Las decenas de periodistas que el pasado 26 de junio esperaban a Cristina Cifuentes en los juzgados de Plaza Castilla se quedaron sin verla entrar a declarar. Alegó que estaba enferma y la jueza pospuso su citación en el caso Máster. Este lunes la expresidenta madrileña ha logrado evitar a los medios a la entrada y a la salida de su declaración, y tampoco se los ha cruzado por los pasillos de los juzgados.
Cifuentes estaba citada para las 16.30 horas para declarar en el caso Máster, imputada por delitos de cohecho y falsedad documental. La orden en los juzgados de instrucción de Plaza Castilla en que ningún periodista -ni nadie que no tenga una citación- puede acceder después de las 14.00 horas, pero hasta ahora podían quedarse dentro si habían entrado antes de esa hora. Así ha ocurrido con otras declaraciones del caso, hasta hoy.
La decana en funciones Carmen Valcarce ha dado orden a la seguridad privada y a los agentes de la Policía Nacional de desalojar a un grupo de periodistas que se encontraban en los pasillos de los juzgados. Mientras en otras ocasiones los periodistas han esperado en la puerta de la sala de declaraciones a que terminasen los interrogatorios a los imputados, en esta ocasión han tenido que hacerlo en la calle.
Valcarce es la decana en funciones de los juzgados de Madrid desde que Antonio Viejo fuera designado secretario general del Ministerio de Justicia y es la jueza que durante años empantanó el caso de los espías.
Sin fotos de la expresidenta
Había varios equipos de televisión apostados en las entradas de los juzgados, pero ninguno ha captado la imagen de Cristina Cifuentes. Pasadas las 16.30 algunas fuentes informaban de que la expresidenta ya estaba en la sala declarando, aunque no había entrado andando por la puerta principal, ni por la trasera.
Para evitar a los periodistas, la Cifuentes ha acudido en un coche de la Policía Nacional conducido por dos escoltas. Los agentes que han escoltado a la presidenta hasta los juzgados son de la Unidad Adscrita a la Comunidad de Madrid, con dependencia del Gobierno autonómico. En total puede disponer de cuatro policías, dos por turno.
Dado que son policías nacionales, han podido acceder a las dependencias de Plaza Castilla a través del garaje, enseñando su placa. Así, nadie ha visto a Cifuentes entrar a declarar ante la titular del juzgado de Instrucción Número 51, que la imputó por su máster falso. Tampoco nadie la ha visto salir, a pesar de que multitud de fotógrafos y cámaras se habían apostado en el garaje por el que había entrado.
Cuando los abogados habían abandonado ya Plaza Castilla, un Audi con los cristales tintados ha salido del párking. En el viajaba en el asiento de atrás una mujer rubia que se ha tapado con un abanico para evitar las cámaras. Los fotógrafos han comenzado a disparar los flashes para penetrar los cristales para lo que han tenido tiempo de sobra, porque el coche ha estado cerca de un minuto parado en la salida, hasta que por fin ha arrancado y se ha ido por dirección contraria.
Los fotógrafos han puesto entonces en común sus capturas, para ver quién había conseguido un mejor plano de la expresidenta a pesar de las dificultades. La sorpresa ha sido comprobar que la mujer rubia a la que habían hecho fotos no era Cifuentes. Justo en ese momento un agente se dirigía a ellos para decirles que ya podían irse, que Cifuentes se había ido por otra salida del párking.
Así, Cifuentes ha declarado este lunes en el caso que acabó con su carrera política sin que las cámaras la hayan abordado a la entrada ni a la salida, sin cruzarse a ningún periodista en los pasillos del juzgado, y sin que ningún fotógrafo haya podido capturar una imagen suya.