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Pablo Casado, el responsable de comunicación del PP, ha asegurado este jueves que Gadafi “no era considerado un dictador” en la época en que José María Aznar pactó una comisión con Abengoa para conseguir la adjudicación de cuatro desaladoras en Libia. Durante una entrevista en Carne Cruda, el dirigente del PP ha tratado de defender a su exjefe y ha asegurado que el tratamiento al dictador libio fue variando con el tiempo. En este sentido, ha argumentado que Gadafi también fue recibido “como un gudari” por José Luis Rodríguez Zapatero, Trinidad Jiménez y el rey cuando visitó España y plantó su jaima. “Era la época en que se estaba desarmando”, se ha escudado.
Como asistente y vocal de la oficina de Aznar, Casado fue quien recibía las comunicaciones. El dirigente del PP ha insistido en que eso era “un formalismo”, similar al de recibir también “una suscripción del ABC” a su nombre.
Casado ha tenido que enfrentarse a las frases más polémicas que ha pronunciado en los últimos años, entre ellas, la acusación de “carcas” a la izquierda y sus referencias a la memoria histórica y “la guerra del abuelo”. De nuevo, ha reconocido que se equivocó y que como nieto de represaliado por el franquismo, tuvo que dar explicaciones en su familia: “Por supuesto que fue una equivocación porque en un mitin al final se habla rápido e intentas expresar las ideas. Mi abuelo es un represaliado, que fue condenado a 30 años y cumplió seis. Es una frase que me ha perseguido mucho, para empezar, porque he tenido que explicársela a mi abuela”.
Para justificar su oposición a la ley de memoria histórica, Casado ha insistido en que no es contrario a que se recuperen los cuerpos de cunetas o fosas comunes pero sí ha acusado a los socialistas de “empleaar más recursos en comunicar la ley que en abrir fosas”.
Entre los errores de comunicación de su partido, ha admitido el del famoso plasma de Rajoy después de los papeles de Bárcenas “fue por no haber dado después una rueda de prensa”. Y se ha declarado convencido de que España sigue la senda de EEUU, donde la comunicación política “se hace más en los medios que en el Congreso”.
Como miembro de la cúpula del PP, Casado ha tirado de argumentario en cuanto al mayor caso de corrupción que ha corroído al PP. “Una vez estudiado el tema, se ha visto que es una cuestión de una sola persona, que se ha prevalecido de las siglas para hacer algo delictivo”. En su opinión, la petición de perdón y el reconocimiento del error que hizo Mariano Rajoy, basta para explicar que le enviara el SMS de ánimo cuando ya se conocía su fortuna en Suiza.