La Corte de Apelaciones de Santiago condenó hoy a cinco antiguos agentes de la dictadura de Augusto Pinochet por el secuestro calificado (desaparición) de un profesor de música cuyo nombre apareció en la lista de víctimas de la Operación Colombo, informaron fuentes judiciales.
Arturo Barría Araneda, un profesor de música de 38 años y miembro del Partido Comunista, desapareció desde un campo de presos políticos en septiembre de 1974 y al año siguiente su nombre fue incluido la llamada Operación Colombo.
La citada operación fue una maniobra de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) destinada a encubrir la desaparición de 119 presos políticos, de los que se dijo que habían muerto en purgas internas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), agrupación que luchó con las armas contra la dictadura.
La DINA incluso publicó ediciones únicas de periódicos ficticios en Argentina y Brasil para sostener la historia, considerada un adelanto del Plan Cóndor, que fue una coordinación entre las dictaduras del Cono Sur para eliminar opositores.
En el caso de Arturo Barría, el tribunal de alzada santiaguino condenó en un fallo unánime a siete años de presidio a los generales retirados César Manríquez Bravo y Raúl Iturriaga Neumann y al brigadier Pedro Espinoza Bravo.
A cinco años y un día de prisión fue condenado el coronel de Gendarmería (Servicio de Prisiones) Orlando Manzo Durán y a tres años y un día al capitán Luis Pavez Parra, quien podrá cumplir la pena en libertad vigilada.
Además, el tribunal absolvió a los agentes Manuel Avendaño González, Alejandro Astudillo Adonis y Demóstenes Cárdenas Saavedra y ratificó la absolución de otros 56 resuelta por el juez de primera instancia Julio Crisosto.
El magistrado, en la investigación, estableció que en agosto de 1974 Arturo Barría fue citado a la Escuela de Suboficiales del Ejército por haber supuestamente participado en manifestaciones políticas en el funeral de un alumno del liceo en el que impartía clases de música.
Al concurrir a la citación, el profesor fue detenido y enviado a un campo clandestino de torturas y exterminio de la DINA, donde fue visto por prisioneros supervivientes hasta avanzado el mes de septiembre, cuando se perdió su rastro.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.