El Congreso de los Diputados va a seguir pagando las nóminas de los asistentes y secretarias de los diputados durante los dos meses en los que la Cámara estará disuelta. Así lo decidido la Mesa de la Cámara, a pesar de que hay 247 parlamentarios que no forman parte de la Diputación Permanente y por lo tanto ya no realizan ninguna función para la que necesiten ayuda de este personal.
En total, y según los datos que recoge el régimen económico de los diputados actualizado a febrero de 2015, los grupos parlamentarios tienen a su disposición un total de 205 asistentes que ayudan a sus señorías a desarrollar su labor legislativa.
El Congreso destina al año cerca de siete millones y medio de euros para pagar sus salarios y los del personal eventual que tienen a su disposición miembros de la Mesa y presidentes de las comisiones. Estos últimos sí que cesarán de su cargo, salvo que los diputados a los que están adscritos formen parte de la Diputación Permanente.
Ese personal “de confianza” de los diputados -como los define el Estatuto de los Trabajadores de las Cortes Generales- seguirá cobrando hasta que se renueve su cargo cuando comience la próxima legislatura. Sin embargo, desde el 27 de octubre, cuando se disolvieron las cámaras para convocar elecciones, solo tienen que prestar asistencia a un total de 103 diputados, los que integran la Diputación Permanente. Por ejemplo, el PP contará con 91 asistentes para 55 diputados, el PSOE tendrá 73 para ayudar a sus 32 parlamentarios y CiU tendrá 11 ayudantes para únicamente cuatro diputados.
Desde el Congreso argumentan que esta medida está vigente desde las primeras legislaturas, y que la Mesa la acordó con el objetivo de no dejar sin el sueldo de dos meses a una parte del personal de la cámara que, por regla general, continúa en su puesto durante varias legislaturas. Parte de este “personal de confianza” se ha trasladado, según ha podido constatar eldiario.es, a las sedes de los partidos para colaborar en las labores propias de la precampaña.
El Congreso también acordó en la reunión de la mesa del pasado 5 de octubre seguir pagando durante la disolución la totalidad de las subvenciones mensuales que perciben los grupos parlamentarios y mantendrá las líneas telefónicas de los móviles de los diputados aunque estos no formen parte de la Diputación Permanente.
Este acuerdo de la Mesa sí que establece que los diputados que no pertenezcan a la Diputación Permanente dejen de tener acceso a muchas de las facilidades que les ofrece el Congreso, como el régimen de transportes, las tarjetas para coger taxis o la conexión ADSL en su casa.