“Un militante, un voto”, pero solo a nivel regional. El PP de Madrid ha acordado con la dirección nacional una transaccional por la que abandona la enmienda en la que pedía la celebración de primarias a dos vueltas con el voto de los militantes a cambio de que se puedan celebrar a nivel autonómico y local. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha conseguido de esta manera alejar una fórmula de elección que no era del agrado de Génova.
Martínez-Maillo mantuvo una reunión este jueves con el número dos de Cristina Cifuentes en el Gobierno regional, Ángel Garrido. Ambos acordaron mantener el sistema de votación del presidente del partido que se decidirá en el Congreso Nacional del próximo febrero como recoge la ponencia Política redactada por el vicesecretario de organización: votación a doble vuelta, con una primera ronda de voto por los militantes, y una segunda, en la que votaría solo los compromisarios.
A cambio, el PP de Madrid consigue de Génova el visto bueno a las primarias para la presidencia del partido en los ámbitos regional y local mediante la celebración de “congresos asamblearios” donde todos los militantes se convertirán en compromisarios, con lo que podrán votar en ambas vueltas. La propuesta transaccionada será debatida y aprobada en la primera jornada del Congreso Nacional, el próximo 10 de febrero.
“Hemos aceptado una transaccional que se presentará en breve para permitir dos cosas: por un lado, que Madrid consiga lo que la presidenta regional se había comprometido y es que todos los militantes puedan votar, es decir, el sistema de un militante un voto, por otro lado, el ponente mantiene los términos en los que lleva la ponencia de estatutos, la elección del presidente nacional como él pretendía”, ha explicado Ángel Garrido a EP.
La presentación de la enmienda de primarias por parte del PP de Madrid ya estuvo rodeada de la polémica. Varios barones y responsables del partido aprovecharon la petición de democracia interna de Cifuentes para enmarcarlo como un reto a Rajoy en la carrera de la presidenta de la Comunidad de Madrid por ser presidenta del PP. Desde ese momento, el entorno de la presidenta buscó rebajar el perfil en torno a las enmiendas.
La cesión de Cifuentes ante la dirección nacional del partido se da en un momento de beligerancia entre las familias del PP madrileño. La fecha de celebración del congreso regional del 17 al 19 de marzo, coincidiendo con el puente por la festividad de San José, ha provocado el enfrentamiento directo con Íñigo Henríquez de Luna, mano derecha de Esperanza Aguirre en el Ayuntamiento de Madrid, que acusó a Cifuentes de buscar con esas fechas la eliminación de la competencia por la presidencia regional del partido.
Cifuentes necesita que se apruebe una disposición transitoria en el Congreso Nacional para acortar el plazo oficial de 45 a 30 días entre ese cónclave y el regional como recogen ahora los estatutos del partido, y se celebre en las fechas elegidas por la presidenta de la gestora del PP de Madrid.
Las primarias en las que votan todos los militantes ya han sido una realidad en congresos regionales como los del País Vasco y Baleares, que contaron con el permiso previo de la dirección nacional del PP.