El titular del Juzgado de Instrucción número dos de Madrid, Arturo Zamarriego, ha citado a declarar el próximo lunes al comisario José Manuel Villarejo en calidad de investigado, la nueva figura para referirse a los imputados. Zamarriego investiga una grabación ilegal a los policías que investigaban al pequeño Nicolás mientras celebraban una reunión con dos agentes del CNI. El mismo día están también citados a declarar, pero en calidad de testigos, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó y el jefe de los investigadores policiales del caso Marcelino Martín Blas.
La imputación de Villarejo llega una semana después de que se conociese un informe policial incorporado al sumario que le atribuye media docena de delitos al comisario:blanqueo de capitales, manipulación y alteración de pruebas judiciales, acusación y denuncia falsa, actividades prohibidas a funcionarios públicos y otras filtraciones policiales“. Los investigadores le señalan como el responsable de grabar el audio de una reunión entre el entonces jefe de asuntos internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, y dos agentes del CNI sobre el caso del Pequeño Nicolás. La tesis que apuntan los investigadores defiende que el teléfono de Martín Blas se convirtió en un micróno que captó la conversación cuando fue activado a través de una llamada realizada por un periodista vinculado a Villarejo al responsable de Asuntos Internos. Previamente, continúa el informe, en el teléfono de este se había instalado una aplicación que dirigía de forma remota el teléfono.
El fiscal del caso no quiso llegar tan lejos y subraya en otro escrito incorporado a la causa que la investigación de los hechos “no ha conseguido descubrir cómo se produjo la grabación” y por eso se opuso a la imputación de Villarejo y de su esposa, también implicada en el caso.