El incremento de los contagios de coronavirus ha hecho saltar las alarmas en algunos gobiernos autonómicos y en Moncloa, que ha citado a los presidentes este miércoles por la tarde para debatir sobre la intensificación de las medidas para luchar contra la sexta ola. El Gobierno evita detallar qué propuesta hará llegar Pedro Sánchez a los líderes autonómicos mientras estos empiezan a pronunciarse con medidas dispares -que van desde la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores hasta la imposición del toque de queda-. Esta última es una propuesta de Catalunya, cuyo presidente, Pere Aragonès, es el que ha planteado restricciones más duras y que se extiendan a toda España. Que las limitaciones sean comunes a todo el territorio es una reivindicación de más líderes autonómicos que chocan con el criterio de Isabel Díaz Ayuso, que considera que no hay que incrementar las precauciones ante el avance de los contagios.
Entre tanto, el Gobierno quiere esperar a la Conferencia de Presidentes para comunicar cualquier tipo de decisión sobre “nuevas medidas” que operarían para las próximas semanas, según dijo Sánchez en una intervención en la que no aceptó preguntas de los periodistas. “Me van a permitir que no entre a la concreción de algunas cuestiones que el Gobierno planteará en esa reunión que pretende ser de puesta en común y de analisis de la situación”, ha respondido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la portavoz, Isabel Rodríguez, a la pregunta concreta de si se limitarán aforos y se restringirá el ocio nocturno.
“El planteamiento que el Gobierno lleva a esta Conferencia de Presidentes es el trabajo colaborativo, conjunto, de escucha y de compartir la decisión. Las decisiones que surjan serán compartidas deseando el acuerdo en su máxima expresion, pero atendiendo a una realidad que es nuestro país, como estado autonómico con competencias muy delegadas en materia sanitaria”, ha advertido Rodríguez, que en todo momento ha insistido en que esta sexta ola no tiene nada que ver con las anteriores por el alto índice de vacunación y la consiguiente menor gravedad de los casos, a pesar del incremento de la incidencia.
El Gobierno se defiende, además, de las críticas que le llegan desde los ejecutivos autonómicos y los grupos parlamentarios -incluidos algunos de sus aliados- por que la cita llega tarde, apenas 48 horas antes de las cenas de Nochebuena. “No hemos llegado tarde porque nunca habíamos dejado de estar”, ha asegurado la portavoz de la coalición, que ha recordado que Gobierno y comunidades están en contacto permanente a través de organismos sectoriales como el Consejo Interterritorial de Salud. No obstante, los últimos intentos por lograr posiciones comunes en la lucha contra el virus han sido en vano. El último semáforo COVID, por ejemplo, se aprobó sin medidas concretas a implementar en función de la situación.
El PP ha sido especialmente duro con Sánchez al asegurar que llega “tarde y mal” en la convocatoria. La portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha reprochado que se desconozcan todavía las medidas que va a poner sobre la mesa el Gobierno en lo que considera que es una estrategia para esconderse detrás de las comunidades autónomas. Gamarra ha lamentado que “a 24 horas de la Nochebuena nadie sepa cuánta gente puede estar en su casa”. No obstante, dentro del PP también hay discrepancias: Gamarra ha evitado respaldar la ausencia de cuarentenas que ha defendido Ayuso y ha defendido más restricciones frente a la posición de la presidenta madrileña, que se ha mostrado en contra. El nuevo consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, ha seguido esa senda y ha rechazado más medidas bajo el pretexto de que los castellanos y leoneses “sean dueños de sus vidas”.
Moncloa, por su parte, no considera que tenga que hacer autocrítica por haber reaccionado en vísperas de las fiestas navideñas tras semanas en las que se circunscribía a la “vacunación y la mascarilla” como la receta frente al virus. “Lo que ha cambiado en los últimos dias y horas es un incremento en la incidencia como consecuencia de la aparición de una nueva variante que no lleva ni un mes entre nosotros”, ha afirmado Rodríguez: “Proponer y coordinar medidas con las comunidades es lo que el Gobierno viene haciendo desde marzo de 2020. No hay ninguna novedad esta es la 19ª ocasión en que se va a reunir la conferencia de presidentes. Hace cinco semanas no conocíamos ómnicron”.
“En el tramo de edad de las personas de más de 70 años, esa poblacion tiene ya en un 83,7% su dosis de refuerzo, es en ese tramo de edades donde menos ha afectado la incidencia”, ha puesto a modo de ejemplo. “Prudencia y tranquilidad en la confianza de que las administraciones públicas hemos estado, hemos sido determinantes en los peores momentos y capaces de acordar y cumplir esos objetivos”, ha dicho convencida de que el miércoles los presidentes alcanzarán una posición común pese a los planteamientos dispares en este momento.
Rodríguez ha insistido en que esta sexta ola es distinta a las anteriores y ha evitado hablar en términos de alerta, como sí ha hecho el presidente catalán al asegurar que la situación es “crítica”. “Mañana trasladaré a la conferencia de presidentes que las medidas que se han adoptado en Catalunya deben extenderse a otros territorios, cada uno respecto a sus datos”, ha avanzado Aragonès. “No nos podemos conformar con las mascarillas por la calle. Las medidas que hay que tomar no son de gusto para nadie, pero son necesarias y valientes”, ha añadido Aragonès, que ha indicado que “Catalunya no es una isla” y que, por tanto, las decisiones del resto de territorios le afectan.
Catalunya va a solicitar a la Justicia la autorización para imponer el toque de queda en todos los municipios que tienen una incidencia acumulada de más de 250 casos por 10.000 habitantes en los últimos siete días. Además, quiere limitar las reuniones sociales a diez personas, cerrar las discotecas e incluir restricciones de aforo en bares, restaurantes, comercios, cines y teatros para intentar frenar la expansión de la pandemia.
Euskadi, que es la autonomía que solicitó la convocatoria de la conferencia de presidentes, ha calificado de “grave” su situación y ha pedido que apliquen medidas “comunes” en todo el territorio. “Con un poco más de tiempo y trabajando las cosas, sin luz pero con técnicos para plantear unos mínimos denominadores comunes, hubiera ido mejor”, ha reprochado el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. Ciudadanos, Más País y Compromís también han criticado la “improvisación” por parte del Gobierno.