Montealegre de Campos, un pueblo de 130 habitantes de la comarca de Altos Torozos, en Valladolid, está pendiente de una subasta que se celebra el 17 de noviembre. A eso han quedado reducidos los sueños de una pequeña localidad de Castilla y León embelesada con un proyecto de desarrollo turístico que nunca llegó a convertirse en realidad. El único resultado tangible es que diez fincas rústicas y urbanas del municipio han acabado en una subasta con la que un banco intenta recuperar parte de una deuda de 1,6 millones de euros por un crédito hipotecario que se concedió a un empresario hace tres años y del que no ha satisfecho ni un céntimo.
El artífice de la situación no es un desconocido en Castilla y León y mucho menos en las altas esferas del Gobierno que preside Juan Vicente Herrera. Se trata de Alberto Esgueva Gutiérrez, exconsejero delegado de Excal, oficina de internacionalización de la desaparecida Agencia de Desarrollo Económico de la Junta de Castilla y León. El mismo que, según un informe de la Agencia Tributaria, es el principal beneficiario de la trama eólica. Siempre según este informe, las compañías eléctricas pagaron 110 millones de euros a altos cargos de la Junta para que agilizasen la concesión de licencias para parques eólicos. Esgueva obtuvo supuestamente 47 millones.
Poco después del presunto pelotazo, y tras haber abandonado Excal para dedicarse a la “empresa privada”, Esgueva puso en marcha un ambicioso “proyecto turístico de lujo internacional” que prácticamente pretendía convertir el pequeño pueblo de Montealegre en un exclusivo paraje del nivel de Sotogrande (Cádiz). La inversión prevista era de 35 millones de euros.
El proyecto, planeado en una zona que apenas tiene turismo y con un clima extremo, consistía en convertir el castillo de la localidad en un hotel de cinco estrellas y en construir un macrocomplejo turístico con otros cinco hoteles de distintas categorías, un centro de equitación, un campo de golf de 18 hoyos, un centro de cetrería, balneario y restaurantes.
El nombre de Alberto Esgueva nunca apareció vinculado al proyecto, solo una sociedad: Desarrollos Naturales Siglo XXI, participada con otras en las que sí estaba Esgueva. Aunque esta sociedad carecía de actividad previa, la Junta de Castilla y León bendijo el proyecto, y ello a pesar de que Desarrollos Naturales había tenido una intentona previa en la localidad vecina de Villalba de los Alcores, donde pretendían comprar un monte de uso comunal para levantar el complejo de lujo.
Los vecinos se negaron en una consulta que se celebró en octubre de 2006. Tiempo después, la propuesta llegó a Montealegre de Campos.
Su exjefe le subvenciona
Tan satisfecha estaba la Junta de Castilla y León que, en 2011, la Consejería de Economía, dirigida por Tomás Villanueva y a cuyas órdenes había trabajado Esgueva cinco años antes, concedió a Desarrollos Naturales Siglo XXI una subvención de 1,6 millones de euros, con un 70% de fondos FEDER y a pagar en 2012, según el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) del 26 de octubre de 2011.
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Economía han asegurado a eldiario.es que la subvención “nunca se llegó a pagar”, ya que en octubre de 2013 (un año después de fecha estipulada para el pago en el Bocyl) se abrió un procedimiento de incumplimiento y éste “era del 100%”. A pesar de existir la resolución, la Consejería argumentó que no podía facilitar el documento a este medio porque la subvención se concedió a través de la ADE (Agencia de Desarrollo Económico) “y no es una empresa pública”.
Retirada de las ayudas
Con esa subvención publicada en el Bocyl, Esgueva no perdió el tiempo y se fue directo al Banco Sabadell. “Alberto Esgueva fue quien en nombre de Desarrollos Naturales, nos pidió un crédito de 1,6 millones de euros, nos contó que había recibido la subvención de la Junta y como avalistas puso a la sociedad y a él mismo. Por eso hemos iniciado el proceso de ejecución hipotecaria también contra él”, han confirmado fuentes del Banco Sabadell.
Los diez lotes que salen a subasta el mes que viene suman un valor de tasación de 1.066.441,63 euros. El banco perderá al menos medio millón de euros.
La subvención de la Junta no fue la única. El Ministerio de Hacienda, a través de la documentación tramitada por el gobierno de Castilla y León, también concedió un pellizco de fondos europeos, en concreto 495.732,60 euros en abril de 2007. Siete años después, en el Boletín Oficial del Estado de 18 de junio de 2014, la Comisión Delegada de Economía para Asuntos Económicos declaraba “la pérdida de los incentivos concedidos”, por “no haber acreditado la empresa la realización del 25% de la inversión”. Pero es que mientras estaba vigente esta primera subvención, Hacienda le dio otra más y de mayor cuantía. En concreto, el 21 de diciembre de 2010, le concedió 1.009.827,28 millones. Tampoco se hizo efectiva por incumplimiento total.
El proyecto había empezado a cojear en 2011 pese a que la Junta siempre se manifestó a favor de su desarrollo. Según fuentes cercanas al caso, pasó de ser un proyecto hostelero a uno urbanístico. Los vecinos empezaron a ver desfilar por el pueblo “jeques que llegaban en cochazos” y hasta un futbolista de fama internacional. Nunca volvieron.
La sociedad decidió renunciar a la construcción del hotel en el castillo después de que la Consejería de Hacienda -de quien dependía el inmueble tras su transferencia desde la Consejería de Agricultura en 2013- estableciera un canon. No obstante, la empresa pretendía seguir adelante con el proyecto.
A lo largo de los últimos años se han acumulado las providencias de apremio para Desarrollos Naturales siglo XX que no ha pagado ni el IBI de las fincas que adquirió, una de ellas al propio alcalde de la localidad.
Fincas del banco y de la Agencia Tributaria
La Agencia Tributaria reclama a Desarrollos Naturales una deuda de algo más de 90.000 euros con los intereses de demora y ha embargado 19 lotes de fincas rústicas. La subasta, que se había fijado para septiembre, se suspendió porque el embargado “no estaba de acuerdo con la tasación”. Según la Agencia Tributaria, se está realizando una nueva valoración y la subasta se fijará en el mes de diciembre.
Hoy la calle Mayor de Montealegre luce viviendas y tapias derribadas. Cinco casonas nobles permanecen apuntaladas a la espera de una rehabilitación que nunca llegó. No hay balneario, ni hoteles, ni campo de golf. El Banco Sabadell y la Agencia Tributaria intentan colocar los restos del naufragio al mejor postor. Mientras, Alberto Esgueva levanta edificios de lujo en Varsovia, ajeno a las ruinas que dejó en los Torozos.