El alcalde- presidente de Melilla y hasta ahora miembro de Ciudadanos, Eduardo de Castro, ha recibido este viernes la resolución definitiva del expediente que le abrió el partido el pasado mes de abril en el que se le comunica la decisión del Comité de Derechos y Garantías de expulsarlo de la formación que preside Inés Arrimadas. La Comisión de Régimen Disciplinario de Ciudadanos le abrió dicho expediente tras acusar a De Castro de “incumplir las directrices del partido” y por haber ocultado su condición de imputado en un procedimiento penal “de extraordinaria gravedad” -supuesta prevaricación- que afecta a su condición de representante institucional al ejercicio de su cargo. Unas acusaciones que el regidor niega y que explicó en una entrevista con este diario.
De Castro, que es el cargo institucional más alto que había logrado ostentar Ciudadanos tras las elecciones autonómicas de 2019, se ha hecho eco de la decisión del partido en su perfil de Twitter en donde ha adelantado que ha convocado a la Mesa de la Asamblea –que él preside- para el lunes próximo para notificar su nueva situación a los otros dos únicos miembros de este órgano, uno del PP y otro de Coalición por Melillla (CxM), socios de su Gobierno.
Además, añade que, tal y como anunció, presentará “la demanda correspondiente” ante un juzgado de Melilla para pedir “medidas cautelares por vulneración de derechos” de tal forma que su expulsión quede en suspenso hasta que el juez decida si él tiene la razón o la tiene el partido.
El propio De Castro ha adelantado a esta redacción que no piensa dimitir de su cargo institucional y que no teme que le presenten una moción de censura los grupos de la Asamblea. Según ha explicado, ahora queda en manos de la Mesa decidir si sigue como diputado en el Grupo Mixto, en donde está situado desde el inicio de la legislatura al ser el único representante de Ciudadanos que había en la Cámara autonómica, o pasa a ser diputado ‘no adscrito’, lo que que le privaría de recibir medios para realizar su trabajo como parlamentario. El regidor melillense asegura que eso tampoco le va a impedir seguir ejerciendo su cargo de alcalde-presidente de la Ciudad autónoma.
De Castro, además, presentó una querella ante la Fiscalía de Madrid contra Edmundo Bal por llamarle “corrupto” durante la campaña de las autonómicas madrileñas, que fue admitida a trámite y sobre la que aún está a la espera de ver qué decide hacer ese órgano judicial.