Ciudadanos continúa sufriendo las consecuencias de sus continuas derrotas electorales. La última y definitiva fue la de las autonómicas y municipales del pasado mes de mayo, cuando prácticamente desaparecieron de las instituciones. Entonces, la dirección del partido decidió renunciar a presentarse a las nuevas generales que convocó Pedro Sánchez para el 23 de julio de este mismo año.
La decisión, que causó una gran malestar interno en un amplio sector del partido, venía derivada de la merma de ingresos que iba a sufrir al no recibir subvenciones públicas en ninguna de las comunidades autónomas en donde hace cuatro años años tenían representación, e incluso gobernaban. Cinco meses después de esa decisión el partido se ve obligado a aplicar un ERE que afectará a la mitad de la plantilla y que ahora intentan pactar con los trabajadores, según han confirmado a esta redacción fuentes de la dirección.
Aunque es el primer ERE que Ciudadanos acomete, a lo largo del ultimo año la formación que autodenomina ahora “liberal” ha tenido que cerrar casi todas sus sedes provinciales, realizar algunos despidos y ajustar su presupuesto para poder sobrevivir los próximos años ya que su intención es rearmarse y volver a concurrir a las próximas citas con las urnas, empezando por las europeas de 2024, e incluso a las generales en el que caso de que se tengan que repetir si Pedro Sánchez no logra cerrar su investidura.
Las negociaciones con los trabajadores para acometer el ERE comenzaron a mediados de este mes de octubre y se alargarán posiblemente hasta el plazo que marca la ley desde que se solicita, en este caso a medidos de noviembre, que es cuando deberán presentarlo. Según las fuentes consultadas, el proceso, aunque está resultando “traumático” para los afectados, se está llevando a cabo con la “mejor disposición posible” de la empresa para decidir a qué trabajadores pueda afectarles.
En el preacuerdo que está abierto se ha establecido una indemnización de 36 días por año trabajado. Al final, de la lista en la que hay 25 personas, según las mismas fuentes, podría ocurrir que algunos se queden si la dirección considera que son imprescindibles para el próximo ciclo político que se avecina. Esta redacción ha hablado con algunos de los empleados más veteranos y reconocen que la situación a la que se están enfrentando está siendo “muy dura” después de tantos años “dejándose la piel por el partido”.
La intención de “impulsar el nuevo proyecto”
Ciudadanos de momento sigue en hibernación. Pero los planes de la dirección son “impulsar de nuevo el proyecto”. Para ello lo primero que tienen que hacer es celebrar unas primarias para el cargo de portavoz nacional que sigue vacío tras la renuncia de Patricia Guasp, que decidió abandonar la política tras la debacle del 28M, al igual que su antecesora, Inés Arrimadas y otras figuras de la formación. Esas elecciones internas se han fijado para el día uno de diciembre, según explican fuentes del partido, como así ha sido ratificado en el último Consejo General, en el que se aprobó el reglamento del proceso.
De momento nadie se ha postulado para ocupar el cargo, cuyas funciones está ejerciendo provisionalmente el secretario general del partido, Adrián Vázquez. No hay que olvidar que Ciudadanos se ha quedado sin los pocos referentes que les quedaban, como Edmundo Bal o Francisco Igea que ha terminado siendo expulsados como consecuencia de sus critica a la cúpula a la que acusaron, entre otras cosas, de “apropiarse de la caja” del partido.