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Con agosticidad y en pleno bloqueo institucional tras el fracaso del primer intento de la investidura de Pedro Sánchez, la dirección del Partido Popular se abría este lunes por primera vez a la complicada posibilidad de liderar un Gobierno alternativo encabezado por Pablo Casado con la ayuda de las derechas de Ciudadanos y Vox, así como con la abstención del PSOE. Se trata de una idea que ya barajaron la pasada semana algunos barones territoriales del PP, pero que hasta ahora el equipo de Casado había rechazado de plano.
El nuevo giro de discurso se producía después de la reunión del Comité Ejecutivo Autonómico del PP de Cantabria, al que asistía el secretario general de los populares, Teodoro García Egea. En una rueda de prensa posterior, el 'número dos' de Casado invitaba al rey, que el domingo instó a los partidos a que encontraran una solución antes de ir a elecciones, a que proponga un candidato alternativo a Pedro Sánchez para la Presidencia del Gobierno.
Lo que el PP quiere es “un candidato de consenso” que podría salir de “una alianza de partidos constitucionalistas”, con un pacto entre PP y Ciudadanos con la abstención del resto de partidos. “Nosotros nos preguntamos por qué tiene que ser Pedro Sánchez el candidato”, ha dicho, saliéndose claramente de la línea marcada por el partido hasta ahora, cuando defendió que era Sánchez el que debía formar Gobierno y que sería en exclusiva suya la responsabilidad en el caso de que la falta de investidura abocara a un adelanto electoral en noviembre.
“El rey podría proponer en este caso a otro candidato que fuese de consenso”, ha insistido. “El dilema puede resolverse impulsando otro candidato, impulsando otra candidatura e incluso, como algunos han avanzado ya, con una alianza de los constitucionalistas, con una alianza entre Partido Popular y Ciudadanos, con la abstención del resto de partidos constitucionalistas y del Partido Socialista”, planteaba.
Fuentes de la dirección nacional del PP han reconocido en conversación con eldiario.es que esas declaraciones de García Egea abren la puerta a que Casado encabece el Ejecutivo con la ayuda de las derechas y la abstención del PSOE, pese al improbable escenario. Insisten en que el líder popular solo se presentaría “si el PSOE anuncia que se abstiene ante su candidatura”.
A renglón seguido, desde Génova matizan que “el PP no va a facilitar en ningún caso la investidura” de Sánchez. “Lo que ha dicho el secretario general es que, a la vista de la incapacidad de Sánchez de llegar a un acuerdo, tal vez el problema sea él y con otro candidato el PSOE sí podría acordar con sus aliados naturales, empezando por Podemos, como ya hace en comunidades y ayuntamientos. El PP seguirá donde lo han situado los españoles, ejerciendo la oposición con firmeza, coherencia y sentido de Estado”, apuntan fuentes de la máxima responsabilidad de la dirección popular.
La idea de una posible investidura de Casado era a última hora de la tarde calificada como “el chiste del día” por parte del ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. “Si tienen alternativa de Gobierno, que la presenten, pero si no la tienen, que dejen que haya gobierno, porque el bloqueo no es una alternativa”, zanjaba.
La opción a la que se abría este lunes la dirección del PP ya la plantearon la semana pasada algunos barones como el presidente murciano, Fernando López Miras. A su juicio, “lo más lógico y lo que dice el sentido común” es que Casado, que es “la alternativa a la primera fuera política” intente alcanzar acuerdos para formar un gobierno de derechas.
“Hemos tenido la oportunidad de que haya una investidura de Sánchez que ha fracasado. Lo lógico, antes de someter a los españoles a unas nuevas elecciones, es que la segunda fuerza tenga la oportunidad de conformar esa mayoría que le pueda dar un Gobierno”, dijo López Miras justo antes de entrar en la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP, en Madrid, tras la cual el propio Casado descartó esa posibilidad que Génova ahora empieza a ver con buenos ojos.
El planteamiento sería tratar de conformar una alianza con Ciudadanos como la que ha dado gobiernos autonómicos a las derechas, de forma que el Gobierno de coalición fuera también apoyado por Vox desde fuera, tal y como ha sucedido en Andalucía y Murcia, y está a punto de ocurrir en la Comunidad de Madrid.
Incluso en el caso de que se produjera un adelanto electoral, la dirección del PP está decidida a reproducir a nivel estatal una unión con Ciudadanos para presentarse a los comicios de forma conjunta, tal y como sucedió con Navarra Suma. Esta opción de una suerte de 'España Suma' ya ha sido rechazada por la dirección de Albert Rivera, pero Génova sigue insistiendo en que, a su juicio, es la única fórmula posible para frenar una nueva mayoría de izquierdas en el Parlamento.
El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Montesinos, aseguraba este lunes en una entrevista en Onda Cero que con esa alianza se trataría de “optimizar” el voto del electorado de centro derecha. “Ciudadanos tendrá que explicar su decisión de no seguir sumando, porque ya hemos visto que la suma de las fuerzas políticas beneficia a los españoles. El PP ha dejado claro que es el pegamento y es capaz de sacar acuerdos que benefician a todos los españoles”, zanjaba.
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