El comisionista Luceño: “Lin Shin debe ser algún proveedor que al final no participó en el negocio”
El comisionista Alberto Luceño ha contestado al juez del caso mascarillas que el misterioso Lin Shin que aparece en un reparto de ganancias que él mismo envió a Luis Medina “probablemente fue algún proveedor que en los momentos iniciales de la operación pareciera que iba a participar, sin llegar a hacerlo finalmente”. “A lo largo y ancho de una operación de comercio internacional los participantes en la misma y sus honorarios van variando, incluso notablemente, por lo que no debe sorprender la presencia del nombre Lin Shin en el listado remitido”, añade Luceño.
Así consta en un escrito remitido al juzgado, al que ha tenido acceso elDiario.es, en el que la defensa de Luceño contesta a la pregunta formulada por el juez de acuerdo a una solicitud de la acusación popular de Podemos. “El señor Luceño carece de sus datos identificativos”, dice el letrado del comisionista sobre Lin Shin.
En realidad, Luceño delata su engaño con este escrito. Él y Medina se repartieron seis millones de euros en comisiones entre el 31 de marzo y el 23 de abril de 2020. El correo que envía Luceño a Medina es del 20 de abril, es decir, los acuerdos ya estaban alcanzados y el negocio cerrado. La primera comisión, única que Medina creía que iban a recibir ambos –Luceño se llevó 4 millones más que el hermano del duque de Feria–, entró en las cuentas bancarias de los imputados el 31 de marzo, tres semanas antes del correo en el que Luceño incluye a Lin Shin.
En el cuadro que Luceño adjuntó a Medina también aparece San Chin Choon, a quien el comisionista español ha identificado en todo momento como proveedor único de las mascarillas. En su petición Podemos apuntaba que “causa cierta sorpresa el hecho de que las sumas reflejadas para ‘Alberto’, ‘Leno’ [San Chin Choon] y ‘Lin Shin’, sean prácticamente coincidentes con las cantidades que fueron finalmente percibidas por el investigado Alberto Luceño”.
La defensa de Luceño aprovecha para reiterar su queja por el registro en su casa y domicilio de una de sus empresas: “Quizá cuando le sean devueltos sus dispositivos móviles y ordenadores pueda disponer de nueva información. Entretanto, téngase por cumplimentado voluntariamente el requerimiento [de información sobre Lin Shin]”.
Deslizaba así la acusación popular que Lin Shin sea un invento de Luceño para ampliar el monto de las comisiones que percibió: 5 millones respecto al millón de euros que obtuvo Medina. Este siempre pensó que iba a cobrar lo mismo que Luceño y solo la investigación judicial le sacó del engaño.
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