El empresario Alberto Luceño, investigado por la Fiscalía Anticorrupción por llevarse cinco millones de euros de dinero público en comisiones por su gestión de la compra de mascarillas y otros productos sanitarios en el peor momento de la pandemia, llegó a pedir al Ayuntamiento de Madrid una medalla por su labor. Durante su declaración ante el fiscal hace justo un año, el 14 de abril de 2021, Luceño aseguró que había solicitado ese reconocimiento porque los empresarios asiáticos con los que él mismo medió para contratar con el consistorio fueron “los más rápidos y se sirvió la mercancía en una semana”.
La petición se realizó a través de un audio de WhatsApp que Luceño envió a Elena Collado, la responsable de Compras del Ayuntamiento, durante la negociación de una donación de mascarillas por parte de los empresarios comisionistas. “Ahora sí que me debes una medallita, una medallita civil me vendría bien”, le dijo el empresario a la alto cargo del consistorio que encabeza José Luis Martínez-Almeida, del PP.
El audio, al que ha tenido acceso este diario, da a entender que Luceño hablaba en tono de broma. Pero cuando, durante la declaración ante el fiscal, éste le pregunta por ese reconocimiento, el empresario asegura que hablaba en serio. “En alguno de sus mensajes, usted dice o menciona, no sé si lo de dice de manera jocosa, que espera o que cree que se merecería una medalla del Ayuntamiento de Madrid, un reconocimiento civil”, le recuerda el fiscal, haciendo alusión a ese mensaje de audio enviado por WhatsApp.
“Sí. Por el tema de la compra y porque se sirva en una semana. Porque fueron los únicos. Elena [Collado], conmigo, a las dos o tres de la mañana, firma contratos después de mucho esfuerzo. La medalla es porque efectivamente se movieron los más rápidos y se sirvió la mercancía en una semana”, respondió Luceño.
“Así es como se trabaja en el comercio internacional”
Preguntado sobre cómo se fijaron las comisiones millonarias que cobraron tanto él como Luis Medina que, en total, se embolsaron seis millones de euros por los contratos conseguidos durante el principio de la pandemia, Luceño dio ante el fiscal la siguiente explicación: “Eso va a posteriori. No es lo mismo una comisión de un producto que vale un euro, que de uno que vale 20 o 30. Cuando yo ya hablo con Elena [Collado] y le digo: 'Oye, firma el contrato porque, si no, no se puede paralizar la operación de fluctuación del precio, en el momento en el que ellos ya firman el contrato yo les mando a Leno [la empresa asiática con la que trabajaron] el contrato firmado y antes de realizar el pago es cuando yo hablo con Leno. ¿De esta operación qué tengo? Pues de esta operación tú tienes, por ser agente, tanto dinero. Llegamos a un acuerdo y así es como se fija”.
Según su declaración, una vez que él tuvo su “precio fijado” habló con Medina y le dijo: “De esta operación, se te reconoce tanto”. “Así es como se trabaja en el comercio internacional”, le espetó al fiscal. “Es decir, ¿que es Leno la que fija su comisión y la del señor Medina?”, le pregunta entonces el representante del Ministerio Público. “En mi caso sí, es Leno. El señor Medina no sabe ni lo que yo cobro ni Elena [Collado] sabe lo que yo cobro porque se fija como agente. Como yo hago mi trabajo de agente, fijo yo mi comisión con Leno”, responde Luceño. “¿La fija usted con Leno?”, insiste entonces el fiscal. “Bueno, Leno conmigo”, responde el empresario.
Preguntado sobre los términos que pactó con Medina respecto a cuál iba a ser su comisión, Luceño asegura que le dijo al hijo del duque de Feria que se le iba a reconocer una mordida “por pasar un contacto”, en alusión al Ayuntamiento de Madrid. “No quedaron en ninguna cuantía ni siquiera aproximada”, añade entonces el fiscal, que le recuerda que, en su declaración, Medina “dijo que en lo que habían quedado” era “que lo que se llevaban aproximadamente era un tercio”. “Un tercio Leno, un tercio usted, y un tercio el señor Medina”, le dice al empresario.
“Es incorrecto. Leno no se lleva nada. No va por tercios”, respondió Luceño. “¿Es incorrecto lo que dijo Medina?”, se pregunta entonces el fiscal. “Es incorrecto. La comisión la asigna el vendedor, porque yo soy agente del vendedor. Cuando se hace una operación, se dice: 'de esta operación tengo más porcentaje porque la he negociado muy bien, en esta tengo menos que la he negociado peor'”, se justifica.
Las “recomendaciones” de la Cámara de Comercio de París
Luceño asegura que, en sus gestiones, “siempre” sigue “las recomendaciones de la Cámara de Comercio de París, que no las obligaciones”, que dicen que “no se puede llevar nunca una persona más del 50% de la operación” en comisiones. “¿Eso dónde lo dice? ¿La tiene usted recogida [la recomendación? ¿Es pública? ¿Se lo han dicho verbalmente?”, se interesó entonces el fiscal. “Verbal siempre”, reconoce el empresario. “Recomienda que los agentes nunca se lleven más de un 50%”, insiste.
A continuación, sin embargo, el fiscal recuerda a Luceño un contrato por el que tanto él como Medina se llevaron cuatro millones. “En este caso, cuatro millones, que son las comisiones del señor Medina y usted, ¿qué porcentaje supone sobre 6.600.000 dólares?”, pregunta el ministerio público. “Un 45%”, responde el empresario. “¿Cuatro millones sobre seis millones sescientos? Es más de la mitad, perdone que le diga”, insiste el fiscal. “Se lo voy a enseñar. De las máscaras, se reconoce un 44,85%. Es decir, yo reconozco un 44,85%”, apunta entonces Luceño. “¿Y el señor Medina?”, pregunta el fiscal. “Reconoce su porcentaje”, se limita a asegurar el comisionista.