El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha asumido este jueves la teoría ultraliberal por la cual considera que bajando impuestos se pueden lograr mejores servicios públicos, después de que el Gobierno acordara con ERC la creación de un comité bilateral para una reforma fiscal y de un grupo de trabajo específico para la reforma del impuesto a las grandes fortunas y para acabar con el dumping fiscal de Madrid, a cambio del apoyo de los republicanos a los Presupuestos Generales del Estado.
Al final de una visita a un centro privado de educación especial que, según la convocatoria del PP, no contemplaba la posibilidad de que la prensa hiciera ninguna pregunta al líder del PP, Casado ha realizado una declaración –enviada después por los servicios de comunicación del partido– denunciando que la decisión del Ejecutivo de “armonizar al alza los impuestos” busca “castigar a siete millones de madrileños”.
“Madrid no es un paraíso fiscal, pero es un modelo alternativo al infierno fiscal en el que han convertido Catalunya los independentistas y que Sánchez quiere extender a toda España por un puñado de votos a los Prespuestos”, ha asegurado el líder de los populares.
Casado ha anunciado, a renglón seguido, que su plan seguirá siendo el de una masiva bajada de impuestos. “Las comunidades donde gobernamos van a seguir bajando impuestos”, ha dicho el líder de los populares.
A su juicio, con una menor carga fiscal que implica directamente una reducción de los ingresos en las arcas públicas, “se crea más empleo, se recauda más” y habrá “mejores servicios”. “Para los más necesitados, para quienes más necesitan los servicios públicos, tenemos que seguir bajando impuestos”, ha señalado Casado, que ha anunciado que su partido va a “dar la batalla” al Gobierno en materia fiscal.