Condenados dos empleados de Barajas por introducir migrantes a los que disfrazaban con uniformes de Iberia

Alberto Pozas

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Dos trabajadores del aeropuerto de Madrid han sido condenados a dos años de cárcel cada uno por ayudar a una organización internacional de tráfico de migrantes a introducir hasta 29 personas en España de forma irregular a través de las terminales, procedentes de República Dominicana y disfrazados de trabajadores de Iberia. Los dos acusados, que han reconocido los hechos y han llegado a un acuerdo con la Fiscalía que evita su entrada efectiva en prisión, consiguieron su objetivo en “numerosísimas ocasiones” y ganaron “importantes beneficios económicos”, según declara probado la Justicia.

La investigación arrancó durante los primeros meses de pandemia en 2020 y condujo hasta una organización radicada en República Dominicana que, a cambio de 8.000 euros por persona, conseguía introducir de forma ilegal a migrantes en España. El entramado arrancaba en una agencia de viajes de Santo Domingo que sacaba billetes a los nacionales de ese país para viajar hasta la capital guineana, Malabo, cuyas autoridades no requieren visado. El plan consistía en quedarse en Madrid y que su aeropuerto no fuera simplemente una escala.

Además del dinero, la organización ponía dos requisitos: enviar por adelantado una foto y llevar un pantalón negro y una camiseta roja. La foto era para que los colaboradores españoles del grupo pudieran reconocerles al bajarse del avión. La ropa era para poder disfrazarse de trabajadores de Iberia con sus colores corporativos y cruzar varias zonas de seguridad del aeropuerto sin levantar sospechas.

La sentencia de conformidad de la Audiencia Provincial de Madrid, a la que ha tenido acceso elDiario.es, describe cómo funcionaba el sistema que estuvo operativo, al menos, desde finales de 2019 hasta marzo de 2020, cuando la pandemia y el cierre de fronteras limitaron al máximo la entrada y salida de personas en España. La consigna para las personas que llegaban en avión desde Santo Domingo a Madrid era bajarse y acudir al Burger King de la Terminal 4.

Allí les estaba esperando uno de los condenados, trabajador del aeropuerto, que con su foto en la mano los reconocía y llevaba hasta una sala donde podían disfrazarse de trabajadores de Iberia, chaleco reflectante incluido. El objetivo era “aparentar que trabajaban allí y no levantar sospechas”. Un segundo trabajador del aeropuerto aportaba su tarjeta de empleado de AENA para sacar de allí a los migrantes, recaudar el resto del dinero y ayudarles a salir del aeropuerto y quedarse en España.

La resolución también explica que, en total, las personas pagaban 8.000 euros a la organización. Los primeros 2.000 euros se pagaban en la República Dominicana, otros 2.000 euros más a los colaboradores españoles del entramado en Madrid y el resto era abonado por los familiares una vez llegaban a España. Los dos condenados, afirma la Audiencia de Madrid en su resolución firme, obtuvieron “importantes beneficios económicos”.

Condenas de dos años de cárcel

Los dos acusados fueron detenidos en junio de 2020 y uno de ellos llegó a pasar cinco meses en prisión provisional. En los registros, la Policía encontró casi 15.000 euros en efectivo así como las tarjetas y los chalecos que usaban para conseguir que las personas procedentes de República Dominicana abandonaran el aeropuerto a través de la zona de tránsito. Finalmente, después de un proceso de casi cuatro años, el juicio no llegó a celebrarse.

Acusados y Fiscalía llegaron a un acuerdo hace unas semanas. A cambio de reconocer los hechos, los dos han sido condenados a dos años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, aplicando una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. Una condena que, al no tener antecedentes penales, ha evitado su entrada en prisión: la Audiencia de Madrid suspende la ejecución a cambio de que no vuelvan a delinquir en los próximos cuatro años.

La sentencia revela que la Justicia española solo ha sido capaz de sentar en el banquillo a los dos trabajadores del aeropuerto de Barajas, pero que el entramado estaba formado por más personas, tanto en España como en República Dominicana. Un tercer acusado de este “entramado más amplio” no pudo ser juzgado por estar en paradero desconocido. Y los primeros pasos se daban en Santo Domingo a través de una agencia de viajes que preparaba los viajes tapadera a Guinea Ecuatorial.

La sentencia también revela que la trama tuvo éxito en “numerosísimas ocasiones” introduciendo ciudadanos dominicanos en el espacio Schengen de forma irregular con este sistema de disfraces. Solo entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 lo consiguieron con 29 personas, a veces a un ritmo de una persona al día.

En el último año, otro trabajador del aeropuerto madrileño ha sido condenado por colaborar con una red criminal, en este caso se valía de viajeros como 'mulas' para introducir cocaína en España. Una investigación de la agencia antidroga estadounidense (DEA) destapó que al menos seis personas usaban a un empleado del aeropuerto para recoger paquetes de cocaína en los baños. Fueron detenidos con cinco kilos de droga por agentes de la Policía Nacional.