El Gobierno chino emplazó hoy tanto a Israel como a Hamás a responder a las demandas de la comunidad internacional y a establecer un alto al fuego “inmediato” para evitar que aumente el número de víctimas en el conflicto, que ya superan los 630, en su mayoría civiles palestinos.
“China está profundamente preocupada por las numerosas bajas”, aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, en un comunicado, en el que insiste en que ambas partes pongan fin a los ataques aéreos, terrestres y los lanzamientos de cohetes.
“Cuanto más se prolongue el conflicto, más vidas se perderán y más odio se acumulará”, añadió el portavoz, quien consideró que cualquier uso deliberado de la violencia es “inaceptable y condenable”.
El enviado especial de China para Oriente Medio, Wu Sike, se encuentra de viaje oficial a Palestina, Israel y otros países de la región hasta el día 26 con el objetivo de “sumarse a los esfuerzos internacionales para lograr un alto el fuego”.
En numerosas ocasiones el gigante asiático se ha mostrado dispuesto a jugar “un papel constructivo y positivo” para lograr la paz entre ambas partes proponiéndose como mediador y ofreciendo Pekín para la celebración de encuentros.
China aboga por un papel más activo en la región, sobre todo desde que en mayo del año pasado recibiera en Pekín al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, apenas un día antes de que también aterrizara en la potencia asiática el presidente israelí, Benjamin Netanyahu.