Las expectativas electorales del Partido Popular caen a mínimos históricos en escenario de elecciones municipales y autonómicas. Los sondeos publicados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de cara a las elecciones del 24 de mayo retratan un desplome de los de Rajoy, que solo se salvarían de la derrota completa si Albert Rivera decide indultarlos con pactos poselectorales que impidan la formación de gobiernos de izquierda.
Ciudadanos tiene la llave de la presidencia de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid y también decidirá si Esperanza Aguirre llega a la alcaldía de la capital.
En manos de Rivera está también ni más ni menos que el futuro político de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. Según los datos del CIS, un acuerdo entre Ciudadanos y PP bastaría para sumar 17 diputados que, en el peor de los pronósticos para la derecha, sería suficiente para que la secretaria general del PP no tenga que explicar en Génova 13 una derrota electoral que podría provocar un terremoto interno en el partido de Rajoy. Cospedal queda en el CIS por debajo del PSOE en porcentaje de votos pero le otorga más escaños por el reparto provincial de los asientos parlamentarios.
También en Aragón, el PP necesita a Ciudadanos. Sin los votos de Albert Rivera, Luisa Fernanda Rudi podría ver comprometida su presidencia en caso de que se produzca un acuerdo entre PSOE y Podemos.
Valencia es otro de los territorios donde el PP depende de Ciudadanos para salvarse. Alberto Fabra perderá el 18% de sus votos, y el resultado se presenta muy apretado. Sin Ciudadanos, los populares no tendrían ninguna opción de evitar un gobierno de izquierdas.
El pronóstico del CIS anuncia la necesidad del acuerdo poselectoral. La política de pactos decidirá la mayor parte de los gobiernos autonómicos y está por ver si Ciudadanos da el paso de salvar al PP o permite que otros acuerdos cambien el color de las presidencias.
En las próximas semanas, los populares insistirán en su discurso de que el Gobierno debería ser para las listas más votadas. Esa ha sido su máxima y la moneda de cambio con la que los de Rajoy han querido comprometer su apoyo a la investidura de Susana Díaz en Andalucía.
El CIS apunta además cambios en Extremadura, donde Monago perdería las elecciones, quedándose a más de cuatro puntos del PSOE.
El PP mantiene su poder intacto en Castilla y León, donde conservaría la mayoría absoluta, con el 40,9% de los votos. En Murcia, pese al descenso, los populares podrían gobernar al ser la fuerza más votada, a 15 puntos de distancia por encima de los socialistas.