciendo, como la igualdad salarial, la conciliación y cómo no la lucha contra la violencia de género. Esa es la buena política para una sociedad decente.
Si no se consolida ese cambio, ¿qué le pasará al PSOE?
Al PSOE no le pasará nada, porque no nace y muere en un día. Tiene una trayectoria larguísima y seguimos trabajando como lo hacemos todos los días: desde el convencimiento de que somos la izquierda real y transformadora.